El veterano director Ridley Scott ha confirmado su opinión acerca de la presunta jubilación de Quentin Tarantino. El cineasta responsable de obras como Pulp Fiction o Malditos Bastardos siempre ha asegurado que tras su décima película se retiraría del cine. Por tanto, solo le queda un estreno más antes de dejar la profesión para siempre. Pero el británico, que ahora estrena la esperadísima Gladiator 2, no cree a su compañero.

Así lo ha confesado en una entrevista concedida a The Hollywood Reporter. En ella, Ridley Scott ha explicado por qué no quiere dejar de dirigir nunca a pesar de tener ya 86 años. "Es mi pasión y, por lo tanto, mi placer. Creo que es lo que realmente me motiva", reconoce. "[Lo dejaré] cuando me vaya. Quiero decir, Clint [Eastwood] tiene 92 años", recuerda, si bien el mencionado director tiene ya 94 años. Por eso, no compra la idea de que Tarantino pueda jubilarse a su edad, cuando apenas tiene 61 años.

Ridley Scott Gladiator 2

"No me creo esa mierda. Cállate y ve a hacer otra película", le pide. Y es que entre ambos existe una conexión muy personal. "Quentin escribió algunas cosas para mi hermano. Se llevaron muy bien", indica Ridley Scott. Concretamente, Tarantino y Tony Scott trabajaron juntos en filmes como Amor a quemarropa. "Yo no estoy seguro de haberlo conocido", menciona a su vez el director de Alien.

Curiosamente, Ridley Scott pudo haber dirigido hace unos años Top Gun: Maverick, pues la primera fue obra d sus hermano, que se suicidó en 2012. "Me pidieron que la dirigiera y yo dije: 'No quiero seguir los pasos de mi hermano'. Tony siempre estuvo interesado en la actualidad. Gran parte de mi trabajo es histórico, fantástico o de ciencia ficción. A Tony no le gustaba la fantasía, cosas como Alien, Blade Runner o Legend", explica. Por eso, él desechó hacer la secuela con tom Cruise, cediendo el testigo de su hermano a Joseph Kosinski.

Ridley Scott Gladiator 2

Juventud eterna

Para Ridley Scott, dirigir es su gran pasión. Y en dicha entrevista también explica la clave que le permite seguir tan activo con filmes exigentes de la talla de la propia Gladiator 2. "He aprendido a eliminar toda la basura. No se pueden tener 40 proyectos en desarrollo. Es una mala idea. Normalmente tengo tres o cuatro", cuenta. Esa es su manera de conservar la energía y poder darlo todo en cada nueva película.

De hecho, recuerda que desde Gladiator, que se estrenó en el año 2000, ha conseguido hacer 16 largometrajes. Un número escandalosamente alto en comparación a otras leyendas del cine. Pero a él el número se le queda incluso corto. "Siempre he envidiado a los actores por poder hacer dos o tres películas al año. No tienen que hacer ninguna preparación, salvo aprenderse sus líneas. Yo tengo que escribirlas, presupuestarlas, elegir el reparto, rodarlas, hacerlas, editarlas y distribuirlas. El actor solo tiene que presentarse y hacer su maldito trabajo", bromea Ridley Scott.