Google ya ha lanzado Bard en gran parte del mundo. Sin embargo, el chatbot de inteligencia artificial que compite con ChatGPT se encuentra en permanente evolución, añadiendo conocimiento y nuevas características. Sin embargo, en Mountain View todavía no confían al 100 % en que esta herramienta sea capaz de "guardar secretos".

Según reporta Reuters, Google le ha pedido a sus empleados que no comportan información confidencial con ningún chatbot de IA; ni siquiera con Bard. Las fuentes del citado medio indican que la medida forma parte de los lineamientos de seguridad de la compañía. Algo que no sorprende, considerando que son varias las tecnológicas que han adoptado medidas similares. Entre los casos más notorios se encuentran Apple, Amazon y Samsung.

Lo curioso del caso es que Google haya tenido que salir a aclarar a sus empleados que no deben ingresar datos clasificados —secretos empresariales, vamos— en Bard. Después de todo, el riesgo de que se produzca una filtración siempre está latente. No solo porque las conversiones con el chatbot puede ser vistas por revisores humanos, sino porque la propia IA puede reproducir públicamente la información, si la misma forma parte del dataset utilizado para entrenarla.

Otro punto a tener en cuenta es que Google tampoco quiere que sus desarrolladores utilicen fragmentos de código generados por Bard. No olvidemos que el chatbot de IA recibió recientemente la habilidad de programar en más de una veintena de lenguajes; entre ellos, Javascript, Python y C++.

Los de Mountain View aclararon que la directriz a los programadores fue, principalmente, para evitar "sugerencias de código indeseadas". No obstante, destacaron que los ingenieros de software de la compañía siguen siendo ayudados por la plataforma impulsada por inteligencia artificial.

Google se adapta a Bard sobre la marcha

Google se adapta a Bard sobre la marcha

Las nuevas directivas de Google con respecto al uso interno de Bard dejan en claro que la compañía está adaptándose a la plataforma sobre la marcha. No olvidemos que el chatbot nació como una rápida respuesta a ChatGPT, y su lanzamiento no estuvo exento de polémica, incluso dentro de la propia compañía.

En abril se conoció que hasta los propios analistas de Google intentaron frenar el estreno de Bard debido a su preocupación por los riesgos de seguridad. Aunque lo más llamativo fue lo dicho por Sundar Pichai, CEO de la empresa, quien confesó que no entienden del todo cómo funciona su IA.

Google ya ha lanzado Bard en más de 180 países, aunque todavía no está disponible en español. Los usuarios pueden probarlo en inglés, japonés y coreano, aunque se espera que más idiomas lleguen en los próximos meses. La mala noticia para los usuarios europeos es que el chatbot todavía no se puede utilizar de forma oficial en la UE. Esto se debe a un reciente bloqueo impuesto por el regulador irlandés.

No obstante, los californianos aseguran estar trabajando con las autoridades para atender las preocupaciones sobre la privacidad. La precaución de Google para cumplir con las regulaciones antes de lanzar Bard tiene justificativo; máxime cuando Europa se encamina a debatir su Ley de Inteligencia Artificial.

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