El Telescopio Hubble vuelve a presentarnos espectaculares imágenes del universo. En esta ocasión, ha detectado fragmentos rocosos en torno a Dimorphos, el asteroide que la misión DART de la NASA desvió de su órbita el año pasado. Los científicos estiman que la presencia de esas rocas es una consecuencia del programa de defensa planetaria que lidera la agencia estadounidense.

El reciente hallazgo incluye un total de 37 objetos. Los más pequeños tienen un diámetro inferior a 1 metro, mientras que el más voluminoso es de 6,7 metros. Ese “enjambre” se aleja de la superficie de Dimorphos a 0,8 kilómetros por hora. Una curiosidad: a esa velocidad caminan las tortugas gigantes.

En un comunicado oficial, la NASA explica que el grupo segregado capturado por el Hubble representa apenas del 0,1 % de la masa del asteroide. “Es una observación espectacular, mucho mejor de lo que esperaba”, celebró David Jewitt, científico planetario de la Universidad de California en Los Ángeles.

El telescopio Hubble confirma el impacto de DART

De acuerdo a Jewitt, el número y tamaño de las rocas ratifican que se alejaron de la superficie de Dimorphos tras el impacto. “Esto nos dice por primera vez lo que ocurre cuando chocas contra un asteroide y ves salir material”, señaló el especialista.

Las instancias finales de la nave DART, antes del impacto en Dimorphos. (Crédito: NASA)
Las instancias finales de la nave DART, antes del impacto en Dimorphos. (Crédito: NASA)

El 26 de septiembre de 2022, la nave espacial DART chocó contra ese objeto espacial. La colisión ocurrió a unos impresionantes 22.000 kilómetros por hora. Inédita hasta entonces, el propósito de la misión a cargo de la NASA es la defensa de nuestro planeta ante eventuales impactos de cuerpos provenientes del espacio.

En otras palabras, la tarea de DART es desviar objetos potencialmente peligrosos para la humanidad. En su primer intento lo hizo con éxito, a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra. Cabe recordar en este punto que Dimorphos no representaba ningún riesgo, sino que fue escogido para la prueba.

Europa también estudiará los resultados de la misión DART

El Telescopio Hubble no es el único instrumento que examina los cambios en Dimorphos provocados por el impacto. La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) también lo hará en el marco de la misión Hera. El lanzamiento está previsto para el 2024, y se espera que dos años más tarde llegue al sistema de asteroides.

La iniciativa de la ESA examinará tanto al asteroide que DART impactó, además de a Didymos, un asteroide más grande. “La nube de rocas aún se estará dispersando cuando llegue Hera”, explicó Jewitt. “Es como un enjambre de abejas que se expande muy lentamente y que finalmente se extenderá a lo largo de la órbita de la pareja binaria alrededor del Sol”, agregó.

Agencias espaciales encaran nuevas iniciativas, entre ellas DART, para defender a la Tierra de objetos potencialmente peligrosos.
Agencias espaciales encaran nuevas iniciativas, entre ellas DART, para defender a la Tierra de objetos potencialmente peligrosos.

Conforme se consideran otras teorías para explicar la presencia de las rocas en torno al asteroide, los expertos estiman que el impacto de DART habría generado un cráter del tamaño de un campo de fútbol. Las observaciones de Hera ayudarán a obtener más precisiones.

Además, el examen minucioso permitirá a las agencias espaciales comprender si esta modalidad es realmente efectiva. Las futuras investigaciones que se agregarán al reciente hallazgo del telescopio Hubble determinarán si las tecnologías de impacto son el enfoque adecuado para desviar asteroides. O si, en un giro indeseado, los choques generan más rocas que podrían dirigirse hacia la Tierra.

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