Elon Musk anunció la semana pasada el cambio más drástico y polémico desde que se adueñó de Twitter. Limitar la cantidad de contenido que un usuario puede ver cada día —y, por lo tanto, limitar su permanencia en la plataforma— es el contrasentido de cualquier red social. El magnate culpó a terceros y aclaró que era una medida temporal. Pero la nueva medida es una señal más de qué tan grave es la crisis de Twitter.

Primero, estableció una barrera para que solo los que tuvieran cuenta en Twitter pudieran entrar al sitio. Antes, incluso las personas sin perfiles en la plataforma podían ver los tweets. Luego vino el límite diario para las cuentas no verificadas: 600 tweets por día, que a las pocas horas aumentó a 1.000. Musk fue un poco más considerado con quienes pagan Twitter Blue: para este grupo minoritario, la visualización se bloquea luego de los 10.000 tweets.

Musk culpó a los desarrolladores de inteligencia artificial: dijo que tomó la decisión para detener los «niveles extremos de data scraping y manipulación del sistema». Se refiere al proceso automatizado de extracción de datos públicos en Internet, que luego se suelen usar para entrenar a modelos de lenguaje parecidos a ChatGPT. «Es bastante irritante tener que poner en línea una gran cantidad de servidores» solo para favorecer «algunas empresas emergentes», agregó el magnate.

«RIP Twitter» se hizo tendencia de inmediato. Y algunos conocedores salieron a polemizar con Musk. «Sencillamente, no pasa la prueba de olfato que, de repente, el scraping haya creado problemas de rendimiento tan dramáticos», disparó Yoel Roth, el ex jefe de confianza y seguridad de Twitter, quien renunció a los pocos días de la llegada de Musk. La extracción de datos se hacía antes, dijo Roth, y «todo estaba bien».

Elon Musk fondo logotipo de Twitter

Facturas impagas, el motivo detrás de la crisis de Twitter

Roth hizo el descargo contra Musk en un hilo de Bluesky, otra red social creada por Jack Dorse, cofundador de Twitter. La nueva plataforma tuvo un récord de tráfico el fin de semana. Tanto, que tuvo que pausar temporalmente el registro de nuevos usuarios para evitar el colapso del sitio. Los ejecutivos de Mastodon, otra competencia, dijeron que habían registrado más de 100 mil nuevas cuentas en las últimas horas.

Cada vez que Twitter falla, las nuevas opciones cobran fuerza. Y Twitter ha fallado mucho últimamente: solo este año, ha sufrido al menos seis fallos generales. Rumman Chowdhury, científico de datos y ex empleado de Twitter, también cree que poco tienen que ver en esto las compañías desarrolladoras de inteligencia artificial. «Francamente, creo que estoy entre la mayoría de las personas que creen que se debe a la falta de pago de sus facturas… y él está tratando de reducir sus costos», dijo a la BBC.

Twitter viene reportando facturas impagas en los últimos meses. Algunas, con varios de sus socios más importantes. La compañía cuenta con servidores propios, pero también tiene contratos con Google y Amazon desde hace mucho tiempo para complementar su infraestructura. Platformer informó en junio que Musk se estaba negando a pagar los servicios de Google Cloud, justo cuando le tocaba renovar el contrato.

La situación tensó la relación entre los dos gigantes tecnológicos. Llegó hasta el punto en el que Google ni pudo comunicarse con Musk para discutir el tema, informó Bloomberg. El pago se reanudó luego de que asumiera la nueva CEO de Twitter, Linda Yaccarino. La red social utiliza Google Cloud, sobre todo, para el análisis de datos y el aprendizaje automático.

Algo parecido pasó con Amazon. La compañía de Jeff Bezos tuvo que amenazar a Twitter en marzo pasado con la retención de los pagos de publicidad, debido a las facturas pendientes relacionadas con los servicios de computación en la nube que brindaba, reportó The Information.

Crisis en Twitter.

Otra mala noticia para los anunciantes

Musk ya se había quejado antes del scrapping. En mayo, amenazó con demandar a Microsoft —socia de OpenAI, creadora de ChatGPT— por haber usado tweets para entrenar sus herramientas de inteligencia artificial. Pero también hay un tema de facturación en este conflicto: el también líder de Tesla y SpaceX lanzó la advertencia luego de que Microsoft informara que dejaría de incluir a Twitter como una alternativa dentro de su plataforma de anuncios.

El 90% de la entrada de dinero de Twitter proviene del negocio publicitario. Insider Intelligence pronosticó en abril que los ingresos publicitarios globales de la red social caerán este año a $ 2,98 mil millones de dólares. Esto representaría una disminución de 28%, con respecto a lo alcanzado en 2022. The New York Times informó que las ventas publicitarias de Twitter ya cayeron 59% en abril, en comparación con el mismo período del año pasado.

El nuevo límite de tweets viene a complicar la crisis de Twitter. Algunos empleados de ventas de Twitter estaban pidiendo consejos a la directiva sobre qué decir a los clientes cuando se dieran cuenta de que algunos anuncios no se mostrarían en la plataforma, dijo en un reporte aparte el Times.

Limitar cuánto pueden ver los usuarios podría ser «catastrófico» para el negocio publicitario, dijo Jasmine Enberg, analista de Insider Intelligence. «Esto ciertamente no hará que sea más fácil convencer a los anunciantes para que regresen», declaró a Reuters. Este tipo de medidas repentinas, más la proliferación de los discursos de odio en la red, ha espantado a los nuevos inversores.

Las esperanzas sobre el recupero financiero de la empresa están puestas en la nueva CEO, quien viene de ser la jefa de publicidad y asociaciones de NBC Universal. Pero, según Lou Paskalis, fundador de la consultora de publicidad AJL Advisory, «este movimiento le indica al mercado que él no es capaz de empoderarla para salvarlo de sí mismo».

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