“Vendo Opel Corsa. Sin sustancias cancerígenas flotando en su anterior”. Este anuncio puede parecer exagerado, pero lo cierto es que no lo es. Los vehículos nuevos tienen en su interior sustancias que, cuando se eleva la temperatura, pueden resultar cancerígenas. Por eso, los coches de segunda mano cuentan con una ventaja que no solemos tener en cuenta. Es la conclusión de un estudio que se acaba de publicar en Cell Reports e invita a tomar precauciones a la hora de estrenar un coche nuevo.

Lo más curioso es que esas sustancias son precisamente las responsables del olor a coche nuevo que tanto nos gusta. La pintura, los tejidos y otras sustancias que se utilizan en la elaboración del coche pueden liberar cuando acaban de salir de la línea de producción algo conocido como compuestos orgánicos volátiles. Es decir, sustancias químicas que contienen carbono y pueden transformarse fácilmente en gases. Suelen ser las responsables de los aromas y no siempre son perjudiciales. No obstante, en este caso sí que hay algunas conocidas por sus efectos cancerígenos.

Es, por ejemplo, el caso del formaldehído, el acetaldehído y el benceno. Los autores de la investigación han analizado cómo varían sus niveles a lo largo del tiempo y a diferentes temperaturas. Y también han comprobado, suponiendo que el coche sea un taxi, cómo afectaría tanto al conductor como a los pasajeros. En general, el primero es el que más afectado se ve, pero los segundos también pueden sufrir las consecuencias, especialmente si hace calor o el coche nuevo ha pasado mucho tiempo al sol.

Los peligros del olor a coche nuevo

Para la realización del estudio, se tomaron muestras del aire del interior de un SUV mediano recién estrenado. Después, se midieron mediante una técnica, llamada cromatografía de gases, que permite calcular los niveles de las sustancias gaseosas presentes en la muestra. Una vez calculados estos niveles, se quedaron con aquellas conocidas por aumentar el riesgo de cáncer y establecieron su riesgo de aumentar el cáncer de por vida (ILCR). 

Como su propio nombre indica, esta medida establece cuánto aumenta el riesgo de una persona de padecer cáncer a lo largo de su vida. Si el ILCR está por debajo de 10 elevado a -6 se considera seguro.  Si está entre 10 elevado a -6 y 10 elevado a -4 existe un riesgo potencial. Y, finalmente, si los valores se encuentran por encima de 10 elevado a -4, el riesgo es alto. 

coche nuevo
Wang et al.

Así, se vio que, en el caso de que el vehículo fuese un taxi, en el que los conductores pasan de media 11 horas y los pasajeros 1,5 horas, el riesgo de cáncer por contacto con el formaldehído sería bastante elevado tanto para los conductores como para los pasajeros. Lo mismo con el acetaldehído, aunque algo más largo. Y, con respecto al benceno, solo existiría riesgo para el conductor. Por otro lado, cabe destacar que este riesgo es mayor a medida que pasa el tiempo, puesto que el coche se va calentando.

De hecho, en las 12 horas que duró el experimento, la temperatura del coche fluctuó entre los 21 °C y los 63 °C. 

Existen alternativas

No es el primer estudio que señala los riesgos de conducir un coche nuevo. De hecho, ya se había publicado otro en el que se apuntaba a que basta con 20 minutos de conducción para exponerse a estas sustancias cancerígenas.

Por eso, aunque se debe seguir estudiando para tener una idea más concreta de lo que ocurre, los autores de todas estas investigaciones dan varios consejos. Si es posible, comprar coches de segunda mano, que ya no tengan estos compuestos orgánicos volátiles en su interior. Por otro lado, recurrir al transporte público en la medida de lo posible. Y, por supuesto, evitar dejar el coche al sol durante mucho tiempo, para que no se caliente demasiado. 

También es importante airear el coche nuevo en la medida de lo posible, limpiar con vapor los asientos y las alfombras para eliminar algunos de estos compuestos tóxicos y, finalmente, usar filtros HEPA si se puede.

En conclusión, hay que evitar que ese olor a coche nuevo dure más de lo debido. Quizás nos encante, pero sus consecuencias son mucho menos agradables.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: