La serie de Invasión Secreta ha puesto su punto y final con críticas muy dispares por parte de los fans de la saga. El proyecto encabezado por Samuel L. Jackson ha tratado de alejarse del tono familiar marvelita para asentarse en un género más serio y adulto como es el thriller de espías. Además, la ausencia prácticamente total de superhéroes, a excepción de James Rhodes —Máquina de Guerra— en modo diplomático, la han convertido en una rareza dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. Sin embargo, tras su sexto y último capítulo ha quedado demostrado que sus implicaciones sí serán muy relevantes en el devenir de la saga.

En el episodio, titulado Hogar, Nick Fury encaraba su enfrentamiento definitivo contra el malvado Skrull Gravik. Lejos de luchar contra él, consciente de que no podría hacerle frente, Fury le ofrece un intercambio. Él le dará lo que el villano tanto ansía, la Cosecha, el vial que guarda el ADN de casi todos los seres que participaron en la Batalla de la Tierra contra Thanos. A cambio, una vez que haya obtenido todos esos poderes, Gravik reunirá a su ejército Skrull y se marcharán de la Tierra en busca de un nuevo hogar. El antagonista de Invasión Secreta recoge el obsequio de Fury, pero no acepta el trato.

Así, gracias a su avanzada máquina para fusionar su ADN con el de cualquier otro ser, Gravik obtiene un conjunto de habilidades nunca antes vistas en el UCM. Pero su alegría dura poco, puesto que enseguida descubre que ha sido víctima de un engaño. Con quien ha negociado no es Nick Fury, sino G’iah, la hija de Talos. Como la joven es una Skrull y estaba en la máquina suplantando al fundador de los Vengadores, también ha recibido los poderes de la Cosecha. Y, tras una violenta batalla, el personaje de Emilia Clarke logra vengar a su padre y matar a Gravik.

Al final ella sigue con vida y, como Sonya ha intuido, sus poderes son algo absolutamente extraordinario. La británica le ofrece un pacto para intentar salvar a humanos y Skrulls. G'iah acepta sabiendo que, con su nueva naturaleza, es capaz de casi cualquier cosa. Porque, tal y como puede verse en el ordenador de Gravik, la Cosecha llevaba el ADN de algunos de los Vengadores (y villanos) más poderosos del universo.

Invasión Secreta

¿Qué poderes tiene G’iah al final de Invasión Secreta?

En la computadora de la máquina aparece enunciado un listado de hasta 21 seres cuyo ADN está recogido en el preciado vial. Así, los poderes que G’iah ha conseguido son los de los siguientes personajes: Fantasma, Capitán América, Corvus Glaive, Thanos, un Outrider, Proxima Midnight, Capitana Marvel, Abominación, Mantis, Cull Obsidian, Drax, Korg, Ebony Maw, una Bestia de Hielo, Hulk, un Chitauri, Valquiria, Thor, Gamora, un Flora Colossus (Groot) y el Soldado de Invierno. A todos ellos hay que sumar el Extremis, la terapia genética que G’iah ya había obtenido en los primeros episodios de Invasión Secreta.

Todos ellos hacen de la Super-Skrull el personaje más fuerte y poderoso de la franquicia. Al menos siempre y cuando sea capaz de dominarlos todos y llevarlos a su máximo potencial. Por eso, la unión de G’iah con Sonya es fundamental, ya que, tras la declaración de guerra del presidente Ritson contra los Skrulls, si la heroína se vuelve contra los humanos, puede que ni siquiera los Vengadores sean capaces de derrotarla.

Por ahora, Marvel no ha confirmado exactamente qué papel jugará G’iah en el futuro de la saga después de Invasión Secreta. El Universo Cinematográfico de Marvel se dirige poco a poco hacia los eventos de Vengadores: The Kang Dynasty y Vengadores: Secret Wars. En ellos, los héroes más poderosos del mundo deberán volver a unir fuerzas si no quieren que todo el tejido multiversal se desmorone. Y dadas las nuevas habilidades de la Skrull, todo apunta a que podría ser determinante en su lucha.

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