Juan Antonio Bayona se toma muy en serio todo lo que hace. Por eso, antes de rodar La sociedad de la nieve, visitó el lugar de los Andes en el que se estrelló aquel vuelo 571 en 1972. En algunas de las entrevistas concedidas tras el estreno de la película ha reconocido que lo pasó francamente mal a causa del mal de altura.

No es extraño, pues el mal de altura no es algo nuevo. Lo sufrieron a buen seguro los pasajeros de aquel vuelo, como lo sufren continuamente las personas que ascienden a grandes alturas, ya sea por deporte, por turismo o por cualquier otro motivo. Ahora bien, ¿a qué se deben todos los síntomas que sintió Bayona?

Suele decirse que el mal de altura se debe a que, a grandes alturas, la concentración de oxígeno es más baja. Esto no es cierto. Al menos no es totalmente exacto, pues sí que es verdad que se debe a un déficit de oxígeno, pero no tiene nada que ver con su concentración en el aire. De hecho, la concentración de oxígeno en el aire es siempre de un 21%, da igual a qué altura nos encontremos. Veamos entonces a qué se debe el mal de altura, cuáles son sus síntomas y qué se puede hacer para evitarlos en la medida de lo posible.

Las causas del mal de altura que sufrió Juan Antonio Bayona

La concentración de oxígeno en el aire es siempre de un 21%. Lo que cambia con la altura es la presión atmosférica. Para entender esto debemos visualizarla como la presión que ejerce sobre nosotros la columna de aire que hay sobre nuestras cabezas. Cuanto más alto ascendamos, menor será esa columna, lógicamente. Por lo tanto, la presión atmosférica será menor.

La presión de una mezcla de gases, como el aire, está formada por la suma de las presiones parciales de los gases que la componen. Por lo tanto, si la presión atmosférica disminuye, también lo hará la presión parcial que ejercen todos los gases que la componen, incluido el oxígeno. 

Esto, a su vez, se traduce en una menor cantidad de moléculas de oxígeno para un mismo volumen de aire. Como resultado, por cada inspiración de una persona que se encuentra a gran altura, se introducirá menos oxígeno en los pulmones y una menor cantidad de este gas se disolverá en la sangre. Cuando Juan Antonio Bayona acudió al escenario de  La sociedad de la nieve cuenta que su corazón latía a un ritmo exagerado. Esto se debe a que este intenta suministrar suficiente sangre a todos los tejidos para compensar el poco oxígeno que lleva disuelto en ella. También aparecen otros síntomas como dolor de cabeza, confusión, náuseas, mareo o dificultad para dormir. Todos estos síntomas, unidos a los de la deshidratación y la desnutrición, en algunos casos parecidos, los debieron sentir también los chicos que inspiraron la historia de La sociedad de la nieve. Inicialmente no son síntomas graves. El problema es que, en algunas ocasiones, pueden empeorar convirtiéndose en algo muy preocupante.

Algunas complicaciones

Se sabe que ciertas enfermedades, como la diabetes o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no aumentan la probabilidad de padecer mal de altura, pero sí pueden complicarse si la persona llega a experimentarlo.

También es más probable que experimenten mal de altura quienes normalmente viven a alturas muy cercanas al nivel del mar, ya que el cambio para ellos es más brusco. De cualquier modo, el cuerpo tarda unos días en acostumbrarse y normalmente no quedan secuelas. El problema es que, en los pocos casos en los que esto no ocurre, pueden darse síntomas muy graves, como un edema cerebral que, si no se trata, resulta mortal en solo 12 horas.

la sociedad de la nieve
El mal de altura no sería de lo más grave que sufrieron los protagonistas de la película en la historia real.

¿Podrían haberlo evitado en La sociedad de la nieve?

La mayor recomendación para evitar el mal de altura es ascender poco a poco. Se recomienda a los montañistas que, en caso de empezar a experimentar síntomas, no sigan escalando. Es decir, que esperen a que su cuerpo se aclimate a la altura antes de aumentarla todavía más.

Lógicamente, esto es algo que no pudieron hacer los protagonistas de La sociedad de la nieve en la vida real. Quizás Juan Antonio Bayona sí habría podido, pero la parte buena es que no estaría mucho tiempo a gran altura y que dispondría de los recursos necesarios para ser atendido en caso de emergencia.

En general, el mal de altura no suele ser grave. Le pasa a muchísimas personas y se soluciona por sí solo, sin problemas. Los protagonistas de La sociedad de la nieve tendrían otros problemas posiblemente más graves. Tanto como para tomar las drásticas medidas a las que se vieron obligados. 

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