Las olas de calor no descansan. Lo ideal sería encontrar una manera de ganar tiempo al cambio climático. Pero, mientras tanto, no está de más trabajar en la construcción de refugios contra sus consecuencias. Por eso, un equipo de ingenieros de la Universidad de Sevilla acaba de presentar un invento de lo más revolucionario. Una parada de autobús inteligente que, cuando se instale, funcionará como refugio climático.

No se trata de una parada con aire acondicionado, ni un simple techo a la sombra. Consta de un sistema sencillo de entender, pero con mucho trabajo científico detrás. Básicamente, lo que hace este refugio climático es disminuir la temperatura de su interior cuando hay una persona dentro, siempre que la hora esté entre las 13 y las 19 de la tarde. Se puede conseguir una reducción de hasta 20ºC, lo cual no es moco de pavo.

Se espera instalar las primeras paradas de autobús inteligentes en Sevilla en 2024. No obstante, poco a poco podrían colocarse más, tanto en esta ciudad como en otras. Sin duda, es un parche, que no elimina la necesidad de combatir el cambio climático, pero un parche muy necesario, que actúa como oasis contra el calor en una de las provincias más calurosas de España.

La parada de autobús que funcionará como refugio climático

A simple vista, esta parada de autobús inteligente puede parecerse a cualquier otra. La clave de su eficacia empieza bajo tierra. Y es que, justo ahí, hay un tanque de agua depurada, conectado a unos tubos que circulan por toda la estructura de la marquesina. Así, cuando sus sensores detectan que hay alguien dentro en las horas de más calor, se activa la circulación del agua, que bajo tierra se mantiene fría. Además, se abren unos pequeños poros, por los que se deja salir, disminuyendo aún más la temperatura de este refugio climático.

Tanto para manejar los sensores, como impulsar el agua por los tubos y abrir los poros, se usa energía solar, procedente de unas placas que se encuentran en la parte superior de la parada de autobús inteligente. Por lo tanto, es un refugio climático que se autoabastece, sin necesidad de consumo de combustibles fósiles.

Un oasis en la ciudad

Las grandes ciudades son, si cabe, las que más están sufriendo el aumento de temperaturas derivado del cambio climático.

Por un lado, la ausencia de zonas verdes dificulta que las personas que vivan en ellas puedan refugiarse en las sombras. Es por eso que se está impulsando sembrar más árboles, en vez de talarlos, como está ocurriendo en algunos lugares, como la capital de España.

También está el problema del asfalto. Cuando la temperatura ambiental es de 40ºC, algo muy normal con las últimas olas de calor, la del asfalto puede ascender hasta más de 60ºC. Esto irradia tanto calor que la sensación de las personas es incluso de una temperatura mayor.

Por eso, aunque es vital seguir pensando en colocar zonas verdes, los refugios climáticos, como este pequeño oasis sevillano, son una gran opción que se debe compaginar con las medidas para combatir el cambio climático. Lo que está claro es que la lucha contra el calor no puede centrarse en el aire acondicionado. Métodos como este, o la cobertura con pinturas blancas, aún más blancas, que reflejen todo el calor posible, son opciones que están recibiendo mucha atención por parte de los científicos. 

Ojalá algún día estas medidas dejen de ser necesarias. Pero, de momento, la tendencia es hacia una gran necesidad de más inventos como este. 

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