James Cameron es una de las personalidades más calificadas en cuanto al Titanic se refiere. El cineasta ha completado 33 inmersiones a la zona del naufragio, por lo que estaba consciente de los peligros que enfrentaba OceanGate en última misión. Tras confirmarse el desastre, el director de Avatar dijo que supo desde el lunes que el submarino implosionó y alertó a las autoridades.
En una entrevista con DailyMail, James Cameron declaró que OceanGate no debería haber hecho lo que estaba haciendo. «Desearía haber hablado más al respecto, pero no sabía que no estaban certificados. Realmente no le puse atención. No estaba interesado», mencionó. El cineasta dijo que había mucha preocupación por el submarino y la comunidad de ingeniería de inmersión profunda envió a una carta a la compañía pidiendo que se certificara.
«Te tienes que certificar. No puedes llevar gente allá abajo, es irresponsable y podría conducir a una catástrofe», decía la misiva. James Cameron mencionó que se encontraba filmando Avatar 2 durante el momento en que surgieron las preocupaciones. El cineasta también afirma que Stockton Rush, director de OceanGate, lo invitó a sumergirse con él para viajar al Titanic, a lo que se negó.
Con estos antecedentes, no fue sorpresa para Cameron cuando se enteró de que el submarino estaba perdido. El director de Titanic recibió múltiples llamadas y en un lapso de 90 minutos recabó datos cruciales del incidente.
"Estaban en descenso a 3.500 pies, perdieron las comunicaciones y el rastreador. Este último es crítico, porque el transpondedor que se usa para rastrear submarinos durante el descenso es un sistema completamente autónomo. Perder las comunicaciones y el seguimiento al mismo tiempo significa que el submarino ya no existe."
James Cameron
James Cameron intentó pensar en otros escenarios para explicar lo ocurrido, pero la única conclusión era que implosionó.
El submarino del Titanic implosionó el lunes
Cameron confesó que tras obtener la información del accidente, contactó a personas responsables de redes acústicas y obtuvo la confirmación de que hubo un fuerte estruendo al mismo tiempo que el submarino perdió las comunicaciones. «Sabía lo que había pasado. El submarino implosionó», dijo el cineasta. Posteriormente, envió correos electrónicos a todos sus conocidos para avisar sobre la catástrofe y decirles que buscaran los restos en el fondo del océano.
Esta información fue confirmada por la Marina de Estados Unidos, quien opera un sistema de detección acústica ultrasecreto para ubicar submarinos enemigos. Un funcionario de defensa confió al Wall Street Journal que comenzaron a escuchar al Titan tan pronto como se perdieron las comunicaciones.
«La Marina de los EE. UU. realizó un análisis de datos acústicos y detectó una anomalía consistente con una implosión o explosión en las inmediaciones de donde operaba el sumergible Titán cuando se perdieron las comunicaciones», declaró el oficial. «Si bien no es definitiva, esta información se compartió de inmediato con el Comandante del incidente para ayudar con la misión de búsqueda y rescate en curso», dijo.
Pese al llamado de James Cameron y los datos registrados por la Marina, la operación de búsqueda y rescate se centró en otros escenarios. Durante cinco días se rumoreó que el submarino habría quedado varado en los restos del Titanic o que volvería a la superficie y era necesario ubicarlos antes de que se terminara el oxígeno.
La realidad es que ni el director de Avatar ni la comunidad de ingenieros compartían este sentimiento. En una entrevista con BBC News, James Cameron dijo que la operación de rescate se sintió como una farsa prolongada. «Sabía que el submarino estaba sentado exactamente debajo de su última profundidad y posición conocidas. Ahí es exactamente donde lo encontraron», dijo.
OceanGate podría enfrentar cargos criminales
Ante la muerte de las cinco personas, algunos se preguntan si OceanGate podría enfrentar cargos por negligencia. Si bien la situación es catastrófica, lo cierto es que los tripulantes firmaron documentos en los que se especificaba que podían morir. El youtuber Alan Estrada y el periodista David Pogue — que viajaron en el Titan — dieron cuenta de esto. Pogue mencionó que la documentación detallaba que la nave no había sido revisada ni certificada por un organismo gubernamental.
Aunque los afectados firmaron documentos, existe la opción de denunciar a la compañía. Neama Rahmani, abogado y exfiscal federal, mencionó que solo se puede renunciar a una negligencia simple, pero no a una grave como la muerte. «Esta evidencia puede presentarse en cualquier juicio, ya sea civil o penal, por negligencia o imprudencia criminal», dijo.
Los señalamientos a OceanGate han sido una constante desde hace años y James Cameron lo ha confirmado. La carta que mencionó el cineasta fue enviara por la Sociedad de Tecnología Marina (MTS) en marzo de 2018, en donde se señala que el enfoque experimental de la empresa podría tener resultados catastróficos. No obstante, la seguridad no era prioridad para Stockton Rush y su compañía, puesto que las consideraba como un desperdicio.