Las cuentas misóginas en Twitter crecieron un 69% desde que Elon Musk anunció que compraría la empresa. El dato resulta de un estudio del Instituto para el Diálogo Estratégico —dedicado a investigar campañas de desinformación y odio en todo el mundo—, que asegura que en los últimos meses se crearon decenas de miles de nuevos usuarios que de inmediato comenzaron a seguir a reconocidas cuentas que difunden contenido abusivo contra las mujeres.
El instituto utilizó como muestra los datos de 7 millones de seguidores de 132 perfiles misóginos. Hubo cuatro grandes picos en la creación de estos nuevos seguidores que, además, están relacionados con eventos clave. Los dos primeros fueron el 6 de abril y el 28 de octubre, que coinciden con el momento en el que Musk anunció que compraría Twitter y cuando se completó el acuerdo. Mientras que los otros dos fueron el 19 de noviembre y 30 de diciembre, el día en el que se restableció la cuenta de Twitter de Andrew Tate y la fecha en la que fue arrestado.
Andrew Tate es un influencer misógino de extrema derecha, arrestado por sospechas de tráfico de personas. Twitter suspendió la cuenta de Tate en 2017, pero gracias a Musk volvió a estar operativa. Perfiles parecidos al suyo registraron durante los picos mencionados entre 22 mil y 29 mil nuevos seguidores por día. Todas eran cuentas recién creadas.
Las cuentas misóginas en Twitter y los trolls fuera de control
La investigación sostiene que la gestión de Musk ha creado un "ambiente permisivo" para el crecimiento de estas redes abusivas. Musk leyó el estudio y se burló. "Perdón por hacer que Twitter pase de ser un paraíso nutritivo a un lugar que tiene… trolls", escribió en la red el lunes pasado.
Mientras que Musk desestima el crecimiento de cuentas misóginas en Twitter, a los trabajadores les angustia. Un grupo de empleados y ex empleados de la empresa dijeron a la BBC que las funciones destinadas a proteger a los usuarios de los troleos y el acoso están resultando difíciles de sostener. Desde que llegó Musk, al menos la mitad de la fuerza laboral de Twitter ha sido despedida o ha renunciado.
La BBC menciona como ejemplo el caso de Lisa Jennings Young, exdirectora de diseño de contenido de Twitter. Ella y su equipo fueron los responsables de diseñar varias herramientas para proteger a los usuarios de los abusos, como la función de auto bloqueo llamada "Modo Seguro", que la red social puso a prueba en varias regiones. A finales de octubre despidieron a todo el equipo de Jennings. Ella, en consecuencia, renunció en noviembre.
"Una persona totalmente nueva, sin experiencia, está haciendo lo que solían hacer más de 20 personas", declaró un ingeniero responsable del código informático Twitter que todavía trabaja en la empresa. "Eso deja espacio para mucho más riesgo, muchas más posibilidades de que las cosas salgan mal", dijo bajo condición de anonimato.
La Unión Europea le pide a Twitter que contrate más personal para moderar la red
La denuncia sobre el crecimiento de cuentas misóginas en Twitter llega justo con un pedido de más control por parte de las autoridades. La Unión Europea le solicitó a Elon Musk que contratara a más moderadores humanos y verificadores de datos para revisar las publicaciones en Twitter, informó ayer el Financial Times, que tiene acceso a las conversaciones entre los ejecutivos de la empresa y los reguladores de Bruselas.
Existen temores de que los despidos masivos en Twitter dificulten el cumplimiento de la Ley de Servicios Digitales. La legislación, que entrará en vigencia a principios de 2024, exige a las plataformas de Internet la implementación de medidas específicas contra el contenido ilegal.
El relajamiento de algunas medidas de protección, que permitió por ejemplo la rehabilitación de cuentas suspendidas, ha sido defendido por Musk como acciones en favor de la libertad de expresión. Twitter, mientras tanto, sigue apostando fuertemente a la automatización para moderar el contenido. Al mismo tiempo que ha eliminado varios procesos de verificación manual, según un reporte de Reuters publicado a finales del año pasado.
