El Aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam ha sido testigo de un trágico accidente en el que una persona ha fallecido tras ser succionada por el motor de un avión. La aerolínea encargada de operar el vuelo era la neerlandesa KLM y, por el momento, se desconoce qué acontecimientos desencadenaron este hecho.

El accidente ocurría este miércoles y era presenciado por los integrantes del vuelo y algunas personas que ocupaban las puertas de embarque cercanas al avión. "Nuestros pensamientos están con los familiares y estamos preocupados por los pasajeros y colegas que han presenciado esto", comentaba en una nota el Aeropuerto de Schiphol.

Han sido las autoridades las encargadas de confirmar la causa de la muerte: "una persona ha caído en el motor en marcha de un avión y ha fallecido". Eso sí, se desconoce si se trataba de un pasajero del vuelo, un trabajador del aeropuerto o alguien de la tripulación de la aeronave.

De hecho, cuando el vuelo fue cancelado, algunos pasajeros del mismo fueron atendidos por los servicios de ayuda a las víctimas del Aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam. KLM no ha dado demasiadas explicaciones y, según podemos leer en El Mundo, la gendarmería neerlandesa ya está abriendo una investigación sobre lo sucedido.

KLM y el Aeropuerto de Schiphol también han confirmado que este incidente no está afectando a ninguno de los vuelos programados de los próximos días, por lo que si vas a volar a Ámsterdam es probable que tu viaje no haya sufrido ningún cambio.

Los protocolos de seguridad fallaron

Como ya te hemos comentado, se desconoce qué ocurrió con el avión de KLM, pero que los protocolos de seguridad fallaron es algo obvio dado el alcance del accidente. Las turbinas a reacción de los aviones comerciales son peligrosas, y así se reflejan en las medidas que los pasajeros, tripulantes y personal de aeropuerto debe cumplir.

Para el pasajero todo es transparente, incluso cuando embarca a pie de pista. Los motores están apagados y el capitán se asegura de mantenerlos en este estado hasta que se confirma el cierre de las puertas. Pero claro, el personal que opera el vuelo desde el exterior debe seguir realizando ciertas labores.

Actualmente, gran parte de las aerolíneas fijan un cordón de seguridad invisible que recomienda estar a más de 10 metros de toda la parte delantera. Por debajo de esta distancia, los motores del avión pueden generar una gran succión incluso cuando están arrancando.

Motor de avión
Imagen de WATOP

De hecho, este incidente no es único. Históricamente, han sido varias las personas que han sido succionadas por el motor de un avión, ya sean pasajeros o personal del aeropuerto. Uno de los casos más sonados es el del Aeropuerto de Salt Lake City, en Utah, donde un hombre consiguió librar los controles de seguridad y corrió hacia un avión en marcha con intención de pararlo. El resultado, como puedes imaginar, fue su fallecimiento.

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