En los 80 Haley era una chica que tomaba fotos con la cámara Polaroid de sus padres. Recordemos que era la época de apogeo de éstas cámaras y cada foto instantánea era una maravilla en si misma, no había revelado, no había que esperar. La imagen se creaba al instante. Todo esto hizo que Haley se enamorara de ellas.

Tanto se enamoró y tantos años duró ese enamoramiento que decidió que entre Diciembre del 2009 y Diciembre del 2010 tomaría una polaroid por día. Y así nació Polamour, un proyecto clásico, pero que se vuelve complicado al ser una técnica en donde los insumos escasean y no son muy fáciles de conseguir por el momento.

Sus imágenes están teñidas de la estética retro clásica que tiene este tipo de fotografía. Son mayormente tomas de flores, de naturaleza, de cielos, con colores lavados y con un dejo de nostalgia ¿una nostalgia, quizás, de la época en donde comenzó su idilio con la cámara? A mi me parecen simplemente, una belleza.

No fue fácil tomar fotos con sus viejas cámaras. Si somos dueños de alguna Polaroid  SX-70, que es uno de los modelos de Haley, sabemos que hay que modificar un poco el cuerpo de la cámara para poder usar los cartuchos de film 600 (que con muchísima suerte podemos conseguir vencidos). Igualmente gracias a The Impossible Project ahora está volviendo a conseguir insumos.

Si quieren seguir el proyecto de Haley pueden hacerlo a través de su sitio. O bien en Facebook (¡tiene más de 18.000 amigos!), en su cuenta de Twitter o en su Flickr.

Ahora que saben que está por muchos espacios de la web, no hay excusa para que no conozcan su trabajo.

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