Tenemos muy normalizado que existan personas zurdas, pero no tanto lo curioso que es en realidad. Está claro que los seres humanos somos capaces de adaptarnos a utilizar cualquiera de nuestras manos. A la vista está que los diestros que pierden la mano derecha por algún motivo acaban aprendiendo a usar la izquierda con soltura. Pero resulta llamativo que, de forma natural, la mayoría de nosotros usemos de forma predominante la derecha. Solo un 10% de los humanos son zurdos. Es un porcentaje que se mantiene a lo largo de todo el mundo y ha sido constante en toda la historia. No depende de la cultura ni parece tener factores que predispongan a ello más allá de los genes. No obstante, un nuevo estudio señala que sí que podría tener relación con algo aparentemente inconexo: el autismo.

Por supuesto, el estudio no concluye que todos los autistas sean zurdos ni todos los zurdos autistas. Sin embargo, al analizar los genes de más de 350.000 personas, comprobaron que parece haber una predisposición genética a los trastornos del neurodesarrollo y una relación directa con genes asociados al autismo.

La causalidad no está del todo clara, aunque sí hay ciertas hipótesis. Eso sí, con lo que no han encontrado relación ha sido con las enfermedades neurodegenerativas. En el pasado se pensaba que también podrían estar conectadas con la predominancia de la mano izquierda, pero este estudio no ha encontrado ninguna asociación al respecto.

La genética de los zurdos

Durante mucho tiempo se ha pensado que el zurdismo podría estar relacionado con los genes. Al fin y al cabo, no es raro ver cómo se hereda de padres a hijos. No obstante, no fue hasta hace poco que se empezaron a señalar los primeros genes involucrados. A día de hoy se conocen unas 41 variantes genéticas distintas que parecen ser habituales en los zurdos. Las variantes genéticas hacen referencia a cambios fijos en el ADN que más habitualmente constituye un gen. 

De esas 41 variantes, muchas de ellas parecen estar relacionadas con genes asociados a la síntesis de tubulina. Esta es la proteína principal de unas estructuras, llamadas microtúbulos, que constituyen el citoesqueleto que da soporte a las células.

neuronas
El citoesqueleto de las neuronas es muy especial en comparación al de otros tipos celulares.

Todas las células tienen citoesqueleto. Sin embargo, en el caso de las neuronas, el suyo posee cualidades únicas en comparación a otros tipos celulares. Principalmente, se debe a que los microtúbulos del cerebro contienen tubulinas de diferentes isotipos. Además, la composición de los microtúbulos varía en función de la ubicación dentro de la neurona. Por ejemplo, la cola de la neurona, llamada axón, y las pequeñas ramificaciones de su cabeza, las dendritas, tienen distintas composiciones de tubulina, de manera que sus microtúbulos podrían llegar a tener especializaciones diferentes. 

Todo esto sugiere que las mutaciones, mejor llamadas variantes, de los genes que codifican las tubulinas pueden alterar especialmente la función de las neuronas.

¿Qué tiene que ver todo esto con el autismo?

Ya hemos visto que las variantes genéticas más abundantes en los zurdos podrían relacionarse con los trastornos del neurodesarrollo a través de un mal funcionamiento de las tubulinas. 

El Apple iPhone podría ayudar a detectar el autismo y otras afecciones de salud
Este estudio no quiere decir que todos los zurdos sean autistas ni viceversa. Crédito: Unsplash

Para saber exactamente de qué trastornos del neurodesarrollo se trata o si realmente hay una relación, un equipo de científicos del Instituto Max Planck de psicolingüística ha llevado a cabo recientemente un estudio en el que han participado 38.043 personas zurdas y 313.271 diestras. 

Al analizar sus genes, comprobaron que entre los zurdos había un 2,7% más de probabilidades de tener alteraciones en la composición del gen TUBB4B, asociado a la síntesis de tubulina. Además, entre ellos eran más frecuentes algunas variaciones en los genes DSCAM y FOXP1, asociados previamente con el autismo.

Debemos recordar que el autismo no es un trastorno como tal. Es todo un espectro con distintos niveles de afectación. En algunos casos puede que ni siquiera se detecte, por lo que puede que algunos zurdos estén dentro del espectro y no lo sepan. Pero también hay muchos zurdos que directamente no tienen ningún trastorno del neurodesarrollo.

Este estudio sirve para entender mejor las preferencias laterales de nuestro cerebro y cómo se relacionan con otras cuestiones que aparentemente no tienen ninguna asociación. Nadie hubiese imaginado que los zurdos podrían estar relacionados con el autismo, pero ahí están los datos que llevan a pensarlo. 

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