Elon Musk amenazó con demandar a un grupo de investigadores independientes que ha alertado sobre el discurso de odio en X, llamada hasta hace poco Twitter. Un abogado de la empresa envió una advertencia escrita al Center for Coutering Digital Hate el pasado 20 de julio, acusándole de querer dañar el negocio de la red social.
La organización sin fines de lucro, con sede en Londres y Washington, ha publicado al menos tres informes que advierten sobre el incremento de los discursos de odio en la red social desde que Musk asumió el mando de la empresa el año pasado. También ha advertido sobre el contenido problemático en otras plataformas, como Youtube, TikTok o Facebook.
«Las acciones de Elon Musk representan un intento descarado de silenciar las críticas honestas y la investigación independiente», dijo el centro en un comunicado. Advierten de que son objeto de una «campaña agresiva para intimidar, intimidar y silenciar». Recuerdan, además, que Musk ha llamado públicamente a la organización como «malvada». El empresario también ha dicho que su director ejecutivo es una «rata».
X Corp., la empresa detrás de Twitter, acusa a la organización de realizar «afirmaciones inquietantes y sin fundamentos». Sostiene que dichas publicaciones están pensadas para dañar su negocio publicitario, según se lee en la carta enviada por el representante legal de Musk. «Twitter empleará todas y cada una de las herramientas legales a su disposición para evitar afirmaciones falsas o engañosas», dice el documento.
Las alertas sobre el discurso de odio en Twitter
El último estudio del CCDH advierte que Twitter no actúa sobre el 99% del discurso de odio publicado por suscriptores de Twitter Blue. «La plataforma les permite romper sus reglas con impunidad e incluso está aumentando algorítmicamente sus tweets», señalan en el informe.
El centro también alerta en otra investigación cómo el contenido contra LGBT+ ha escalado más del 100% desde que Musk compró la empresa. La organización señala en otro análisis que las cuentas de Twitter previamente prohibidas, reactivadas por la gestión de Musk, están generando millones de dólares en ingresos publicitarios para la plataforma.
Twitter (X) decidió este mes restituir, por ejemplo, la cuenta de Kanye West. El perfil del rapero ya había sido suspendido dos veces: la primera fue antes de la era de Musk y la otra en diciembre pasado. En los dos casos, por mensajes antisemitas o pro nazi. Desde octubre pasado, la red social también reactivó el perfil del influencer misógino Andrew Tate, acusado legalmente de proxenetismo, y del supremacista blanco Anthime Gionet, condenado por el asalto al Capitolio en Washington en enero de 2021.
El Centro estima que solo diez de estas cuentas restablecidas, reconocidas por publicar discursos de odio y conspiraciones peligrosas, generarían hasta $19 millones al año en ingresos publicitarios para Twitter.
Pero los abogados de Musk dicen que son mentiras, financiadas por competidores comerciales. «El CCDH dice que es material de investigación imparcial; pero, de hecho, está siendo financiado en apoyo de una agenda ulterior», dice la carta del abogado.
Las otras acusaciones contra Musk
«Elon Musk proclama ser un ‘absolutista de la libertad de expresión’, pero sus acciones contra CCDH demuestran hasta dónde llegará para silenciar a quienes buscan hacerlo rendir cuentas», insiste la organización en su descargo luego de recibir la amenaza de acciones legales.
Pero el CCDH no es la única organización que ha advertido sobre los discursos de odio en Twitter. El Instituto para el Diálogo Estratégico —dedicado a investigar campañas de desinformación—, también asegura que mensajes violentos como el contenido misógino o el antisemita se han potenciado desde que llegó Musk. GLAAD, una de las organizaciones LGBTI+ más importantes en Estados Unidos, reveló en un informe en junio que Twitter era la plataforma más insegura para personas de esta comunidad.
Otra investigación, publicada por el Washington Post en marzo, explica que el algoritmo muestra en la sección «Para ti» tweets que corresponden con los intereses particulares de los usuarios. En consecuencia, quienes que ya seguían a perfiles extremistas, comenzaron a ver más publicaciones racistas y discriminatorias, sin que la compañía tomara alguna medida.
El lavado de cara de Twitter
Esto no le está gustando a los anunciantes. Las ventas publicitarias de Twitter cayeron 59% en abril, en comparación con el mismo período del año pasado. Por eso, desde que asumió la nueva CEO, Linda Yaccarino, la compañía ha dejado de ignorar las críticas y proactivamente ha intentado lavar su imagen.
Twitter informó este mes que ha limitado el alcance de más de 700 mil tweets, debido a que incumplían con su política sobre discursos de odio. Publicó un reporte en el que asegura que 99,99% de las impresiones de sus contenidos corresponden con «contenido saludable». La empresa prometió que próximamente tomaría más medidas para limitar el contenido abusivo.
La semana pasada, Musk aseguró que la plataforma había superado su récord de usuarios mensuales. En un tweet, mostró un gráfico con un recuento por encima de los 540 millones. Todo esto ocurre mientras ocurre el cambio de marca de Twitter a X y luego de que Meta lanzara Threads, «el Twitter de Instagram».