Por si no fuese suficiente con las auroras boreales, los habitantes de lugares cercanos al Ártico han podido disfrutar recientemente de otro bonito espectáculo de colores en el cielo. Se trata de unas nubes con arcoíris que se observaron entre el 18 y el 20 de diciembre en lugares como Noruega, Suecia, Finlandia o Alaska. Pero también mucho más al sur, en Escocia.
No es algo nuevo. Es un fenómeno relativamente común en estos lugares, donde lo conocen como nubes nacaradas. Sin embargo, estas nubes con arcoíris suelen verse en enero y de una forma mucho más puntual. Observarlas durante tres días seguidos y tan pronto en diciembre ha sido un bonito regalo navideño para quienes han tenido el gusto de divisarlas.
¿Volverán a verlas en enero? Quién sabe. El principal ingrediente para su formación es el frío y de eso, al menos de momento, van sobrados en estos lugares. Lo que pueda hacer con ellos el cambio climático en un futuro ya es otro cantar.
¿Cómo se forman las nubes con arcoíris?
Las nubes con arcoíris se originan a grandes alturas, de 15 a 25 kilómetros. Eso está muy por encima de la altura a la que normalmente se forman las nubes, ya que suele haber menos humedad. Sin embargo, en lugares con temperaturas extremadamente frías el vapor de agua a esas alturas puede fusionarse, formando pequeños cristales de hielo que se agrupan y actúan como prismas, descomponiendo la luz del Sol que inciden sobre ellos y haciendo visibles los colores del arcoíris.
Hay dos tipos de estas nubes, conocidas también como nubes estratosféricas polares. Las de tipo I contienen, además del agua, ácido nítrico y sulfúrico presentes en la atmósfera y para su formación necesitan temperaturas por debajo de los -78ºC. Las de tipo II contienen agua pura y necesitan temperaturas aún más bajas.
Las primeras son peligrosas, pues contribuyen a la destrucción de la capa de ozono. En cambio, las segundas solo nos regalan un bonito espectáculo. Las nubes arcoíris que se han visto recientemente en el Ártico son del segundo tipo.
¿Cuándo pueden verse?
La mayoría de fotos de estas nubes con arcoíris las ha tomado el noruego Ramune Sapailaite. En declaraciones a Space Weather, este ha explicado que las nubes fueron visibles durante los tres días mencionados, pero que la explosión de color aparecía con la puesta de Sol.
El fotógrafo, que también ha compartido las fotos en su cuenta de Facebook, ha declarado lo raro que es verlas en esta época del año, especialmente durante varios días seguidos. Son necesarias temperaturas inusualmente bajas, incluso para este punto del mundo, de ahí que sea tan extraño verlas.
Se cree que en este caso las nubes han podido ser impulsadas por El Niño, cuyo paso ha dejado temperaturas especialmente bajas en algunos puntos del hemisferio norte.
No obstante, dado que el invierno apenas acaba de comenzar, se espera que puedan verse más de estas nubes con arcoíris durante los próximos meses. Quizás no tan al sur como Escocia, pero sí en lugares más cercanos a los polos, donde los colores en el cielo parecen mucho más variados que los nuestros.