Microsoft protegerá legalmente a los usuarios que utilicen su herramientas de inteligencia artificial ante una demanda por violación de propiedad intelectual. El gigante tecnológico anunció el Compromiso de Derechos de Autor de Copilot, un programa que garantiza a sus clientes que pueden usar los servicios de IA generativa sin preocuparse de posibles problemas legales.

El compromiso comprende a los clientes de GitHub Copilot, la herramienta que crea código con IA generativa, así como también Microsoft 365 Copilot, que añade un asistente inteligente en la suite de Office. En caso de una demanda sobre el material generado, la empresa asumirá la responsabilidad legal.

"Si un tercero demanda a un cliente comercial por infracción de derechos de autor por el uso de los Copilots de Microsoft, o el resultado que generan, defenderemos al cliente y pagaremos el monto de cualquier sentencia o acuerdo adverso que resulte de la demanda", declaró Brad Smith, presidente de Microsoft. El único requisito es que el cliente haya utilizado las barreras de seguridad y los filtros de contenido incorporados por defecto en los productos.

La nueva medida forma parte de un compromiso general con los clientes de sus servicios de inteligencia artificial. Hace unas semanas, Microsoft detalló una serie de pasos para responder a las preocupaciones que hay sobre la IA, tanto a nivel desarrollo como en regulación.

"Cuando los clientes preguntan si pueden usar los servicios Copilot de Microsoft y los resultados que generan sin preocuparse por reclamaciones de derechos de autor, les ofrecemos una respuesta sencilla: sí, pueden hacerlo", dijo Smith. "Y si se les cuestiona por motivos de derechos de autor, asumiremos la responsabilidad por los posibles riesgos legales involucrados."

Por qué Microsoft está tan seguro que sus productos no infringen derechos de autor

Microdoft Copilot, la inteligencia artificial basada en GPT-4 para Office.
Microsoft Copilot, la inteligencia artificial basada en GPT-4 para Office.

Las demandas a la IA por violación a la propiedad intelectual están cobrando fuerza. Tras las acusaciones iniciales a Midjourney y Stable Difussion, la discusión ha subido de tono involucrando a empresas más grandes. Getty Images acusó a Stability AI (creadores de Stable Diffusion) de copiar más de 12 millones de imágenes para entrenar su modelo de inteligencia artificial. Pearson hizo lo propio y anunció en mayo que perseguirá legalmente a quienes utilicen sus obras sin permiso.

La actriz Sarah Silverman se unió a dos escritores para demandar a OpenAI por usar ilícitamente sus libros en el desarrollo de ChatGPT. Los dirigidos por Sam Altman han robado más de 300.000 millones de palabras de internet —incluidos libros, publicaciones y material protegido — para entrenar a GPT-4.

Esta tendencia podría asustar a los usuarios de Copilot, principalmente a aquellos que pagan por emplear la tecnología. Ante ello, Microsoft se comprometió a que serán ellos y no sus clientes quienes se harán responsables por el contenido generado por una IA. La empresa revela que esta filosofía no es nueva, ya que anteriormente la aplicaron en demandas por patentes.

Microsoft considera que ha construido filtros y barreras de seguridad importantes para reducir la probabilidad que su IA genere contenido que viole la propiedad intelectual. No obstante, existen algunas condiciones para la protección ante una posible demanda. La tecnológica dejará fuera a quienes usen Copilot para generar material protegido de forma intencional.

Actualmente, Microsoft cobra una cuota mensual a los usuarios de su inteligencia artificial. Copilot ya está disponible en GitHub y en los planes empresariales de Microsoft 365. En los próximos meses, la IA debutará en Windows 11 para convertirse en el asistente inteligente que nunca fue Cortana.

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