Siguiendo con la idea que mi compañera Jennie utilizó hace unos días hablando de qué hacer cuando nuestro Mac no arranca, hoy vamos a tratar otro problema que afecta a muchos usuarios: la lentitud de la ejecución de aplicaciones en Mac OS X. No sé si os habrá pasado a vosotros, pero yo entro dentro de este grupo de personas que a veces se desesperan más de lo normal, mi equipo tiene tres años y eso se va notando.

¿Qué podemos hacer en estos casos? Puesto que soy uno de los afectados por contar con un equipo bastante "justito", analicemos algunos consejos en una serie de posts que iremos publicando durante esta semana, y que cada uno, tras la lectura de ellos, analice cómo puede aplicar las soluciones comentadas a su caso particular.

Hardware insuficiente

Esta es la solución más sencilla. Conforme va pasando el tiempo, las necesidades de hardware de las aplicaciones se multiplican, los desarrolladores aprovechan más recursos del sistema y eso hace que los ordenadores más antiguos vayan quedándose obsoletos. Seamos sinceros, eso también ha ocurrido con las consecutivas actualizaciones de Mac OS X. En mi caso particular, mi MacBook funcionaba perfecto con Tiger, apenas notó el cambio a Leopard, pero Snow Leopard lo convirtió en un equipo más pesado.

En estos casos la solución más adecuada pasa por mejorar dos aspectos, por un lado la memoria RAM instalada. Un gigabyte de RAM para un equipo ejecutando Tiger era más que de sobra para la mayoría de los usuarios, sin embargo con un giga en Snow Leopard nos podemos morir siempre que queramos ejecutar muchas aplicaciones al mismo tiempo. De modo que si queremos mejorar en el comportamiento global de nuestro Mac, siempre ampliar memoria es una buena solución.

¿Pero cuánta memoria necesito? Pregúntale a cualquier maquero y te dirá una respuesta diferente. Como media, 2 GB puede ser una buena solución, aunque si nos vamos a poner a ampliar memoria, siempre es bueno ser previsor y poner algo más para las futuras actualizaciones de sistema.

En este mismo grupo de soluciones, como segundo aspecto físico a mejorar, también se encuentra nuestro disco duro. Ya sabéis, al igual que sucede en Windows, el sistema operativo Mac OS X usa el espacio libre en el HD como memoria virtual temporal, de forma parecida a como se usa la RAM. Por tanto, a más espacio libre mejor comportamiento general y mayor velocidad de trabajo.

Si, como yo, os habéis visto alguna vez en la situación de estar sin espacio, seguro que habréis conocido la famosa ventanita avisando de este hecho. ¿Dónde está la solución? Lógicamente, o borramos datos que no usamos, o cambiamos el disco por uno de mayor capacidad. Incluso si nuestra situación económica nos lo permite, quizás podríamos adquirir un disco SSD con el que disminuir los tiempos de acceso desde el procesador a los datos almacenados en este.

De nuevo la misma pregunta: si decido eliminar datos ¿cuánta capacidad libre debo dejar en mi Mac? Algunos piensan que la regla de "deja libre un 10% de la capacidad de tu disco duro" es un buen consejo, de modo que podemos seguir esta premisa. Aún así, en mi caso particular os puedo decir que siempre me ha ido bien no bajar de los 10GB.

Y no seamos excesivamente prudentes, ese trabajo de la universidad de hace 3 años probablemente ya no te sirva. Ni esa película que nos ves en 2 años. Si vamos sumando son más y más gigas que ocupan sin necesidad un lugar muy valioso que podemos dejar para tareas más importantes. Sólo se trata de consensuar y reflexionar en qué coas dejar y qué cosas mantener. Yo sigo la siguiente regla que me va bastante bien: "si es algo que no has usado en el último año, mejor tíralo, ya no lo vas a volver a necesitar".

Reiniciar de forma regular

Continuamos con la idea presentada antes. Si nuestro Mac se ejecuta muy lento, es debido a un exceso de carga. A lo largo del día, más y más aplicaciones van dejando restos en la memoria RAM, procesos en segundo plano, etc. De forma que un reinicio regular siempre es una buena técnica que nos permite empezar de cero. Es una práctica que realizo muy a menudo, aún cuando no tengo necesidad de ello, y creedme que se nota y mucho.

Pero aún hay más, en próximas días, tal como comenté, seguiremos compartiendo algunos otros trucos que pueden acelerar nuestro Mac cuando se vuelve lento en su ejecución. Mientras tanto, como siempre, espero vuestros comentarios al respecto.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: