Sinners es algo más que una buena película de vampiros. Que lo es y gracias a la habilidad de Ryan Coogler (Black Panther y Wakanda Forever), para explorar en el mito del monstruo clásico desde un nuevo punto de vista. También, es una combinación explosiva de un western, con una historia terrorífica sobre el mal. Todo con una brillante banda sonora que combina blues y jazz con habilidad y buen gusto. 

Para eso, sigue a los gemelos Smoke y Stank (Michael B. Jordan en doble papel), dos bribones de cuidado en la Mississippi profunda de 1932. Luego de siete años en Chicago, los hermanos deciden regresar al pueblo en que crecieron, para abrir un juke joint para la localidad. Algo que, además, les permitiría seguir con sus negocios ilegales bajo una fachada más o menos respetable. Sin embargo, pronto tendrán que enfrentar algo más tenebroso e inexplicable, llegado para poner a prueba su fortaleza física y espiritual. 

En medio de este escenario inclasificable, Ryan Coogler logra crear una revisión intrigante al mito de los bebedores de sangre inmortales. Pero no es la primera vez que una película lo hace. Para explorar en el tema, te recomendamos cinco películas de vampiros para ver si te gustó Sinners. De la historia de dos amantes monstruosos a lo largo de los siglos, hasta una amistad tenebrosa entre un niño solitario y una criatura tenebrosa. Todos para los amantes del terror desde una perspectiva sofisticada. 

Solo los amantes sobreviven (Movistar Plus+) 

Jim Jarmusch tomó el mito del vampiro y lo convirtió en una sofisticada y decadente historia de amor. Por lo que la trama sigue a Eve (Tilda Swinton), una centenaria bebedora de sangre que comparte una relación dolorosa y complicada con Adam (Tom Hiddleston). Este último, un poeta isabelino vampírico que no logra adaptarse al mundo contemporáneo.

Juntos, intentarán sobrevivir al tedio de la eternidad, a través de profundas conversaciones existencialistas y la conciencia del mal, convertido en un debate ético. Pero además, esforzarse por sobrellevar su apetito por la sangre en una época en que cada sorbo parece ser un riesgo. Sin embargo, Jarmusch está más interesado en la pesadumbre lánguida de sus vampiros, que en su naturaleza violenta.

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Por lo que buena parte de la película, transcurre entre escenas en habitaciones góticas y las demostraciones de amor entre los amantes vampiros. La cinta ideal para los que quieran explorar en la idea de la inmortalidad desde un ángulo sensible y elegante. 

Abigail (SkyShowtime)

La imagen de un vampiro de apariencia infantil, es una de las más terroríficas en el género del terror. Y pocas veces, se ha explorado desde sus posibilidades más sangrientas y depravadas que en esta cinta de 2024. Cuando un grupo de torpes secuestradores reciba el encargo de secuestrar a una niña (una magnífica Alison Weir), no imaginan que detrás de su rostro delicado, se esconde algo más.

Mucho menos, que se trata de un monstruo mortífero con un apetito voraz que los asesinará uno a uno de las formas más retorcidas y espeluznantes imaginables. Pero Abigail además, es la puerta abierta hacia un misterio más aterrador, que llevará a sus víctimas a descubrir la identidad de una criatura legendaria, famosa por su crueldad.

Entre el gore más brutal y una mitología más o menos elaborada, la cinta es tan divertida como macabra. Atención a su escena final, con la relevación más inesperada, llegando para sorprender en el último momento. Ideal para los amantes del lado más brutal del vampiro. 

Drácula de Bram Stoker (Netflix)

Antes de Nosferatu estuvo Drácula de Bram Stoker. De hecho, la adaptación de Francis Ford Coppola de la inmortal novela inglesa, plantea los mismos temas que la obra de Robert Eggers. Solo que desde un punto de vista más romántico y erótico. Por lo que para la ocasión, Drácula (Gary Oldman), es algo más que un monstruo en busca de sangre y más cercano, a un amante en perpetua agonía. 

De modo que en medio del ya conocido relato del viaje de Drácula de Transilvania a Londres, Coppola compondrá un romance gótico a toda regla. También, una visión retorcida y oscurísima acerca del deseo, el anhelo y la necesidad de poseer. Todo en medio de habitaciones barrocas repletas de belleza con un toque de extraña oscuridad.

Pero al final, esta es una historia de vampiros y lleva los tópicos del género a un nivel por completo nuevo. Tanto, como para que su desgarradora escena de cierre, sea una combinación de un clásico de horror por derecho propio y el final de una historia de amor trágica. La opción idónea para románticos empedernidos. 

Entrevista con el vampiro (Filmin)

El clásico, basado en la novela homónima de Anne Rice publicada en 1976, nació para ser escandaloso. La historia de Louis (Brad Pitt en uno de sus papeles tempranos) y su caída en los infiernos del deseo y la inmortalidad, ya de por sí es siniestra. En especial, cuando tanto el texto como la película equiparan su dolor interminable con una metáfora muy poco disimulada sobre el deseo reprimido y lo erótico.

Pero si a la mezcla se incluye a Lestat, un vampiro hedonista, bisexual y violento (Tom Cruise), el relato se hace más decadente y perverso. En especial, cuando esta pareja de amantes inmortales, incapaces de estar juntos, pero tampoco de separarse, cometa el mayor pecado. Convertir a una niña de apenas 11 años (Kirsten Dunst) en vampira, para sobrellevar la soledad mutua.

Excesiva, dolorosa y con una puesta en escena exquisita que consagró a Neil Jordan en Hollywood, esta película de 1994 marcó un hito en su estreno. Mucho más, dejó claro que el mundo de los vampiros todavía tenía mucho para explorarse y en especial, desde una perspectiva subversiva que todavía, resulta atractiva.

Déjame entrar (Filmin)

Esta preciosa y oscurísima adaptación sueca de la obra de John Ajvide Lindqvist estrenada en 2008, es una pieza de arte por derecho propio. En particular porque el director, Tomas Alfredson, supo captar la ternura perversa y dolorosa de una historia angustiosa. Eli (Lina Leandersson), es una niña misteriosa que se muda al piso junto al de Oskar (Kåre Hedebrant), un chico solitario y maltratado. 

Juntos, entablarán una amistad extraña que, poco a poco, se revelará como un vínculo profundo y romántico. Especialmente, cuando Oskar descubra el secreto de Eli y lo que le ha llevado, a ser una niña por más de tres siglos. Terrorífica, profunda y con una conclusión conmovedora, es un clásico reciente, digno de revisitar si te gustó Sinners.