Mientras el juicio contra Sam Bankman-Fried por el fraude de FTX se lleva casi todas las miradas, el exchange de criptomonedas analiza distintas opciones para reiniciar sus operaciones. Según recoge Bloomberg, la compañía negocia con tres potenciales compradores para ponerse de nuevo en marcha.
El dato lo reveló Kevin Cofsky, el banquero de inversiones de FTX durante el proceso de bancarrota, ante el Tribunal de Quiebras de Delaware. El susodicho indicó que la decisión final se tomará para mediados de diciembre y se enviará a la corte para su aprobación.
Hasta el momento no se ha mencionado quiénes son los interesados en comprar FTX ni qué sumas estarían dispuestas a poner sobre la mesa. Lo que sí se ha dejado entrever es que lo que más atractivo generaría entre los potenciales compradores sería el listado de más de 9 millones de clientes que disponía la firma de Bankman-Fried al momento de cesar sus operaciones.
Pero la venta total de FTX es solo una de las alternativas que los responsables de la quiebra barajan. También analizan incorporar a un socio que ayude a financiar la reapertura de la empresa; o que la plataforma finalmente se relance por su cuenta.
De los tres escenarios, el último parece el menos probable. Si bien el actual CEO, John J. Ray III, se mostró abierto a la posibilidad de reiniciar el exchange de criptomonedas, concretarlo es más difícil de lo que se piensa. Hasta el momento, FTX ha recuperado unos 7.000 millones de dólares en criptomonedas y otros activos. No obstante, dicha suma todavía está lejos de cubrir los fondos que se deben devolver a los clientes.
FTX analiza sus opciones
Recordemos que Alameda Research, la firma de inversiones de Sam Bankman-Fried, utilizaba sin permiso los fondos de los usuarios de FTX para financiar sus operaciones. Esto era posible gracias a una puerta trasera que le otorgaba una línea de crédito prácticamente infinita, puesto que le permitía endeudarse por hasta 65.000 millones de dólares sin que quedara registro de ello en ningún movimiento contable.
Según los exsocios de SBF, el monto malversado estaría entre los 8.000 y 10.000 millones de dólares. Dinero que los actuales gestores de FTX no están seguros de poder recuperar. Y a esto se le suma el reclamo del IRS por una deuda de impuestos que alcanzaría los 44.000 millones de dólares.
Desde FTX manifestaron en junio pasado que si podían conformar una alianza estratégica con otra empresa para relanzar sus operaciones, lo más probable era que debieran cambiar de marca. De seguir por ese camino, se dijo que una de las opciones para compensar a los clientes estafados era ofrecerles una participación en la compañía reorganizada.
De momento, habrá que continuar esperando. La resolución del futuro de FTX se conocerá antes de que finalice 2023. Para entonces, seguramente ya esté definido el destino judicial de Sam Bankman-Fried, quien por estos días afronta un muy publicitado juicio por fraude en Nueva York.
Las expectativas del otrora joven maravilla del mundo cripto están lejos de ser las mejores. Sus principales laderos, como Gary Wang y Caroline Ellison, han testificado en su contra, revelando un cóctel de decisiones imprudentes, codicia y sed de poder que finalmente llevaron a FTX a la bancarrota.