El asesino (The Killer) de David Fincher parece resumir las obsesiones cinematográficas del director. Michael Fassbender interpreta a Christian, un asesino que, gradualmente, comienza a hacerse preguntas acerca de la violencia. También, de la manera en que la muerte y su sangriento estilo de vida, ha degradado su conciencia a la de un depredador con el único objetivo de matar. Pero la comprensión llega en un momento en que el personaje deberá además enfrentar las consecuencias de sus acciones. Todo, en medio de un largo viaje por el mundo.
Lo anterior, hace de la película una extraña combinación de varias de las historias más conocidas del realizador. Con la atención al detalle psicológico de Zodiac, hace de Christian una figura tenebrosa y llena de matices. Por otro lado, el largometraje emula Seven al describir los diversos crímenes y también, explorar en lo que se esconde de cada delito. Por lo que la cinta es un hito curioso. No solo devuelve a David Fincher a sus escenarios predilectos. También demuestra la habilidad del cineasta para madurar en su forma de narrar los aspectos más oscuros del comportamiento humano.
Para celebrarlo, te dejamos cinco películas de David Fincher que muestran lo mejor de su universo cinematográfico. De un clásico del suspense a un relato que cambió la percepción de las villanas — o las que aparentan serlo — en el séptimo arte. La selección incluye tanto las decisiones más curiosas del director en su obra, como su legado a futuro. Uno que El asesino deja claro.
Seven
Se le llama el thriller policial por excelencia del cine contemporáneo y hay buenas razones para considerarle de ese modo. David Fincher logró crear una historia en la que se combina lo mejor del género noir con una exploración de la culpa de nuestra época. A lo que habría que añadir, una intrigante concepción acerca del propósito del mal, en esta ocasión encarnado por un asesino en serie.
Todo, desde la óptica de dos personajes destinados a la tragedia. La trama se centra en dos detectives, interpretados por Brad Pitt y Morgan Freeman. Ambos, investigan una serie de crímenes brutales inspirados en los siete pecados capitales. Pero en lugar de utilizar la simbología religiosa o moral para sostener su historia, David Fincher avanza por lugares más oscuros y peligrosos de la psique del criminal.
A medida que los asesinatos se vuelven cada vez más sádicos y grotescos, la trama se concentra en una búsqueda obsesiva para capturar al autor. Pero, la cinta no se limita a las actuaciones policiales. A la vez, explora temas como la moralidad, la justicia y la naturaleza humana. Los personajes principales se ven confrontados por la brutalidad y la oscuridad de los crímenes que investigan, lo que pone a prueba sus propias creencias y convicciones. Con un final para la historia, Seven se convirtió casi de inmediato en objeto de culto.
Mank
Uno de los proyectos más personales de David Fincher, también analiza el lado oscuro de Hollywood. La trama se centra en la vida del guionista Herman J. Mankiewicz y su trabajo en la creación del argumento de la icónica película Citizen Kane de 1941.
La trama imaginada por Jack Fincher — padre del cineasta — sigue a Mankiewicz (Gary Oldman), mientras lucha bajo la presión del famoso director Orson Welles (Tom Burke). Pero también se enfrenta a su alcoholismo, la corrupción en la industria de Hollywood y el peso de sus errores profesionales. Eso, mientras se afana por escribir el argumento que se convertiría en pilar del cine moderno.
Con su narrativa no lineal y uso del blanco y negro, la cinta es un experimento de discurso, que analiza, además, el relato de su protagonista a partir del dolor. Pero David Fincher no olvida sus obsesiones, por lo que buena parte de la trama, se sostiene sobre los excesos y la peligrosa violencia del miedo. Una combinación que hace de la película una crónica dolorosa que muestra un Hollywood desconocido.
Zodiac
David Fincher tiene una evidente predilección por reflexionar en el mal moral. Por lo que Zodiaco, es, probablemente, el largometraje que se acerca más a su visión de lo maligno en la época contemporánea. Basada en hechos reales, se centra en la historia del asesino en serie titular, que aterrorizó a la zona de la bahía de San Francisco en la década de 1960 y 1970.
Pero lo que podría ser solo una persecución de un criminal, se convierte en manos del director, en una siniestra perspectiva de la ética periodística y el miedo colectivo. La película examina cómo la búsqueda del asesino también revela la forma en que nuestra cultura consume la violencia y la crueldad.
La trama sigue la investigación del caso a medida que el asesino envía cartas y mensajes crípticos a los medios de comunicación y la policía. Pero en un giro interesante, David Fincher profundiza en cómo la necesidad del asesino de ser reconocido, se convierte en una búsqueda de lo ético. El punto más duro de la trama.
Perdida
La adaptación del libro homónimo de Gillian Flynn — quien también se encargó del guion — es perturbadora y tramposa. Pero al mismo tiempo, una original mirada al rol de género y a la crueldad, desde lo que parece el relato de un crimen obvio.
La trama sigue a Nick (Ben Affleck) y Amy Dunne (Rosamund Pike), una pareja aparentemente feliz. Pero, su fachada idílica convivencia conyugal se viene abajo, cuando Amy desaparece en el día de su quinto aniversario de bodas.
Mientras la investigación policial avanza y los medios de comunicación se involucran, la imagen de Nick como esposo amoroso comienza a desmoronarse. Por lo que surgen sospechas de que él podría estar involucrado en la desaparición de Amy. Mucho más, al descubrirse, había sido infiel antes de lo que sea sucedió con ella.
Pero al revelarse el secreto de lo que ocurrió con Amy, la película toma un giro inesperado y gradualmente, se convierte en una oscura reflexión sobre el desencanto. Además, de la furia, la venganza y el miedo. Todo en un giro que sorprende no solo por la ironía de lo que plantea, sino su versión acerca de los juegos de poder emocional entre hombres y mujeres.
Aliens 3
La incursión de David Fincher en la ciencia ficción, convierte a la clásica franquicia del xenomorfo en una explotación de la codicia. La trama de Aliens 3 se desarrolla inmediatamente después de los eventos de la película anterior, dirigida por James Cameron. En esta ocasión, la teniente Ellen Ripley (Sigourney Weaver) es la única sobreviviente que llega a Fiorina 161, una colonia penal habitada por criminales.
Ripley descubre que la criatura contra la que luchó, también está viva y ahora acecha a los reclusos. Considerada más oscura y sombría en tono, que cualquier otra, es también un curioso juego de tensión entre los personajes. En una película sin héroes, el director logra narrar una historia, en la que el sacrificio, la redención son tan importantes como el monstruo titular.