La semana pasada, nos llamó la atención que el gobierno de los Estados Unidos incautó un dominio desde el cual se promovían actividades que violaban las leyes de un estado, pese a que la dirección correspondiente fue solicitada en otro país. Pues bien, lejos de ser un mero caso aislado, se trata de una consecuencia más de la Operación En Nuestros Dominios, abarcando incluso los dirigidos (originalmente) a organizaciones sin fines de lucro.

Según Nicole Navas, la portavoz del Immigration and Customs Enforcement (ICE), dicho organismo ya se ha apropiado de unos 750 dominios. La cuestión es que muchos de ellos no fueron registrados ante compañías estadounidenses, sino que se contrataron por medio de firmas extranjeras. Este fue el caso del sitio de apuestas bodog.com, que efectuó el trámite de su dominio ante la canadiense DomainClip.

El problema es que Verisign, la empresa designada por ICANN para administrar los servidores raíz, sí tiene sede en los Estados Unidos y responde positivamente a los requerimientos legales que está en condiciones técnicas de cumplir. Lo mismo ocurre con el Public Interest Registry, que administra el sufijo .org, el cual no se encuentra limitado únicamente a ONGs, como sí suele suceder en algunos países.

La cuestión es que, aparte de soluciones técnicas como crear DNS descentralizados, existen proyectos como la International Telecommunications Union, afiliada a la ONU, organismo desde el cual se propone una administración conjunta entre varias naciones. Ahora bien, en épocas de SOPA y PIPA... ¿cederá el gobierno de Obama tan fácilmente el control? Al menos por el momento, parece estar bastante claro que no.

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