El mundo está viviendo olas de calor sin precedentes. La semana pasada, se rompió el récord del día más caluroso de la historia, tres veces. Las altas temperaturas son una consecuencia del cambio climático, potenciado por la actividad humana, y el fenómeno climático natural conocido como El Niño. En China, la ola de calor es tan fuerte que la población está utilizando refugios anti bombardeos de la Segunda Guerra mundial para protegerse.

Hace más de nueve días que hace más de 35 °C, según el Centro Nacional del Clima. La última vez que China vivió una ola de calor similar fue en 1961. El jueves pasado, el registro llegó hasta los 40 °C, una temperatura extrema para este país.

Las autoridades emitieron alertas sanitarias. En Beijing y en otras regiones de China suspendieron los trabajos al aire libre y ya se han reportado algunas muertes por la ola de calor. Por eso, las autoridades de ciudades como Hangzhou (en la costa este), Wuhan (en el centro del país) y Shijiazhuang (vecina de Beijing) anunciaron la semana pasada la apertura de sus refugios antiaéreos para que sus residentes se protejan.

Estos lugares comenzaron a construirse durante la invasión japonesa que comenzó en 1937. Estos refugios siguieron avanzando a finales de la década de 1950, cuando China tenía relaciones complicadas con la Unión Soviética y Beijing temía un ataque nuclear, reportó AP.

Entrada de refugio en China.
Entrada de uno de los refugios en 2022. Credit: FUTURE PUBLISHING

¿Cómo son los refugios en China para protegerse de la ola de calor?

Los refugios funcionan desde hace años y ya están lejos de verse como un escenario de guerra. Ahora suelen albergar algunos restaurantes, áreas para sentarse y distribuidores de agua. Algunos hasta cuentan con WiFi y televisores.

Chongqing (en el suroeste de China) ha transformado algunos de estos espacios en museos y tiendas desde el 2010. La Oficina de Defensa Aérea Civil de Chongqing ha informado que más de 200 refugios se han alquilado para otros usos, entre los que también se encuentran gasolineras, librerías y bodegas, reportó el año pasado China Daily.

La ciudad era una importante base militar durante la Segunda Guerra Mundial. Investigadores locales estiman que se habían construido más de 1.600 refugios en 1942 para contrarrestar la invasión japonesa.

Estos búnkeres solían ser una atracción turística, pero con el paso de los años se convirtieron, una vez más, en espacios fundamentales para la población. Es que la emergencia climática no hace otra cosa que empeorar. Las autoridades meteorológicas, por ejemplo, advirtieron la semana pasada que el norte de China está amenazado por la ola de calor y, además, por una intensa sequía que podría perjudicar los cultivos y una sobrecarga en las redes eléctricas. Mientras tanto, fuertes inundaciones han desplazado a miles de personas en las últimas semanas al sur del país.

Está ocurriendo en todo el mundo. El Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea informó que fue el junio más caluroso de la historia en la región, superando el récord anterior de junio de 2019. Al menos 15 mil personas murieron el año pasado en Europa por la ola de calor, según un reporte de la OMS. El segundo país más afectado fue España, con un estimado de 4 mil fallecimientos.

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