La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) ha comunicado a la CNMV la adquisición de acciones en Telefónica, equivalentes al 3% de participación en el capital social de la compañía, en respuesta a las intenciones del grupo saudí STC de entrar en el capital de la teleco Española.
Con este movimiento, el Gobierno de España se hace con una participación importante en el accionariado de una de las compañías más relevantes de España, y un vital en las infraestructuras de comunicación del país. En total, supone un desembolso de unos 700 millones de euros a cambio del 3% de las acciones de la compañía.
No obstante, no será el único comunicado que veremos a este respecto. Ya en diciembre, cuando saltó el asunto de STC y sus intenciones de entrar en Telefónica con el 9,9% del capital (5% por vía directa y 4,9% mediante derivados), el Congreso de ministros aprobó que la SEPI empezase a comprar acciones de la operadora hasta poder hacerse con un 10% del capital social de Telefónica.
Al momento del anuncio del Gobierno a través de la SEPI no hay noticias del grupo saudí, por lo que parece que se confirma la noticia de que habrían desistido de hacerse con una participación semejante en el operador Español.
La SEPI se hace con el 3% de Telefónica con el objetivo de comprar un 10%
Así las cosas, la empresa pública se hace con 3%, el umbral que obliga a comunicar la adquisición de las acciones, por lo que es de esperar que en los próximos meses siga haciendose con acciones hasta alcanzar el citado 10%.
Además, coincidiendo con el anuncio de la SEPI, también se ha sabido que CaixaBank, uno de los bancos accionistas de la operadora (junto con el BBVA), ha anunciado una reducción de su participación en la operadora desde el 3,510% hasta el 2,510%, aunque ambos anuncios no tienen relación entre sí.
El objetivo del Gobierno con su entrada en Telefónica a través de la SEPI no es otro que garantizar el mantenimiento de las acciones de la operadora en líena con los intereses de España.
La sociedad pública ha dejado claro en un comunicado que su entrada en Telefónica tiene como objetivo principal la salvaguarda de las capacidades estratégicas de una compañía estratégica para los intereses nacionales por su liderazgo en el sector de las telecomunicaciones y sus capacidades industriales, determinantes en áreas como la seguridad y la defensa.