El planeta enfrentó este jueves el día más caluroso de su historia. Al menos, desde que se tienen registros. La temperatura promedio global alcanzó los 17,23 grados Celsius (63,01 Fahrenheit), según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de Estados Unidos. La jornada superó los otros dos récords registrados el lunes y el martes de esta misma semana.
Las temperaturas están siendo impulsadas por el cambio climático, potenciado por la actividad humana. Los científicos han explicado que otro factor clave es el fenómeno climático natural conocido como El Niño.
Las olas de calor han azotado con fuerza en las últimas semanas a poblaciones de países como Estados Unidos y China. En México, al menos 100 personas murieron el mes pasado por las altas temperaturas. Y el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea informó ayer que fue el junio más caluroso de la historia en la región, superando el récord anterior de junio de 2019.
Antes de esta semana, la última vez que se registró una cifra récord de calor a nivel global fue en agosto de 2016. Pero todo puede ser peor todavía. «Se esperan muchos días más calurosos en el futuro», dijo Saleemul Huq, director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo de Bangladesh, en un comunicado citado por Reuters.
El récord del día más caluroso podría superarse muchas veces este año
«El Niño aún no ha alcanzado su punto máximo y el verano todavía está en pleno apogeo en el hemisferio norte», explicó Paulo Ceppi, profesor de ciencias del clima en el Colegio Imperial de Londres, a la BBC. Es por esto, aseguró, que es probable que el récord del día más caluroso se rompa una y otra vez en 2023.
Ya la Agencia Europea de Medio Ambiente había advertido en junio que en el sur de Europa, por ejemplo, el verano podría durar más de 60 días. Las consecuencias más evidentes serán más incendios forestales, una sequía acentuada y mayor cantidad de muertes.
«Los científicos del clima no están sorprendidos de que se rompa el récord de temperatura diaria global, pero estamos muy preocupados», dijo Friederike Otto, profesora titular de ciencias del clima en el Imperial College de Londres, a la BBC. «Debería ser una llamada de atención para cualquiera que piense que el mundo necesita más petróleo y gas».
Las alertas están en todos lados y varias de los efectos podrían ser irreversibles. Un estudio publicado en junio advierte que los glaciares del Hindu Kush Himalaya, en Asia, se derritieron un 65% más rápido entre 2010 y 2019, en comparación con la década anterior. Otra investigación difundida en mayo alertó que más de la mitad de los principales lagos del mundo se está secando. En ambos casos, los científicos acusan a la actividad humana como el principal causante de estos cambios.