Elon Musk interviene en otra guerra. El magnate llegó a un acuerdo con Israel para llevar el internet satelital de Starlink a la Franja de Gaza, según informaron desde ese país. El plan se dio a conocer luego del viaje del magnate a la zona de conflicto, donde se reunió con el primer ministro Benjamin Netanyahu y se comprometió a ayudar en la reconstrucción de la región.

«Elon Musk, lo felicito por alcanzar un entendimiento de principios con el Ministerio de Comunicaciones bajo mi liderazgo», publicó Shlomo Karhi en X (Twitter). Eso sí, el servicio no estará disponible libremente. «Como resultado de este importante acuerdo, las unidades satelitales Starlink solo podrán operarse en Israel con la aprobación del Ministerio de Comunicaciones de Israel, incluida la Franja de Gaza», remarcó el ministro.

El funcionario calificó el convenio como «vital» en la lucha contra Hamás. El acuerdo no ha sido confirmado por Musk o Starlink, pero el multimillonario ya había manifestado su intención de ofrecer Internet a «organizaciones de ayuda internacionalmente reconocidas» en Gaza.

El gobierno israelí, que cortó todas las comunicaciones en la región, había dicho en un principio que se opondrían a la iniciativa de Musk y Starlink. «Hamás lo utilizará para actividades terroristas. No hay duda al respecto, lo sabemos y Musk lo sabe», había asegurado el Karhi. Sin embargo, a mediados de octubre, iniciaron conversaciones con SpaceX —casa matriz de Starlink— para comenzar a implementar servicios de Internet satelital en la región, especialmente para comunidades cercanas a la zona de conflicto.

Todavía no se sabe cuándo comenzaría a operar Starlink en la Franja de Gaza. Aunque, como ya indicamos, los satélites de la empresa de Elon Musk deberán recibir autorización previa de las autoridades israelíes.

Elon Musk, CEO de Twitter y Starlink

Pero no solo se trata de su interés humanitario. El nuevo acuerdo de Starlink y la visita de Elon Musk ocurren días después de que un grupo pesado de anunciantes decidiera dejar de pautar en X (Twitter) por su contenido antisemita. El detonante fue un reporte de la organización sin fines de lucro Media Matters for America, en el que se denunció que anuncios de tecnológicas como Apple, IBM, Amazon y Oracle se mostraron junto a publicaciones pro nazi y de extrema derecha.

La polémica también involucró directamente a Elon Musk, dueño de la red social desde el año pasado. Un día antes de la publicación del informe, el empresario manifestó su apoyo a una publicación que afirmaba que las comunidades judías sostienen el «odio dialéctico contra los blancos». «Has dicho la absoluta verdad», dijo en X (Twitter).

Apple, IBM, Disney, la Comisión Europea fueron los primeros en anunciar que cortarían la publicidad en la plataforma. Pero luego se sumaron compañías como Coca Cola, Airbnb, Netflix y Uber. De acuerdo con el New York Times, fueron más de 100 marcas y anunciantes los que suspendieron la pauta. X (Twitter) podría perder hasta 75 millones de dólares en ingresos por publicidad este año si los anunciantes no regresan.

Así que, luego de las acusaciones antisemitas y de perder millones de dólares, Elon Musk intentó lavar la cara de la empresa —y la suya propia— con contundencia. El magnate dijo que está en contra del antisemitismo y de cualquier cosa que «promueva el odio y el conflicto», incluso en X (Twitter). «Israel intenta evitar matar civiles y hace todo lo posible para evitar matar civiles», dijo el multimillonario.

Elon Musk, Gaza y Ucrania

Starlink SpaceX, Gaza

El acuerdo sobre las operaciones de Starlink en Israel y Gaza evidencian una vez más la posición privilegiada que tiene Elon Musk a nivel mundial. Ya había quedado en claro con la guerra en Ucrania, en donde también ha intervenido con toda la potencia de su plataforma satelital.

Cuando comenzó la invasión a Ucrania, Rusia interrumpió los sistemas de comunicación en este país. En respuesta, Elon Musk acordó proporcionar a los ucranianos millones de dólares en terminales satelitales. SpaceX envió de forma privada camiones cargados de antenas de conexión de Starlink a la zona en conflicto. Esto le ha permitido a las tropas de Ucrania mantenerse conectadas.

La biografía del empresario publicada por Walter Isaacson, confirma que Musk ha sostenido conversaciones de alto nivel con funcionarios de Rusia, Estados Unidos y Ucrania. El libro reveló un episodio en el que el dueño de SpaceX cortó el servicio de internet de Starlink a los drones submarinos ucranianos. Lo hizo justo cuando lanzaban un ataque a la flota rusa en el Mar Negro. También cuenta cómo altos funcionarios del gobierno de Ucrania le rogaron al multimillonario que restableciera el servicio.

Elon Musk explicó públicamente que lo hizo para evitar una escalada del conflicto y una eventual «Tercera Guerra Mundial». Luego de que trascendiera el episodio sobre Starlink y los drones submarinos ucranianos, el gobierno de EE. UU. formalizó un contrato con SpaceX.

Starlink ya tiene más de 4.000 satélites en la órbita terrestre baja. Ofrecen internet satelital a más de un millón de usuarios en cerca de 33 países. Por la naturaleza de su servicio, tiene capacidad para operar en zonas recónditas. El objetivo de Elon Musk, de acuerdo con las autorizaciones que ha solicitado su compañía, es tener en órbita más de 30.000 satélites.

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