Godzilla vs. Kong, la nueva película del MonsterVerse, se estrenó sin excesivas expectativas. Pero se ha convertido en el primer éxito de taquilla de la pandemia. Uno que da considerable impulso a la experiencia en salas después de un año en el que nadie confiaba en que esto pudiera suceder. 

La batalla entre los dos monstruos míticos, amparada bajo un espectáculo de ciencia ficción, logró lo impensable. Movilizar al público a las salas de cine. La burbuja de la pandemia parece haberse roto y con buenas noticias para el mundo del cine. 

Había una gran preocupación sobre el tema. En especial, después de que Disney tomara la decisión de estrenar Mulán, uno de sus live action más esperados, en su plataforma streaming Disney Plus. La decisión despertó controversia, e incluso hubo una considerable discusión sobre cómo afectaba una estrategia semejante al cine. No obstante, nadie podía prever lo que ocurriría después. Pero WarnerMedia fue más allá. 

Los dolores de la industria

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En diciembre del 2020, se decidió que todos los estrenos de WarnerMedia serían también parte del catálogo de HBO Max, su naciente plataforma streaming. Fue un movimiento complicado y uno que cambió el equilibrio entre la sala y el mundo online en favor del segundo. 

La gran pregunta sobre esta decisión fue si la industria podría soportar un impacto semejante. Equiparar los servicios online con el cine fue un duro golpe para las salas y para el talento detrás de cámara. 

No obstante, y a pesar de las quejas, los estudios no dieron un paso atrás. De hecho, Warner llegó a comentar que era “una decisión inevitable”. Ninguna de las películas estrenadas en cine hasta ese momento había demostrado que, aunque la pandemia aún está entre nosotros, el público podría regresar a las salas. Hasta la llegada de Godzilla vs. Kong.

Una batalla por la supervivencia

En realidad, Warner no tenía especial confianza en la batalla de monstruos más esperada del cine. Después de que Godzilla: Rey de los monstruos (2019) fuera una decepción taquillera, el estudio se replanteó lo que vendría después. En especial, cuando la intención era llevar a cabo un MonsterVerse a toda regla que incluyera varias películas con enfrentamientos colosales.

No obstante, el hecho de que Godzilla: Rey de los monstruos apenas recaudara un poco más de sus 200 millones de dólares de inversión, la propuesta quedó en suspenso. Mucho más después que las proyecciones en salas se volvieron un riesgo considerable. Para el estreno de Godzilla vs. Kong había serias dudas sobre el éxito de la película.

Pero resultó que el espectáculo monstruoso sorprendió a la audiencia y a la crítica. No se trata de una gran película ni tampoco la mejor del universo monstruoso, pero sí de un espectáculo. El largometraje es un entretenimiento a gran escala, una bufonada ingenua a la medida del mito de Godzilla y King Kong. Y eso se ha convertido en su mayor logro. 

'Godzilla vs. Kong': un éxito inesperado

Catorce días después de su estreno, y a pesar de haber sido estrenada en simultáneo en HBO Max solo en Estados Unidos, la película es una sorpresa de taquilla. Hasta ahora, la película ha recaudado 300 millones de dólares. Y la cifra no deja de aumentar.

Se prevé que la película pueda alcanzar la mítica barrera de los 500 millones de dólares. Especialmente, teniendo en cuenta que todavía no se ha estrenado en varios países del mundo.

¿Qué hizo que Godzilla vs. Kong rebasara las expectativas? ¿Qué logró que el público acudiera a la proyección a pesar de los riesgos? El debate ha sido amplio, pero todos llegaron a una misma conclusión: se trata del primer indicio de la recuperación del cine. Del hecho de que una película, pensada y filmada para el entretenimiento en estado puro, captase el ánimo de la posible audiencia. 

Dos monstruos para atraer al público

Godzilla vs. Kong no es un drama, tampoco una película con una trama compleja. Mucho menos un despliegue de subtexto que medite sobre la situación pandémica. Es diversión sin ambages. 

Incluso se aleja por completo del reciente fenómeno del cine “hecho en pandemia”, que se volvió popular durante los últimos meses: producciones pequeñas destinadas a la revaluación del confinamiento y la cuarentena. En realidad, Godzilla vs. Kong es una aventura sencilla y visualmente espectacular. Una que va directa al grano y es consciente de su cualidad como celebración de lo monumental. 

Frente al cine reflexivo, casi autoral o político de los últimos meses, esta gran hazaña monstruosa asombra por su inocencia. Desde el simplísimo guion, hasta su pirotecnia de efectos digitales, Godzilla vs. Kong logró traer de regreso el cine espectáculo o palomitero. Y el público reaccionó de inmediato.

Godzilla vs. Kong

Y en el futuro, lo monumental como objetivo

En declaraciones a Polygon , el director de la película Adam Wingard insistió en que el cine está hecho para el público. Además, dejó entrever que la reacción que despertó Godzilla vs. Kong demuestra el interés por la proyección en salas. 

El realizador asume que la audiencia desea películas destinadas al puro espectáculo. Lo cual, por supuesto, es una mirada interesante sobre el futuro del cine.

Según Wingard, el futuro de la franquicia está en manos de la reacción de la audiencia. En especial, porque el MonsterVerse está creado para satisfacer a un tipo de fan específico. “Estamos en una encrucijada en la que, ya sabes, el público tiene que presentarse y cumplir con el fin económico de las cosas. Si esto es un éxito, entonces puedes apostar tu trasero a que habrá más”, explicó el realizador. 

El MonsterVerse al rescate del cine

Por ahora, lo único claro es que se acaba de demostrar que el público quiere acudir al cine. Más allá de los dramas sociales y de la meditada versión sobre la pandemia, hay una audiencia que desea este arte como escape. Por lo que, por ahora, habrá MonsterVerse para rato. Ya hay rumores de una secuela, y en unos meses Netflix estrenará la serie Skull Island, que expande sin duda el universo. 

Pero una cosa si es evidente: el cine de entretenimiento acaba de regresar a lo grande.