Si apenas ayer les contaba que una Corte estadounidense le negaba a Samsung la oportunidad de ver los prototipos en los que estaba trabajando Apple (como el iPhone 5 y el iPad 3), hoy la noticia no es una respuesta contundente de los fabricantes de la serie Galaxy, sino por el contrario, ¡una nueva demanda de los de Cupertino contra los coreanos!
¿La razón? El mismo problema de patentes que vienen arrastrando desde que al equipo de Steve Jobs se le metió entre ceja y ceja que los coreanos están copiándose los modelos de la manzanita, porque estiman que no puede ser casualidad que los últimos productos de Samsung (la línea Galaxy) se parezcan tanto al iPhone y al iPad. Vamos, lo mismo por lo que los habían demandado antes.
Lo que resulta curioso es que si bien Apple ha recurrido a la justicia y apuntado su dedo acusador contra Samsung en territorio propio, es decir, en tribunales de Estados Unidos, esta vez se haya decidido a ir a poner la queja en tierra en enemiga, nada más y nada menos que en Corea del Sur.
Al igual que en el caso de la denuncia que colocaron en Estados Unidos, los de Cupertino insisten en que los teléfonos Galaxy de Samsung y la tableta Galaxy Tab infringen las tecnologías patentadas para el iPhone en sus pantalla táctiles, así como el diseño externo y botón central de su teléfono inteligente.
Y es que los comandados por Steve Jobs insisten en que Samsung infringe siete patentes que tienen que ver con la forma en que emplean (y funcionan) las pantallas táctiles y tres patentes con el diseño, y ya no solo en lo que tiene que ver con el botón central de los terminales, sino en los iconos del sistema (la forma en que se organizan, por ejemplo) y las esquinas redondeadas de los terminales.
Ahora bien, lo que quiere Apple no es ninguna tontería: Exigen a Tribunal Central de Seúl (la capital de Corea) que Samsung deje de vender y producir su línea de productos con pantalla táctil y sus tabletas electrónicas en el mercado local por violación de patente.
Y no conformes con eso, también los de Cupertino quieren una indemnización de 100 millones de wones, es decir, 65 mil euros. Que te pones a ver y no es nada para las empresas de las que estamos hablando... Más grave me parece que piden que dejen de producir y vender sus productos.
Lo cierto es que Samsung no se quedará con esa, y seguro en los próximos días vemos la contra-demanda. Ahora, ¿será que por estar en territorio coreano, los de la Galaxy llevan ventaja? Digo, como ya la balanza de la justicia de EEUU se ha inclinado varias veces hacia los de Cupertino, quizá a los de Samsung les va mejor la suerte en Asia, ¿no crees?