El proyecto del Apple Car, cancelado después de 10 años por varios motivos, estaba “condenado” al fracaso a causa de las elevadas ambiciones de la compañía. Al menos, así lo sugiere Mark Gurman, de Bloomberg, quien en su último boletín de noticias ha revelado cómo Apple inició este proyecto con el objetivo de competir contra tesla y aumentar sus ingresos de una forma completamente diferente a como empezaron con el desarrollo del resto de sus productos.

Según el citado medio, Apple barajó dos posibilidades a la hora de comenzar el proyecto del Apple Car. Por un lado, apostar por un vehículo eléctrico con prestaciones que igualaran a los coches de Tesla, incluyendo un sistema de conducción autónoma que únicamente estaría disponible en algunas carreteras. Por otro, un modelo completamente autónomo, donde el conductor no tuviese que tocar el volante para llegar a su destino.

La compañía optó por empezar por la segunda opción para intentar repetir la fórmula tan exitosa del Apple Watch y el resto de sus productos. Apple quiso crear un primer modelo de Apple Car sin volantes y con un nivel de conducción autónoma de nivel 5 —el más alto—, y que destacase, además, por su autonomía. Son, al parecer, demasiados avances para una primera generación. “Es como si Apple hubiera intentado saltarse todos los primeros modelos de iPhone y saltar directamente al iPhone X”, afirma Bloomberg nombrando a fuentes cercanas en el asunto.

Las ambiciones de Apple llevaron al Apple Car al fracaso

Apple car / coche eléctrico de Apple / Project Titan

Apple podría haber optado por otra vía para el desarrollo y lanzamiento del primer modelo del Apple Car: no apostar por todo a la vez y centrarse en el diseño y una buena integración del sistema. O, dicho de otro modo, seguir los pasos que la compañía hizo con su primer modelo de iPhone, que prescindió de redes 3G; con el Apple Watch, que no contaba con prestaciones como la resistencia al agua; o como el iPod de primera generación, que no tenía una pantalla a color.

Esta ambición llevó a Apple a invertir —y perder— millones de dólares en el desarrollo del Apple Car. La compañía, además, se dio cuenta de que el Apple Car sería “inevitablemente caro” para sus clientes, y que llegaría con márgenes de ganancias prácticamente inexistentes. Apple, no obstante, consideró lanzar el Apple Car por unos 100.000 dólares, lo que le permitiría a la compañía obtener una cantidad de ingresos millonarias, incluso vendiendo pocas unidades.

Parece que Apple se dio cuenta demasiado tarde de todas las dificultades del desarrollo de un Apple Car tan avanzado. De hecho, la compañía habría acordado prescindir de algunas funciones e incluir, entre otras prestaciones, un nivel de conducción autónoma menor.

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