Los avances en innovación tecnológica nos demuestran en muchas ocasiones como resulta sumamente sencillo invertir el valor y la capacidad inicial de una tecnología en otra muy diferente para la que se creó. Ahí está el ejemplo más claro de Kinect, cuyo cometido inicial dista mucho del valor actual. En este caso, el avance al que ha sido sometido el invento va mucho más allá de lo puramente lúdico, llegando a convertirse estos días en un valor añadido para la medicina y las operaciones quirúrgicas.

El caso contrario lo podríamos encontrar en Chatroulette, cuyo fin era bastante sencillo y simple a primera vista. Una pequeña red donde se entrecruzan los vídeo chats y la gente conocía a otros usuarios. En muy poco tiempo fue utilizada como plataforma exhibicionista de muchos, llegando a relatarse historias con alto voltaje erótico (por decirlo de una manera suave) y por lo tanto, en perjuicio del propio programa, ya que el acceso, aunque restringido a una edad, era lógicamente inadecuado para muchos.

El último avance en ciencia viene a poner algo de luz a la mala utilización de un servicio como Chatroulette. Desde la Universidad de Colorado, los científicos de computación han desarrollado un software capaz de detectar y censurar ciertos actos "obscenos" en los chats con vídeo. Tal y como cuenta Xinyu Xing una de las desarrolladoras del proyecto, el motivo inicial se basó en el gran número de menores que se encuentran expuestos a las malas prácticas de muchas redes sociales.

Conocido como 'SafevChat', se desarrolló un algoritmo capaz de detectar a los "infractores" y poder expulsarlos de un alojamiento. A diferencia de lo que se había utilizado hasta ahora en servicios como Chatroulette y similares, un mecanismo llamada 'crowdsourcing' basado en los vídeos y la capacidad humana, 'SafevChat' se basa en un algoritmo que detecta actos a través de varios criterios diferentes para luego fusionar los resultados antes de decidir si la imagen se acepta o no.

El principal problema al que se enfrenta una tecnología así tiene que ver con poder diferenciar la piel del resto de factores que se incluyen en una imagen o vídeo. Para superar este problema, el algoritmo combina la detección de piel con la detección de movimiento, comparando fotogramas secuenciales para ver si la piel está o no en movimiento. Para diferenciar la cara del resto del cuerpo usan los ojos y la nariz como elemento diferenciadores. Los resultados se fusionan y la imagen se clasifica entre apta o no apta tras el análisis de los datos.

En cualquier caso, está por ver como funciona a largo plazo. Actualmente Chatroulette tiene el servicio de 'SavevChat' en pruebas y los primeros resultados son más que satisfactorios. Desde la web ofrecen un vídeo explicativo con el funcionamiento del algoritmo.

Vía: Technology Review

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: