En Megalodón 2: La fosa, la aparición de criaturas de tamaño colosal conduce a una moraleja medioambientalista. Sin embargo, la película explora también otros escenarios. Por un lado, el director Ben Wheatley profundiza en la posibilidad de que grandes bestias hayan sobrevivido durante miles de años sin ser descubiertas. Por otro otro, aborda cómo personajes sin escrúpulos intentan aprovecharse de su aparición. Entre ambas cosas, el argumento de esta película de monstruos se acerca a la aventura, una en el que el peligro está tanto en el ataque de las criaturas como en la codicia humana.
Por supuesto, se trata de una idea recurrente en el cine fantástico y de ciencia ficción. Las películas de monstruos de origen desconocido que atacan ciudades y poblados son parte esencial del séptimo arte y la televisión. Ya sea como metáfora de los horrores nucleares, algo que vemos en la saga japonesa Godzilla, o como alegoría al duelo, al estilo de Colossal de Nacho Vigalondo. Las bestias gigantes pueden ser algo más que horrores colectivos y sostener las habituales preguntas sobre los secretos que todavía guarda la naturaleza.
Te dejamos cinco sugerencias de películas de monstruos gigantes fuera de lo común para celebrar el estreno de Megalodón 2: La fosa. Desde una batalla entre titanes, hasta un ente benévolo con la capacidad de sanar. Cada uno de los cuales es la representación del temor, la esperanza y la curiosidad colectiva por formas de vida asombrosas.
Godzilla vs Kong, la película de dos monstruos míticos
Estrenado en el año 2021, el largometraje fue el primer gran éxito en salas después de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia. Además, la película logró unir a dos grandes monstruos míticos del cine en un único escenario. Lo que llevó a su argumento a crear una nueva perspectiva acerca del origen de las criaturas y de una posible batalla entre ambas. No obstante, al final no es más que un recorrido por la larga historia en la pantalla grande de cada una de ellas.
La cuarta película del llamado MonsterVerse narra la conclusión a las tramas de Godzilla 2: el rey de los monstruos (2019) y Kong: la Isla Calavera (2017). Tanto una como la otra relatan la historia de los titanes —criaturas provienes de una región misteriosa en el centro de la tierra— y las consecuencias de su existencia. Sin embargo, en esta ocasión, la película de los monstruos se enfoca en un colosal enfrentamiento que demostrará su poder. Mucho más cuando, en medio de la crítica situación, los personajes principales se enfrenten a la manipulación de una despiadada empresa.
Con su aire épico y un apartado visual deslumbrante, el largometraje no solo es un espectáculo que homenajea a sus portentosas criaturas. También es una curiosa reflexión acerca de fuerzas contrapuestas en la naturaleza. Poco a poco, Godzilla y Kong demostrarán que el verdadero enemigo no está en las profundidades del planeta, sino en la avaricia del mundo contemporáneo. Un curioso mensaje en medio de una lucha entre dos monstruos míticos en la gran pantalla.
Proyecto Rampage
En 2018, el director Brad Peyton llevó adelante una adaptación de Rampage, el recordado videojuego arcade del año 1986. Pero mientras la experiencia para jugador se limitaba a la destrucción de ciudades enteras, el guion de Ryan Engle y Carlton Cuse decidió dar un giro a su versión en cine. La película de monstruos sería una alegoría de la ética científica y la crueldad humana con el mundo animal.
El resultado es una extraña narración que sigue la historia de tres animales expuestos a un suero experimental que los transforma en monstruos gigantes. George, un gorila albino, Lizzie, un lagarto gigante, y Ralph, una rata almizclera, pasan de ser ejemplares de laboratorio a convertirse en bestias incontrolables cuyo tamaño aumenta cada hora. El primatólogo Davis Okoye (Dwayne Johnson) debe trabajar con la genetista Kate Caldwell (Naomie Harris) para detenerlos y encontrar una antídoto para el suero.
Esta película de monstruos intenta equilibrar su perspectiva ecologista con el despliegue de buenos efectos especiales. Aunque en pocas ocasiones lo logra, se esfuerza por narrar una historia que va más allá del simple espectáculo visual. Para sus secuencias finales, Proyecto Rampage demuestra una rara humanidad y un gran sentido de la aventura.
Colossal, más que una película de monstruos
Gloria (Anne Hathaway) atraviesa un duro momento personal. La desilusión amorosa la hace abandonar Nueva York en busca de un nuevo comienzo y luchar contra su incipiente alcoholismo. El director y guionista Nacho Vigalondo establece un escenario en apariencia corriente para lo que se transformará en una versión de una película de monstruos. A través de su curioso argumento, Colossal combina la ciencia ficción con una audaz comprensión acerca de la naturaleza humana. En la que el centro de la trama se revela como una metáfora sobre el dolor, la angustia y la búsqueda de esperanza.
Cuando el ataque de una criatura desconocida asola Seúl, Gloria comienza a notar que algo fuera de su control —y comprensión— está ocurriendo. El monstruo no solo parece imitar sus estados de ánimo, también sus movimientos. Gradualmente, esta peculiar película de monstruos jugará con la posibilidad de que la criatura inexplicable sea un avatar de la protagonista. Concretamente un vehículo para manifestar su confuso universo emocional y el sufrimiento que padece.
De esa manera, el realizador español combina con éxito el género de monstruos con un relato íntimo acerca del duelo. Todo ello en medio de un humor retorcido que se hace cada vez más cínico a medida que Gloria descubre el singular fenómeno con el que debe lidiar. ¿Cómo detener a un monstruo que encarna lo peor en nosotros mismos? Será el gran reto que la protagonista deberá superar.
Un monstruo viene a verme
La historia imaginada por el escritor Patrick Ness llega al cine como una fábula trágica acerca del duelo y la pérdida. Dirigida por Juan Antonio Bayona, profundiza en el poder de las historias y su capacidad para resumir la experiencia emocional de nuestra cultura. Entre ambos escenarios, esta película de monstruos analiza cómo la muerte de un ser querido es capaz de transformar la forma en que entendemos el mundo.
El guion narra el sufrimiento de Conor O’Malley (Lewis MacDougall). Con apenas 12 años, el niño trata de lidiar con la más que probable muerte de su madre, que agoniza debido a un cáncer. Una noche recibe la visita de un árbol gigantesco (con la voz de Liam Neeson) que le cuenta tres historias. Cada una de ellas ayuda al niño a entender los límites del miedo y la aceptación de lo inevitable. Y todas meditan acerca de la fortaleza emocional y el espíritu de lucha a través de la mitología personal.
Titanes del pacífico
Esta película de monstruos, dirigida por Guillermo del Toro, rinde un evidente homenaje al popular género japonés de criaturas, logrando incluso incorporar la larga tradición cinematográfica nipona sobre los robots. Lo que brinda la oportunidad al realizador mexicano de crear un extraño relato, a medio camino entre la ciencia ficción y la fantasía.
Ambientada en un futuro cercano en el que la Tierra está siendo atacada por monstruos gigantes llamados Kaiju, la película es una distopía pesimista. De hecho, buena parte de su argumento muestra un mundo arrasado. Para luchar contra las criaturas, los sobrevivientes han desarrollado los llamados Jaegers, mecanismos gigantes capaces de detener el asedio. Los artefactos son controlados por dos pilotos, unidos por una conexión cerebral denominada Drift. Más allá de la épica de desastres, la película también aborda con cuidado la personalidad de sus pilotos y sus duras historias en medio de una catástrofe mundial.
Alabada por la crítica y convertida en un éxito de taquilla, la película es una de los mejores exponentes del género de monstruos contemporáneo. En el año 2018, se estrenó Titanes del Pacífico 2: La Insurrección, su secuela directa. Aunque careció de la profundidad y el destacado apartado visual de su predecesora.
