En La Sociedad de la Nieve pueden verse muchas de las consecuencias peligrosas de sufrir un accidente y verse abandonado a gran altura y bajísimas temperaturas. La desnutrición y la deshidratación son solo dos pequeños detalles, unidos a un sinfín de efectos perjudiciales que pueden costar la vida incluso al más preparado de los alpinistas. En el caso de la película no eran alpinistas, sino jugadores de rugby, junto a sus familiares y amigos. Esto hace la situación todavía más difícil, que podría haberles llevado incluso a perder la cabeza. No sería algo raro, pues este es un fenómeno conocido como psicosis de alta montaña y ya se han documentado ya muchos casos al respecto.

Una de las personas que mejor han descrito estas alucinaciones ha sido el alpinista y médico esloveno Iztok Tomazin, tanto por su condición de galeno como por haberlo sufrido él mismo. Cuenta que al subir a la cumbre de una montaña como facultativo de un equipo de escaladores, comenzó a sentirse mal. Entonces, vio a unos guías que le decían que saltara en caída libre hacia un lugar seguro, 2.000 metros más abajo. Estaba decidido a saltar, pues era la única manera de encontrarse mejor. Afortunadamente, se percató justo a tiempo de que esos hombres solo estaban en su imaginación. Si no, habría saltado y, con total seguridad, habría muerto por el impacto.

Tomazin nunca ha sabido describir con exactitud qué le pasó. Tanto él como otros profesionales sospecharon inicialmente que la psicosis de alta montaña podría estar relacionada con el mal de altura. Un mal que, por cierto, sufrió el director de La Sociedad de la Nieve antes de rodar la película. Sin embargo, en 2017 se publicó un estudio en el que se demuestra que, en realidad, son fenómenos independientes. ¿Qué es lo que pasa entonces? De momento, sigue siendo un misterio.

Psicosis de alta montaña, mucho más allá de La Sociedad de la Nieve

Como ya hemos visto, la psicosis de alta montaña no es un fenómeno ficticio que podría haberse usado para dar más emoción a la historia detrás de La Sociedad de la Nieve. Es un fenómeno muy real.

Iztok Tomazin no es el único alpinista que ha contado su experiencia. Es también famoso el caso de Fernando Garrido, quién en 1986 pasó 62 días en la cumbre del Aconcagua, a casi 7.000 metros de altura. 

En su diario del viaje, cuenta que el día 54, al despertar, vio junto a su tienda a su hermano. Corrió a llamarlo para que entrase con él, pero entonces se dio cuenta de que estaba muerto. Una dura escena que, en realidad, solo estaba en su cabeza. No había nadie con él. De hecho, este es uno de los parámetros que suelen aumentar la probabilidad de padecer psicosis de alta montaña: la soledad.

Puede experimentarla cualquier montañero, aunque esté en grupo, como en La Sociedad de la Nieve. Pero se han documentado más casos en personas que escalaban solas. Tampoco parece tener relación con las enfermedades mentales previas, pues buena parte de los alpinistas que lo han sufrido no habían tenido problemas de salud mental con anterioridad. La parte buena es que la psicosis de alta montaña suele desaparecer en cuanto el afectado desciende y no deja secuelas. Por lo tanto, el mayor riesgo es que, fruto de las alucinaciones, lleven a cabo algún movimiento peligroso, como estuvo a punto de hacer Tomazin. Por lo demás, no hay demasiado riesgo.

psicosis alta montaña
La psicosis de alta montaña es más común en alpinistas que se encuentran solos. Crédito: Fabrizio Conti (Unsplash)

¿A qué se debe?

Las causas de la psicosis de alta montaña siguen sin estar claras actualmente. Inicialmente se pensó que podría estar relacionado con el edema cerebral que algunas personas sufren como consecuencia del mal de altura que produce la escasez de oxígeno a grandes alturas. Sin embargo, en 2017 un equipo internacional de científicos que incluía al propio Tomazin comprobó, al analizar 83 reportes de estos brotes psicóticos, que no están directamente relacionados con ninguna enfermedad. Es decir, en algunos casos iban acompañados de edema cerebral, pero en otros no. De hecho, no hubo ninguna enfermedad ni factor que se repitiese en la mayoría de pacientes.

Por lo tanto, parece que la psicosis de alta montaña es, en realidad, un trastorno independiente. Como tal, debe estudiarse en más profundidad y eso es lo que han hecho los científicos en todos estos años. No se conocía su origen cuando los verdaderos protagonistas de La Sociedad de la Nieve aterrizaron en los Andes y tampoco ahora. Pero se han dado algunos pasos al respecto.

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