Motorola lleva un tiempo ofreciendo smartphones con características interesantes a un precio relativamente económico. Prueba de ello es el Motorola Edge 30 Fusion, modelo que en Hipertextual pudimos probar hace unos meses y que resulta una muy interesante alternativa a algunos móviles de Xiaomi. El mejor ejemplo, no obstante, es el Motorola Edge 40 Pro, el buque insignia de la marca que no tiene nada que envidiar a otros dispositivos de gama alta, que llega con un punto muy diferencial: su precio.
El Edge 40 Pro, en concreto, está disponible en España por 899 euros, y tiene prácticamente las mismas especificaciones que el Samsung Galaxy S23+, el Vivo X90 Pro o el Honor Magic 5 Pro; móviles cuyos precios rondan los 1.100 euros. A priori, puede resultar una opción atractiva. De hecho, y teniendo en cuenta el Snapdragon 8 Gen 2 que utiliza como procesador, esa pantalla de 6,67 pulgadas con una tasa de refresco de 165 Hz, y la triple cámara principal con —por fin— un sensor teleobjetivo, el Motorola Edge 40 Pro parece ser uno de los móviles más prometedores del año.
Esa es, de hecho, la conclusión que saqué tras una primera muy ligera toma de contacto y al conocer sus principales características. Y es, por supuesto, una opinión que puede cambiar considerablemente después de probarlo en profundidad; pues en apartados como la pantalla, la cámara o la batería intervienen factores que van más allá de la resolución, la tasa de refresco, etc.
Precisamente, una de mis mayores dudas con este Motorola Edge 40 Pro, es si la compañía ha recortado en algún apartado para poder ofrecer un precio inferior a los 1.000 euros. O si, en cambio, simplemente es una estrategia para acercarse a un mercado cada vez más dominado por Apple, Samsung y Xiaomi. Intentando revolver esta duda me he encontrado con detalles muy interesantes de este smartphone: funciones que realmente sobresalen frente a otros modelos, características que están a la altura de su competencia, y algún que otro punto no tan bueno. Empecemos por el principio.
Lo mejor del Motorola Edge 40 Pro
Una de las mejores características del Motorola Edge 40 Pro es, sin duda, su pantalla. Es lo que más llama la atención al utilizar el smartphone por primera vez —más que su diseño, incluso— y por diferentes factores. Por un lado, por su elevado nivel de brillo. El Edge 40 pro cuenta con un pico de 1.300 nits, que es considerablemente mayor que otros smartphones y permite visualizar el contenido con claridad incluso en altas condiciones lumínicas, como puede ser en exteriores, a plena luz del sol.
De la pantalla del nuevo insignia de Motorola también llama la atención su increíble nitidez y claridad; no tanto la interpretación de los colores que, en mi opinión, son demasiados saturados. Por suerte, la compañía permite ajustar los tonos y escoger unos más “naturales”, donde con tonos ligeramente más claros.
La tasa de refresco es otra de las características más interesantes de la pantalla del Edge 40 Pro: llega hasta los 165 Hz, pero con matices. Me explico: el smartphone tiene una pantalla con tecnología LTPO que permite adaptar de forma automática la frecuencia de actualización de 1 hasta 120 Hz.
De este modo, cuando el panel está visualizando algo estático, como una imagen o un texto, y no detecta movimiento, la tasa de refresco baja automáticamente para ahorrar batería. Si, en cambio, hay movimiento, la tasa de refresco sube hasta los 120 Hz. La tecnología LTPO, por tanto, no alcanza los 165 Hz, por lo que es necesario activarlos de manera manual en los ajustes del sistema, y teniendo en cuenta que la pantalla siempre funcionará a esta frecuencia, por lo que la batería podría verse perjudicada. ¿Merece la pena activarlos? En mi opinión, no, pues apenas percibes la diferencia entre 120 y 165 Hz, pero la diferencia en cuanto al consumo de batería puede ser importante.
Ahora bien, ¿cómo perjudica la pantalla a la batería? La de este Edge 40 Pro es de 4.600 mAh y, en líneas generales, hace un buen trabajo, pudiendo llegar al final del día con 30 %. Siempre y cuando, eso sí, ajustemos el nivel de brillo y escojamos una frecuencia de actualización de pantalla inferior a los 165 Hz. El Edge 40 Pro, por otro lado, cuenta con una carga rápida de 125W (el cargador viene incluido en la caja) y es compatible, además, con la carga inalámbrica.
Otra de las características clave del Motorola Edge 40 Pro es su rendimiento. El terminal está equipado con un Snapdragon 8 Gen 2, el procesador de Qualcomm más potente hasta la fecha. Todo ello, además, con una configuración única de 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno. Como no podría ser de otra manera y, sobre todo, teniendo en cuenta la genial calidad de la pantalla, la experiencia a la hora de jugar con este smartphone es realmente buena.
Lo no tan bueno del Motorola Edge 40 Pro
Voy a ir directo al grano: donde más flojea el Motorola Edge 40 Pro es en su cámara. No es una cámara mala, en absoluto, pero sí está por detrás del resto de características. También por detrás de otros smartphones de su competencia.
El Motorola Edge 40 Pro, en concreto, incluye un sensor primario de 50 megapíxeles con una apertura f/1.8. Le acompaña una cámara ultra gran angular de la misma resolución, con un ángulo de 114 grados, así como un sensor teleobjetivo de 12 megapíxeles.
Los resultados con el sensor primario son correctos a plena luz del día, con un buen detalle y una interpretación de los colores bastante precisa, sin que se sobresaturen demasiado. En algunas ocasiones, eso sí, tiende a sobreexponer la imagen, lo que obliga a repetir la captura o a ajustar manualmente la zona de enfoque.
En interiores o en aquellas escenas donde no hay mucha luz natural, ese buen detalle disminuye y comenzamos a ver algo más de ruido y, en general, una pérdida de calidad respecto a las imágenes en exteriores. No es nada importante, y esto no quiere decir que sea malo. De hecho, es algo muy común en las cámaras de los smartphones. En general, eso sí, los resultados siguen sin estar a la altura de las cámaras de otros móviles, como puede ser el Honor Magic 5 Pro, el Pixel 7 Pro o el Samsung Galaxy S23+.
El resto de sensores (ultra gran angular y teleobjetivo) mantienen esos correctos resultados que vemos en el sensor principal —con sus pequeños inconvenientes incluidos—. El detalle es correcto en ambos casos y unos colores correctos gracias al procesado de Motorola. En este caso, eso sí, el ruido es algo más pronunciado en escenarios poco iluminados.
El Motorola Edge 40 Pro, además, cuenta con diferentes opciones que hacen que el apartado fotográfico sea más versátil, como un modo macro o de captura doble, donde podemos grabar con la cámara trasera y frontal de forma simultánea. Este modo, además, tiene una función adicional muy interesante: es posible grabar con la cámara trasera y activar la cámara frontal únicamente cuando el usuario está hablando.
Lo que no debes pasar por alto
El Motorola Edge 40 Pro también presume de otros apartados que si bien, en mi opinión, no destacan realmente frente a su excelente pantalla o su genial rendimiento, sí que son dignos de mención.
Uno de ellos es su diseño; muy en la línea de los últimos móviles de la marca y con algún que otro cambio o mejora interesante. La parte trasera de este Motorola Edge 40 Pro es de cristal, con un acabado mate muy pulido que da la sensación de aterciopelado. Es realmente suave, tal vez excesivamente suave, pues en algunos casos da la sensación de ser un móvil resbaladizo, pero evita que las huellas se queden marcadas y que se aprecien los posibles arañazos. El terminal, además, cuenta con resistencia IP68 frente al agua y al polvo.
Otro punto importante son esos pequeños extra que ayudan a mejorar la experiencia, tanto a la hora de jugar o consumir contenido multimedia, como en cuanto a uso general. Uno de estos es el altavoz estéreo compatible con Dolby Atmos.
También los diferentes gestos y ajustes extra que la compañía incluye en el software, como uno que activa la linterna al agitar el terminal —muy útil—, u otro que abre la cámara con un doble giro de muñeca. El software, eso sí, tiene algunas aplicaciones propias un poco innecesarias, como Moto Secure, que simplemente ofrece un acceso directo a algunas funciones de privacidad del sistema.
¿Merece la pena el Motorola Edge 40 Pro?
El Motorola Edge 40 Pro, reiteramos, está disponible por 899 euros. Es, en líneas generales, un dispositivo redondo por sus prestaciones y precio. Ofrece una pantalla excelente, a la altura que otros smartphones cuyo precio es ligeramente más elevado. Además, el Snapdragon 8 Gen 2 y esa batería de 4600 mAh hacen que, en términos de rendimiento, el smartphone no defraude, y cuenta con pequeños extras que incrementan considerablemente la experiencia de usuario, como un diseño resistente al agua, la compatibilidad con la carga inalámbrica o el altavoz estéreo con Dolby Atmos.
Donde más flojea el Motorola Edge 40 Pro es en su cámara. Ojo, no es mala, pero, y repito, no está a la altura de su competencia. Hay, incluso, otros dispositivos cuyo apartado fotográfico es considerablemente mejor y tienen prácticamente el mismo precio que este Motorola Edge 40 Pro; véase el Google Pixel 7 Pro.
De hecho, el Pixel 7 Pro es el principal competidor de este Motorola Edge 40 Pro. Tiene un precio similar —ahora, incluso, más económico: a 759 euros—. Y si bien algunas de sus especificaciones no superan a las del Motorola (en rendimiento, por ejemplo), puede resultar una alternativa interesante para aquellos que buscan un smartphone con buena cámara y no quieren gastarse más de 1.000 euros.
El Edge 40 Pro de Motorola, en cambio, puede ser una genial opción para aquellos que priorizan en el apartado multimedia y rendimiento, sin sacrificar, eso sí, en cada uno del resto de sus apartados. El smartphone, de hecho, es en cierto modo, un heredero espiritual de OnePlus, compañía que desde sus inicios ha destacado por ofrecer dispositivos de gama alta a un precio competitivo, por su excelente experiencia en el software y, precisamente, por no destacar considerablemente en cámara.