Movistar+, es una de esas plataformas alternativas en el mundo de los grandes servicios por suscripción. Con una variedad amplia de series, documentales y películas que abarcan todos los géneros, pero con énfasis en europeo y en español, la plataforma es toda una novedad. En particular, por la manera en que sus premisas profundizan en escenarios diversos sin perder la calidad. También, por cómo exploran los diferentes puntos de vista en sucesos poco usuales en formatos serializados o cinematográficos. Lo que la hace la opción ideal para los grandes amantes de la cultura pop en busca de contenido singular. 

Hay vida más allá de las grandes plataformas. En particular, si se está en la búsqueda de contenido de gran calidad. Ya sea para los amantes del cine que desean disfrutar de propuestas cinematográficas más autorales o fuera de los límites de Hollywood. Al otro extremo, un público que intenta encontrar mayor variedad en las propuestas de los catálogos, lo que abarca idiomas distintos al inglés. Todo, para crear una experiencia usuario, satisfactoria y poco corriente

Para ayudarte a explorar en el catálogo de Movistar+, te dejamos cinco de las mejores series que puedes encontrar en sus colecciones. De un punto de vista singular acerca de la misoginia hasta la narración de una crisis de pareja que se hace cada vez más grave y dolorosa. La selección abarca un ejemplo de lo que puedes encontrar en la plataforma y lo sustancialmente distinto que es a cualquier otra oferta streaming. Su punto más fuerte. 

Antidisturbios

Con una temporada y seis episodios, la serie profundiza en los lugares oscuros de la ley, a la vez que analiza con habilidad en personajes de moral ambigua. Lo que da como resultado que esta narración sea, a la vez, una mirada cuidadosa acerca de lo que puede esconder los excesos policiales y judiciales. Específicamente, en una época en que la violencia institucionalizada, a menudo termina por ser disimulada y justificada por la ley. 

El argumento explora como seis funcionarios antidisturbios, deben participar en la ejecución de un desahucio en la ciudad en Madrid. Pero lo que comienza como un procedimiento habitual, se transforma en una batalla campal, que deja a su paso una víctima. La situación se tornará más complicada, cuando sea evidente que lo ocurrido no es obra del azar o de una circunstancia malograda. 

Laia (Vicky Luengo), la agente de asuntos internos que investigará la situación, encontrará que bajo el catastrófico operativo, se oculta un secreto retorcido. Uno, que, además, la hará víctima de presiones y un tipo de agresión inesperada que demostrará la masculinidad tóxica del cuerpo en que trabaja. Para su impactante final, la miniserie demostrará que por cada acto legal fallido, hay probablemente un vicio que subsanar. El mensaje más duro de la propuesta.

Vida Perfecta

En dos temporadas y catorce capítulos, la producción de Movistar+ muestra lo que sus protagonistas, llaman el arte de ser mujer en nuestra época. O en otras palabras, la capacidad de encontrar el propósito personal, a pesar de las presiones culturales. Lo que llevará a sus personajes, a plantearse serias preguntas existenciales, acerca de la forma de entender lo femenino desde los cambios sociales que atraviesan sus vidas. 

Pero todo ocurrirá desde cierto punto de escenarios que chocan entre sí, para narrar, en esencia, la misma historia. María (Leticia Dolera) es una dentista cuyo plan de vida termina por fracasar y debe recomenzar a partir de la incertidumbre. Cris (Celia Freijeiro) es una abogada que desea triunfar, pero comienza a pensar que, quizás, el costo de hacerlo es excesivo. Por su parte, Esther (Aixa Villagrán) es una pintora con talento, que, además, necesita vivir de sus obras, sin lograrlo.

Juntas, mostrarán la vida de una generación que intenta encontrar su objetivo, éxito y también, el amor. Claro qué, primero deberán admitir que no se trata de un recorrido sencillo o uno, que puedan realizar sin la ayuda de sus cercanos. Lo que la serie muestra con un sentido del humor sencillo pero entrañable, que es su mejor elemento. 


Crematorio

La miniserie de ocho episodios, ya es considerada un clásico y algunas voces, le han llamado una versión más pequeña — y con acento español — de Successión. Pero lo cierto es que se trata de una exploración elegante y bien escrita, a través de la corrupción, la política y la forma como ambas cosas pueden estar relacionadas con el ámbito familiar. Lo que la hace más incómoda, certera y dura acerca de la ambición y la codicia, de lo que podría esperarse. 

Rubén Bertomeu (Pepe Sancho) es el líder formal y cabeza visible de una corporación empresarial en el ramo urbanístico de enorme valor. Tanto, que le catapultó a convertirse en uno de los hombres más poderosos de España y en especial, de la ciudad ficticia de Misent. Poco a poco, el personaje se volverá más lóbrego y violento en lo que se refiere a la búsqueda de lograr todos objetivos. Lo que incluye aplastar a todos sus enemigos y arrasar con cualquier oposición.

Pero lo que resulta más interesante de la serie, es la forma en que reflexiona acerca de la compulsión por obtener poder, que se transforma en un instinto peligroso. En cada uno de sus capítulos, la serie muestra la forma en que esa sed se convierte en monstruosa y también, en un motivo para construir y crear una versión sobre el bien y el mal. Es una de las grandes series españolas antes de que Canal+ se convirtiera en Movistar+.


El día de mañana

La singular visión sobre el éxito de los años sesenta, se analiza en esta serie de una única temporada y seis capítulos. Que, además, utiliza como apropiado escenario a la Barcelona en pleno apogeo de crecimiento económico. Lo que resulta el punto de vista ideal para plantear ideas, que todavía ahora, son contemporáneas. Varias de ellas, las que detallan la forma en que obtener poder, se puede convertir en un propósito retorcido en medio de las condiciones adecuadas. 

Es el caso de Justo Gil (Oriol Pla) que llega a la ciudad con la intención de encontrar el éxito cualquiera que sea el coste. Lo que se traduce en entrar en contacto con los lugares más oscuros y menos recomendables de la pujante sociedad de la época. Pero lo que comienza como un experimento arriesgado en busca de comprender como se mueven los hilos de influencia, termina en el acecho de una red de espionaje.

También, en una historia de amor que llevará a Justo a dimensiones inexploradas de su mente y su afán por ser reconocido. Aunque la producción no logra abarcar todos sus escenarios, si da como resultado, un argumento que mantiene la tensión a lo largo de su historia. 


Mira lo que has hecho

Ser padre jamás es sencillo, como lo demuestra esta serie de tres temporadas y dieciocho capítulos. Berto (Berto Romero, a quien vimos recién en El otro lado) y Sandra (Eva Ugarte), quieren engendrar a su primer hijo. Eso, a pesar de que ambos tienen una vida profesional complicada (él es presentador televisivo, ella médico) y sus perspectivas sobre el futuro comienzan a cambiar con rapidez. 

Tener hijos, se convierte, entonces, no solo en una apuesta a futuro, sino también, un recorrido interesante a través de las aspiraciones de los progenitores. Entre risas, dolor y algunas lágrimas, esta serie logra dar en el clavo. Un bebé puede ser la respuesta a las oraciones, pero a la vez, empujar a los primerizos padres a espacios jamás imaginaron tuvieran relación con su manera de ver la vida. De las más recientes, y más diferentes series del catálogo de Movistar+.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: