Existe una gran controversia con respecto a los cigarrillos electrónicos. Como es lógico, los vapeadores los defienden con fuerza, alegando que son mucho más seguro que el tabaco. Sin embargo, los neumólogos, así como otros científicos, alertan de sus peligros. Es cierto que puede ser menos peligroso que fumar cigarrillos convencionales, pero eso no quiere decir que sean inocuos. Y lo peor es que esa publicidad que rodea al vaping de un aura de seguridad, así como el atractivo de presentarse en multitud de sabores, está llevando a que muchísimos jóvenes empiecen a consumirlo. Por eso, la Comisión Europea ha propuesto prohibirlo a través de un comunicado de su Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria.
Esta propuesta forma parte de su objetivo de llegar a una generación libre de tabaco, con menos de un 5% de población fumadora para 2040. Va en la línea de la legislación propuesta por países como Nueva Zelanda, donde se pretende subir la edad mínima para adquirir tabaco anualmente hasta llegar a una generación libre de humos.
Todas esas medidas ponen el foco principalmente en el tabaco. No obstante, la decisión de la Unión Europea no es algo aislado. Hace ya muchos años que las cifras de jóvenes vapeadores preocupan a expertos de todos el mundo. Por eso, la decisión de prohibir los productos de tabaco calentado con sabor ha entrado de lleno en la agenda de muchos países a lo ancho de todo el globo. ¿Se llevará adelante en Europa? Es pronto para saberlo, pero desde luego sería una medida muy en consonancia a las recomendaciones científicas.
Una medida que no gustará a los vapeadores
Hay cigarrillos electrónicos con y sin nicotina. Lógicamente, estos últimos son menos peligrosos. Pero, de nuevo, que sean menos peligrosos no quiere decir que sean inocuos. De hecho, su vapor contiene otras sustancias, como el propilenglicol, que puede causar a corto plazo una inflamación bronquial crónica. Además, en él también podemos encontrarnos con sustancias cancerígenas como los carbonilos, el formaldehído y algunos metales pesados.
Por otro lado, los vapeadores son cada vez más jóvenes. Muchos expertos consideran que el consumo de cigarrillos electrónicos a tan corta edad puede abrir la puerta al consumo de tabaco convencional. Esto significa que el peligro no serían solo las sustancias que contienen, sino los hábitos que puede propiciar.
Y es que, aunque se suele decir que el vaping es un punto intermedio que ayuda a los fumadores a dejar el tabaco, e incluso hay algunos estudios que apoyan esta hipótesis, existen otros muchos que apuntan a lo contrario. Pero incluso si fuese verdad, no deja de ser una opción también peligrosa, por lo que serían mucho mejor opciones como acudir a un psicólogo o un sanitario especializado en dejar de fumar.
En definitiva, los cigarrillos electrónicos son peligrosos. Y lo peor es que el uso de productos calentados con sabor es casi como envolver una caja de tabaco en papel de regalo y un lazo. Fumar se convierte en algo atractivo que los jóvenes vapeadores pueden acabar convirtiéndose en fumadores.
Dado que nueve de cada diez cánceres de pulmón se consideran provocados por el tabaco, hay motivos para intentar acabar con este paso intermedio.
¿Cuándo entraría en vigor?
De momento, la prohibición de los productos de tabaco calentado con sabores es solo una propuesta de la Comisión Europea. Ahora debe ser valorada por el Consejo y el Parlamento Europeo. Será ahí donde finalmente se decida si sale adelante. En caso de hacerlo, esta prohibición para los vapeadores entraría en vigor 20 días después de su publicación oficial.
Aún habrá que esperar; aunque, dado el consenso que existe al respecto, es poco probable que no salga adelante. De hecho, en Estados Unidos la FDA ya ha tomado la decisión de prohibir los productos de la marca Juul, que se corresponderían con lo que se pretende prohibir en Europa. Cada vez hay más concienciación. Ahora únicamente falta que esta llegue hasta los consumidores, para que no solo dejen los cigarrillos electrónicos por la ley, sino también por su salud.