Tras independizarme hace dos años experimenté una caída en picado de la calidad promedio de mi alimentación. Poco tiempo y menos ganas que dedicar a la cocina me provocaron un aumento de peso atribuido claramente a grasas saturadas y azúcares más que a masa muscular, consecuencia de acudir demasiado a menudo a la comida rápida o a precocinados, así como a una insana costumbre de picar comida insalubre entre horas o de hacer de la nevera un polvorín cada fin de semana. La última vez que me pesé en la báscula antes de comenzar el mes Joylent me sentí como cuando mi ex-novia me dijo que quería una BlackBerry o como cuando intenté hacer un viaje con Apple Maps: derrotado. Había que poner remedio y dejar la alimentación-basura.

Descartadas las vías tradicionales, principalmente por incompatibilidad de horarios y actividades, me planteé probar Joylent, que no está pensado para adelgazar ni para engordar, sino para dar al cuerpo lo que necesita... ni más ni menos. El 9 de enero de 2015 me llegó la primera caja con comida suficiente para un mes. No está pensado para sustituir por completo a la comida, más por temas psicológicos que nutricionales, pero quería experimentar qué ocurría en mi cuerpo alimentándome todo un mes con Joylent. Empecemos por el principio.

¿Qué es Joylent?

Joylent(smooth)

Joylent es la versión europea, sin más relación que un concepto y un nombre casi idénticos, de Soylent, un producto nacido en Estados Unidos para sustituir a la comida con batidos que aportan todos los nutrientes que necesita un cuerpo humano al día.

Joylent llega en forma de bolsas de medio kilo de peso, aproximadamente, que son suficientes para un día entero. La idea es dividirla en tres para hacer un batido con cada parte (desayuno, comida, cena), pero Es importante: calcula la dosis que realmente necesita tu cuerpo.no importa si se divide en cuatro o en cinco. Al fin y al cabo entran las mismas calorías en el cuerpo, lo cual nos lleva al siguiente punto: las calorías que necesitamos.

Cada bolsa tiene 2.100 calorías, justo lo que yo necesito por mi género, estatura, peso y actividad diaria. Pero no todos necesitamos las mismas calorías, así que en el caso de que necesites menos, todo es calcular el peso de la dosis para adecuarla a tu metabolismo. Una báscula electrónica de precisión es la mejor aliada, y se pueden encontrar por 15 o 20 euros. Puedes conocer tu necesidad calórica diaria con una visita al nutricionista o endocrino, para hacerte una idea hay varias calculadoras en la red:

- Cálculo del consumo de calorías necesarias
- Calculadora de calorías Harris Benedict

Esto es importante: no todo el mundo necesita una bolsa de Joylent al día, hay quien necesita más, hay quien necesita menos, y hay quien le basta con esa cantidad. Ten en cuenta que deberás conocer esta cantidad e ingerir Joylent en la medida adecuada.

Ahora en serio, ¿de qué esta hecho Joylent?

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Sus ingredientes son harina de avena, harina de soja, proteína de suero, maltodextrina en polvo, semillas de linaza, cacao en polvo y fruta liofilizada. Con esta mezcla ofrece al menos el 100 % de la dosis recomendada de todos los nutrientes que necesita el cuerpo humano.

Está en cuatro sabores: vainilla, fresa, chocolate y plátano. Se puede hacer un pedido de únicamente un sabor o combinar los cuatro, pero no sólo dos o sólo tres, al menos de momento.

Su composición nutricional básica es la siguiente, por bolsa:

- Calorías: 2.119 kcal (el 106 % de la ingesta diaria recomendada, aunque como ya he dicho, es muy relativo, y Joylent debería aclararlo en su web).
- Hidratos de carbono: 267 gramos (107 % de la IDR).
- Hidratos de los cuales son azúcares: 30 g de cada 267 g.
- Proteínas: 134 gramos (108 % de la IDR).
- Grasa: 53 gramos (97 % de la IDR).
- Grasas saturadas: 8 g de cada 53 g.
- Grasas monosaturadas: 15 g de cada 53 g.
- Grasas polisaturadas: 27 g de cada 53 g.
- Fibra: 32 gramos (116 % de la IDR).

La composición nutricional completa se puede encontrar en la web de Joylent.

¿Qué NO es Joylent?

Joylent no tiene nada que ver con esto. Imagen: <a href=
Better Bodies Glasgow." width="610" height="407" class="size-large wp-image-318630" /> Joylent no tiene nada que ver con esto. Imagen: Better Bodies Glasgow.

Por su apariencia, por mezclarse con agua en un agitador y por estar envuelto en términos sobre nutrición, puedes pensar que esto es algo como los batidos proteicos o la suplementación para deportistas, en el imaginario popular más asociados a la figura del asiduo del gimnasio, al que cincela su cuerpo entre mancuernas y bancas. No, Joylent no tiene que ver con todo esto más allá del parecido físico.

Joylent no es únicamente un suplemento de proteínas, de carbohidratos, de BCAA's o de creatina. Joylent no se toma para lograr un objetivo físico como adelgazar, reducir la grasa corporal, aumentar volumen o mejorar la resistencia. Joylent es un sustituto de la comida tradicional para que cuando cada persona lo desee, lo tome.

La vida con Joylent

Joylent 02

“Tranquilo, sólo es agua con polvos, ¿qué puede pasar?”, me digo a mí mismo recordando el festín de despedida que me pegué la noche anterior. Es el primer día “comiendo” únicamente Joylent. Agito la mezcla (un tercio de la bolsa más agua a voluntad). Demasiado espeso, algo más de agua. Perfecto. Allá voy. Oh, sabe bien. Más que aceptable. Definamos así cada sabor:

- Vainilla: el mejor, a mi gusto. No es vainilla como la de los batidos y helados (sería muy mala señal que lo fuera), sino más bien sabe a avena aromatizada.
- Fresa: el peor. Como bien dijo Álex Vega, sabe a batido de fresa… pasado por arena. Bebible, pero desde luego no es mi elección.
- Chocolate. O “chocolate”. Nos evoca a él cierto aroma, está mejor que el de fresa pero peor que el de vainilla.
- Plátano. El segundo mejor, con un sorprendente regusto a plátano (a estas alturas no esperaba algo así).

Spoiler: el día 19 con Joylent hice el pedido para el mes siguiente, y fue únicamente de vainilla.

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Joylent es extremadamente cómodo: no hay que pasar por el supermercado, no hay que cocinar, ni “perder” mucho tiempo comiendo, ni limpiar el menaje y utensilios de cocina. Es bastante sorprendente vivir teniendo que dedicar no más de 10 minutos diarios a preparar, ingerir y limpiar lo que necesitamos para realizar tres comidas diarias.

Siguiente fase: miedo a no tener la energía suficiente, a sentirme como un zombie. Salí a correr esperando no desfallecer en pleno entrenamiento o sin energía para poder correr más que 4 kilómetros.Joylent es increíblemente cómodo para el día a día, pero no se me ocurriría volver a pasar 30 días sin probar la comida normal, al menos de vez en cuando. Nada de eso, tras 48 horas únicamente con Joylent todo fue como siempre.

Cuando llegó el octavo o noveno día, noté cierto dolor en los dientes. Sospeché que por no usarlos para masticar en todo ese tiempo. Me preocupó que el dolor fuera a más o que tuviese consecuencias físicas. Por suerte, esa molestia no duró más de un día y medio y no he vuelto a notarla.

Seguía pasando el tiempo y yo seguía únicamente con Joylent y agua, más alguna Coca-Cola Zero (ya que tiene cero calorías y no debería influir) al ir a los bares. Ahí entra otro aspecto importante: extrañar la comida como placer y no sólo como necesidad fisiológica. Dicho eso, me encanta la sencillez de Joylent, es minimalismo en estado puro, aunque desde el tercer día comencé a extrañar a mi tailandés preferido. Mucho. Miraba al cielo recordando esos sabores y texturas. Sólo faltaba que el simpático camarero nativo se me apareciera fundido entre las nubes, en plan Marco recordando a su madre. Eso sin duda es lo peor de limitarse a Joylent: la ansiedad que entra por momentos al echar de menos la comida que nos encanta. Los días siguientes pasaron similares en ese sentido: amo la sencillez e inmediatez de Joylent, pero sé que nunca más me limitaré a Joylent durante tanto tiempo.

La evolución de mi peso

Mi "récord" histórico se produjo el día 1 a.J. (antes de Joylent) en el que me pesé. Dice el refrán que "de opíparas cenas están las sepulturas llenas", y yo nunca me había dado un festín culinario como el de estas fiestas navideñas. La cosa ya era preocupante. Aclaración: mido 1.89 metros, nunca he estado cerca de la obesidad, pero el porcentaje de grasa corporal ya estaba en niveles que necesitaban un descenso.

- 9 de enero: 86.1 kg.
- 16 de enero: 85.3 kg.
- 23 de enero: 84.0 kg.
- 30 de enero: 83.1 kg.
- 6 de febrero: 82.2 kg.
- 8 de febrero (último día): 81.8 kg.

Entiendo perfectamente la bajada irregular de peso: algunos días de mayor estrés y movimiento se traducen en una bajada más rápida. En cualquier caso, compañeros de trabajo y amigos me iban notando las bajadas de peso.

Análisis sanguíneos

El primer análisis de sangre me lo hice el tercer día con Joylent, cuando los efectos todavía serían inexistentes. Tras mis festines gastronómicos navideños esperaba ver mi sangre espesa, pero no fue (tanto) así. Sí descubrí algunas particularidades, como que mis leucocitos linfocitos están en niveles algo bajos (viendo mi historial médico, aparentemente es algo crónico y no preocupante), y los eosinófilos algo por encima del límite normal de 500/ml (nuevamente, mi historial lo confirma como algo congénito y normal en mí, nada grave). El resto se movían en niveles normales que apenas han experimentado variaciones desde que comencé los 30 días de Joylent:

- La glucosa estaba en niveles cercanos al tope aconsejable de entre 70 y 110/ml: 101/ml. Tras 30 días, ha bajado a 77/ml.
- El colesterol estaba en 188 mg/dl, cuando lo recomendable es entre 120 y 200 mg/dl. Existen dos tipos de colesterol: el HDL es el conocido como "colesterol bueno", la proteína que transporta el colesterol desde las arterias hasta el hígado. De HDL (recomendable entre 42 y 90 mg/dl) di un valor de 74 mg/dl, tras 30 días bajó a 51 mg/dl. El otro tipo es el LDL, el que se acumula en las células de las paredes arteriales. Son los que en el caso de valores muy altos pueden llegar a obstruir las arterias y derivar en infartos u otras enfermedades cardiovasculares graves. El valor recomendable es de entre 0 y 160 mg/dl. Di un valor de 133 mg/dl; tras 30 días bajó a 52 mg/dl.
- La creatinina, compuesto obtenido de la degradación de la cretina que sirve de nutriente para los músculos, debe tener un valor de entre 70 y 110 ml/min. En la primera prueba di un resultado de 73 ml/min. Tras 30 días pasé a tener 79 ml/min, una subida ligera pero que por mi metabolismo es algo destacable.
- El hierro se encarga de transportar el oxígeno al resto del organismo. Su nivel normal está entre 50 y 150 mg/dl. En la primera prueba di 88 mg/dl. En la segunda, 30 días después, 99 mg/dl.

El resto de componentes del análisis del hemograma y el análisis bioquímico, como plaquetas, transminasas, calcio, sodio, bilirrubina, potasio, triglicéridos, fosfatasa alcalina, urea, o ácido úrico tienen valores muy similares. En algunos casos, los valores recomendados no tienen una amplitud tan grande como los anteriores.

Ventajas

- Es muy barato. Comprando 30 bolsas (90 comidas) sale a 5.5 euros diarios a los que sólo hay que añadir el gasto del agua con la que se mezcla.
- Es rápido. Como dije, en tres minutos da tiempo a prepararlo, agitarlo, bebérselo y limpiar el agitador. Puedo hacer más actividades diarias gracias al ahorro de tiempo.
- Siempre está ahí. Con una compra mensual nos evitamos los clásicos casos de llegar a la nevera y al ver que no hay nada / nada apetecible, acabar tirando de comida rápida o a domicilio, con lo que nos perjudica eso al bolsillo o a la salud. O ambas.
- Higiene. A veces hay situaciones en las que no podemos lavarnos los dientes tras comer, cuando lo hacemos fuera de casa. Con Joylent, un vaso de agua es suficiente para salir del paso.
- Sensaciones. Ya no me despierto con pesadez y apatía como antes sucedía en ocasiones. Tengo algo más de energía vital. La dieta, por si alguien no lo tiene en cuenta, afecta en todo. Meter en el cuerpo grasas saturadas y azúcares en exceso tiene consecuencias muy perjudiciales desde la primera digestión.

Inconvenientes

- El factor social. Las primeras veces que salía a comer, cenar o tomar algo con amigos o familiares me molestaba en explicarles lo que estaba haciendo. Con ellos aún es asequible. Cuando hay una cena con 10 personas de las cuales 6 no son de tu primera o segunda línea de amistad y tienes que explicarles que estás en un proceso de 30 días comiendo polvos, porque quieres, sin un fin como el de adelgazar, es complicado. Así que lo acabé resolviendo argumentando que ya había cenado, que tenía molestias estomacales o comentarios por el estilo. Todo para no llamar aún más la atención que cenando únicamente una Coca-Cola Zero.
- Comer por placer. En ocasiones he tenido prácticamente ansiedad por querer comer algo delicioso, por morder y masticar comida de verdad. Eran rachas que llegaban y se iban más adelante para volver después. Lo cual, con una comida al menos eventual, se hubiese subsanado.
- Lo mal visto que está comer polvos... y transportarlos. Como la anécdota del control de seguridad del aeropuerto, cuando me costó una llamada al Guardia Civil pasar con cuatro bolsas de Joylent en la maleta, y una cara de compasión del susodicho al explicarle de qué se trata.

Principalmente esos tres. En general, vivir con Joylent es una experiencia cómoda que amplía el tiempo libre y te hace ahorrar bastante dinero, pero no recomiendo a nadie limitarse únicamente a Joylent. Incluso en las muy estrictas dietas de cuerpos cincelados en horas de gimnasio hay una comida trampa o ¿La comida del futuro? Posiblemente, pero como opción y no como rutina.cheat-meal semanal, que básicamente permite comer durante una única comida (no “día”) de la semana todo lo que se quiera, por muy grasiento y poco nutritivo que sea.

Al margen de eso, tengo pensado seguir consumiendo Joylent por todas sus bondades… pero alternando de vez en cuando (¿tres, cuatro, cinco comidas normales semanales?) con comida “de verdad”, hecha en fogones y no en laboratorio, de consumir con cuchillo y tenedor y no con un agitador. Para mí, ese sería mi equilibrio perfecto. Insisto, el mío, que no tiene por qué ser el mismo que el tuyo. Mi compañero César tiene otra opinión distinta sobre Joylent y la comida del futuro.

Conclusión

Joylent me ha resultado una gran opción para alimentarme de forma fácil, rápida, y aparentemente sana, salvo que algún día se demuestre lo contrario a largo plazo. Pasar 30 días sin probar otra cosa que no sea alguna Coca-Cola Zero es terrible y no lo recomiendo a nadie. La idea de usar Joylent como base y comer de forma sana (arroz con pollo, parrillada de verduras, pescado, fruta...) una vez al día o cada dos días me parece mucho más apetecible.

Resumen para vagos: sigo vivo, mi peso y cuerpo están en valores más normales y saludables, no pienso pasar 30 días sin probar la comida normal nunca más, voy a seguir con Joylent.

La idea de no comer nada más que Joylent durante tres días era con la intención de llevar este producto al extremo y comprobar qué cambios ocasionaba en el cuerpo. Han sido positivos: he perdido peso, mi análisis de sangre son bastante más saludables y en general me siento con algo más de energía y sin pesadez o apatía. Ya he pedido mi segunda caja y ya pienso en cómo pediré la tercera. También tengo claro que no pienso volver a pasar 30, 15 ni 10 días sin comer nada más que Joylent.

¿Quieres probarlo? Puedes echar un ojo a la web de Joylent.