430_martincooper2.jpg Hace 35 años un tal Martin Cooper creó lo que ahora conocemos como teléfono móvil, realizando la primera llamada inalámbrica de la historia. Ya entonces imaginó un mundo en el que el ser humano estaría tan estrechamente relacionado con las conexiones inalámbricas.

De una generosa entrevista a la agencia Reuters, se desprenden frases como la siguiente: "Nuestro sueño era que algún día nadie hablara con un fijo. Todo el mundo usaría el móvil", dijo el ingeniero electrónico, ex de Motorola, a la edad de 79 años.

Las ideas de Martin suenan a ciencia ficción, comenta que en aproximadamente 15 ó 20 años, espera que la gente tenga insertados aparatos en el cuerpo que ayuden a diagnosticar y curar enfermedades, midiendo las características de nuestro cuerpo cuando está enfermo y que eso se transmitiera directamente a un médico o a un ordenador para poder ser diagnosticado y curado instantáneamente y de forma inalámbrica. Palabras nada conservadoras que cobran interés e importancia dichas por alguien como él.

Otros efectos colaterales de sus pensamientos sería resolver el problema de la duración de la batería del móvil, utilizando como suministro energético nuestro cuerpo humano, el cual genera energía todo el tiempo.

El inventor del móvil es actualmente presidente de ArrayComm, una firma inalámbrica que fundó en 1992, y reconoce que hay obstáculos en su visión de aparatos incorporados al cuerpo.

Despido la publicación con una frase (que define muy bien al personaje) al respecto de las causas que impiden que sus ideas no estén pronto entre nosotros: "No es la tecnología, es la gente. La gente es verdaderamente conservadora", Martin Cooper.

Enlace: Cell phone inventor dreams of human embeds

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