Twitter experimentó una nueva caída en la era Musk, aunque en esta ocasión, la culpa habría sido de un ingeniero. Un reporte de Platformer indica que el fallo que afectó la web y otras aplicaciones se debió a los planes de cortar el acceso gratuito a la API. Un ingeniero de confiabilidad a cargo del proyecto realizó un cambio de configuración incorrecto que terminó rompiendo la API de Twitter.

La información, filtrada al medio por empleados de la red social, dejó entrever que el fallo no solo afectó a los usuarios, sino a múltiples equipos dentro de la compañía. Varios trabajadores reportaron en Slack que todo Twitter estaba caído, ya que los ajustes se cargaron a una parte de las herramientas internas. El incidente enfureció a Elon Musk, quien más tarde daría la cara para justificar lo que ocurrió.

"Un pequeño cambio de API tuvo ramificaciones masivas. La pila de código es extremadamente frágil sin una buena razón. En última instancia, necesitará una reescritura completa", dijo el magnate en un tweet. Este sentimiento es compartido por la mayoría de ingenieros que todavía trabajan en la empresa. Las caídas se han convertido en el pan de cada día y no todo es culpa de Elon Musk, sino de código de hace más de diez años.

"Este tipo de interrupción se ha vuelto tan frecuente que creo que todos estamos insensibles", dijo un empleado. "Hay tanta deuda tecnológica de Twitter 1.0 que si haces un cambio ahora mismo, todo se rompe", mencionó otro trabajador. La situación actual es crítica y prueba de ello es que la caída de hoy es el sexto fallo importante en lo que va del año.

Elon Musk no es capaz de transformar Twitter

Elon Musk Twitter, multimillonario

Cuando Elon Musk ofreció comprar Twitter por 43.000 millones de dólares, refrendó su intención de convertirlo en una plataforma donde reinara la libertad de expresión. Durante meses se dedicó a señalar todos los problemas que reinaban en la red social — tanto técnicos como a nivel directivo — prometiendo cambios una vez que tomara el mando. El día esperado llegó, y en lugar de implementar una estrategia para transformar la empresa, terminó despidiendo a más de la mitad de su personal.

El incidente de hoy, al igual que los fallos en la línea del tiempo y menciones que ocurrieron en febrero, o los problemas en la app de Android son el resultado de una empresa que opera con la menor cantidad de recursos. Según reportan los empleados de Twitter, solo un ingeniero de confiabilidad está a cargo del proyecto de la API. Esto es importante, ya que un ajuste inesperado termina por romper la plataforma y pueden pasar horas hasta que se resuelva.

La falta de personal también afecta la relación con los desarrolladores o los mismos usuarios de Twitter. Pese a que la empresa confirmó el fallo, la web de status del servicio no reportó incidentes. La ausencia de un departamento de comunicación se hace evidente, ya que el único modo de enterarse es a través de los tweets de Elon.

El cambio en la API que rompió Twitter es parte de una estrategia por limitar el acceso gratuito. Elon y compañía planean una API de pago y un acceso restringido para los miembros de Twitter Blue. El problema es que nadie querría pagar ocho dólares (o más) al mes por un producto poco confiable que cada semana experimenta problemas.

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