España es una de las economías más importantes y avanzadas del mundo. Son muchos los retos a los que nos hemos enfrentado como país en los últimos años, que hemos superado con éxito gracias a decisiones inteligentes y a nuestro esfuerzo, y que despiertan admiración a nivel internacional.

Ahora que España lidera el crecimiento económico y de empleo en la Unión Europa y generamos uno de cada dos puestos de trabajo de la eurozona, es el momento de seguir avanzando con decisiones y reformas estructurales que sean la base de una transición ordenada y estratégica hacia el modelo de las economías avanzadas.

Este objetivo pasa fundamentar el crecimiento de nuestro país en una economía del conocimiento, en la cadena de la I+D+i, que consigue trasladar el talento en sus diferentes eslabones y que concluye con un retorno, tanto empresarial como social, en forma de innovaciones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.

Nuestro futuro pasa, por tanto, por la unión de fuerzas de los diferentes agentes de la I+D+i civil, tanto públicos (organismos públicos de investigación y universidades) como privados (grandes empresas y emprendedores) que forjen juntos una cadena de eslabones sólidos.

La crisis económica y la ciencia

El Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) no ha sido ajeno a la crisis económica ni a la situación a la que se enfrentó el Partido Popular al llegar al gobierno en el año 2011. El aumento del paro en 3,5 millones de personas y la caída de la recaudación de 90.000 millones de euros, también había afectado a la financiación pública de la investigación, que ya descendió un 30% entre el año 2009 y el 2011.

"La financiación pública para I+D aumentó en la misma medida que llegó el crecimiento económico."Las primeras reformas puestas en marcha por el Partido Popular para sacar a España de la crisis exigieron una priorización en todas las áreas de la actividad de la administración pública. En el ámbito de la investigación, se pagaron las deudas, se doto de créditos extraordinarios al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y se priorizo dentro del sistema a los centros de investigación de mayor calidad y excelencia.

El esfuerzo de todos y el impulso reformista del Gobierno han tenido como resultado una mejora de la situación económica de nuestro país. A día de hoy, España ha pasado a liderar el crecimiento económico y la creación de empleo en Europa. Por eso, desde los primeros momentos en que comenzó la recuperación también aumentó de manera sostenida la financiación pública para I+D.

Como la política de investigación no es una política aislada y está en relación con el resto de la política económica y fiscal, las previsiones para el próximo año 2016 son todavía mejores. Por eso, que España vaya a recaudar en 2015 180.000 millones de euros, alcanzando los niveles del año 2007, es una buena noticia que también va a repercutir positivamente en nuestro sistema de investigación. El hecho es que los Presupuestos Generales del Estado para el año 2016 aumentan considerablemente muchas partidas del presupuesto. La Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación experimenta un aumento presupuestario de 227 millones de euros (+15%) y la partida dedicada a ayudas directas y a subvenciones un incremento del 11,3%, los organismos públicos de investigación van a recibir 20,5 millones de euros más, y el Centro superior de investigaciones científicas y el Instituto de salud Carlos III verán aumentado sus presupuestos en un 2% y en un 1,5% respectivamente.

Personal investigador

Uno de los objetivos prioritarios de las reformas en marcha, ha sido que la crisis afectara lo menos posible al mejor activo del sistema: los investigadores. España se siente orgullosa de sus científicos y de su capacidad por avanzar en el conocimiento. En los dos últimos años hemos conseguido la tasa reposición del 100% de los investigadores de los centros públicos de investigación y de las universidades, lo que va a permitir rejuvenecer las plantillas por encima de otros colectivos.

"Caminaremos hacia un sistema de recursos humanos científicos más flexible".Del mismo modo, han aumentado las ayudas para investigadores predoctorales, postdoctorales, tecnológicos y técnicos (2.847 plazas en 2015), recuperando las bonificaciones por las cotizaciones a la Seguridad Social para los investigadores y hemos apostado por la diplomacia científica.

Los objetivos del Partido Popular en la siguiente legislatura tienen mucho alcance para los investigadores, ya que se regulará un Estatuto del Investigador Laboral Fijo para avanzar hacia un sistema de recursos humanos científicos más flexible y que favorezca la incorporación de jóvenes investigadores.

En nuestra idea de aumentar la transformación del conocimiento en innovación, también queremos asegurar una compensación de los investigadores que obtienen patentes, para que reciban al menos el 50% de la riqueza que generen.

Hacia una Economía del Conocimiento

Para un construir una cadena de Investigación, Desarrollo e Innovación que genere crecimiento y riqueza, no sólo es necesario el Estado y la financiación pública. Es necesario que los agentes de la I+D+i empresarial asuman el reto de desarrollar los resultados de la investigación y transformarlos en verdaderas innovaciones. Y para conseguir dar ese paso hay que proporcionar un entorno que favorezca la inversión, seguridad jurídica para las empresas y estabilidad económica.

Observadores internacionales independientes vienen concluyendo desde hace años que nuestro país necesita avanzar en reformas estructurales de nuestro sistema de investigación. Elementos como la fragmentación de la actividad investigadora, los diferentes agentes públicos que la financian (Gobierno Central y Comunidades Autónomas), el bajo índice de transformación de los conocimientos obtenidos en investigación básica y preclínica en verdadera innovación útil y que llegue al mercado, una financiación privada que no llega a 52% (lejos de la media europea que es el 66%) o que los indicadores de calidad de nuestros centros de investigación nos sitúen en una posición intermedia son los principales retos que tenemos que afrontar.

"Las reformas que planeamos son estructurales, trabajando en el medio y largo plazo. La Ley de Ciencia y Tecnología fue el principio en 2011."Las reformas estructurales y sus efectos no se consiguen de la noche a la mañana y es necesario trabajar en el medio y largo plazo. Algunas medidas comenzaron en 2011 con la aprobación unánime de la Ley de Ciencia y Tecnología que Gobierno del Partido Popular ha comenzado a desarrollar en esta legislatura que finaliza. Para alcanzar una coordinación esencial, se ha creado el Consejo de Política Científica, Tecnológica e Innovación en el que están representados el Gobierno Central y todas las Comunidades Autónomas. Ha sido en el seno de este organismo donde se ha consensuado la primera Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación 2013-2020 y el primer Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica de Innovación, que establecen los objetivos prioritarios de la actividad de I+D+i de España en el marco de la Unión Europea.

También hemos puesto en marcha la Agencia Estatal de Investigación, que va a ser una herramienta de extraordinaria importancia para sacar la financiación pública de la investigación de la influencia de los ciclos económicos y presupuestarios, gracias una regulación más flexible y un presupuesto plurianual.

Para el Partido Popular es básico que la financiación pública de la investigación complete el ciclo de la economía del conocimiento, es decir, llegar al mercado y que se traduzca en mejoras que afectan a la vida de los ciudadanos. Que la ciencia tenga retorno social.

A diferencia de otros partidos políticos que no generan confianza ni seguridad jurídica en los agentes de la I+D+i empresarial, el Partido Popular ha conseguido mejorar los principales indicadores de la actividad económica como el Indicador de Confianza de los Consumidores y el Indicador de Confianza Empresarial.

Por eso en nuestro proyecto nos proponemos alcanzar un “Acuerdo por la Ciencia” que proporcione estabilidad al sector. Del mismo modo queremos asegurar una financiación sufienciente y superar el 2% del PIB destinado a Ciencia y, gracias al futuro crecimiento económico y la consolidación fiscal, llegar al 3%.

Nuestro reto como país es involucrar a todo el tejido de la I+D+i en una tarea esencial como es la creación de riqueza y de oportunidades para que, aprovechando la labor que realizan nuestras instituciones académicas e investigadoras, afiancemos el futuro de España como sociedad avanzada y economía del conocimiento.


Este artículo forma parte de las tribunas que hemos invitado a escribir en Hipertextual a los principales partidos políticos.

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