La guerra por ser el smartphone con mejor cámara del año también la libra Vivo. Lo lleva, haciendo, de hecho, desde 2022, con el Vivo X80 Pro, el que todavía sigue siendo uno de los smartphones con mejor apartado fotográfico. Ahora, y para batallar contra móviles como el Samsung Galaxy S23 Ultra, el iPhone 14 Pro o el Xiaomi 13 Pro, la compañía asiática ha anunciado el Vivo X90 Pro; móvil que, en realidad, tiene mucho más que ofrecer que una buena cámara y que en Hipertextual he podido probar en profundidad. 

El Vivo X90 Pro, en concreto, llega con uno de los procesadores más potentes de MediaTek, una pantalla OLED de 6,78 pulgadas, una batería de 4870 mAh y, por supuesto, un potente apartado fotográfico que destaca por su sensor de 1 pulgadas bajo una óptica Zeiss. Prescinde, eso sí, de algunas prestaciones clave de su antecesor, como el procesador Qualcomm o el lector de huellas ultrasónico, que permitía desbloquear el terminal en un área mucho mayor que la de cualquier otro smartphone.

El móvil de Vivo, además, apuesta por un diseño algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en el resto de smartphones de gama premium que se comercializan en Europa, como el Samsung Galaxy S23 o el Xiaomi 12 Pro. Su estética, de hecho, deja claro que el punto más importante de este móvil es la fotografía. Pero, ¿es realmente un buen exponente fotográfico frente a su competencia?

Diseño y pantalla del Vivo X90 Pro: eclipsados por pequeños añadidos innecesarios

Con el diseño de los móviles de Vivo siempre tengo la misma primera impresión; no sé si me gusta, o lo odio. Esto es, en parte, por el brutal protagonismo que la compañía le da estéticamente al apartado fotográfico. En el Vivo X80 Pro, por ejemplo, me encontré con ese enorme módulo rectangular en un cristal brillante que, tras varios días de uso, me percaté de lo bien que contrastaba con esa trasera en acabado mate. Con este X90 Pro, me ha pasado algo diferente.

Al abrirlo de la caja, su aspecto me transmitía una sensación algo agridulce —más agria que dulce, he de decir—. Probablemente, porque no estoy acostumbrado a ver móviles con un acabado que no se cristal. También, porque el módulo fotográfico es bastante predominante. Es una sensación que, del mismo modo que con su antecesor, se fue desvaneciendo a los pocos días.

No es, por supuesto, el móvil más bonito que ha pasado por mis manos, pero, en general, es un dispositivo con un aspecto elegante, resistente y cómodo en mano pese a sus dimensiones.

Del diseño del Vivo X90 Pro, eso sí, tengo alguna que otra pega. En primer lugar, la trasera es algo sucia en comparación con el cristal mate; las huellas se quedan marcadas con facilidad, y resulta algo difícil limpiarlas. La parte posterior, además, tiene una especie de franja con el eslogan “Xtreme Imagination” que, aparte de no cuadrar mucho con la estética, también es un imán para las huellas.

Este diseño se complementa con una gran pantalla que también nos da una de cal y una de arena. Se trata del mismo panel que monta el vivo X80 Pro; una pantalla AMOLED de 6,78 pulgadas con una resolución de 1260 x 2800 píxeles, una tasa de refresco de 120 Hz y un brillo de hasta 1300 nits.

Es una pantalla brillante, que ofrece una muy buena interpretación de colores y cuya nitidez es prácticamente excelente. Tiene, sin embargo, un inconveniente; su pronunciada curvatura. Esta, además de ser innecesaria, pues no aporta ninguna función adicional, crea una especie de sombreado en los cantos de la pantalla cuando se reproducen tonos blancos.

A Qualcomm no se le echa de menos

Vivo X90 Pro, pantalla

Uno de los cambios más importantes de este Vivo X90 Pro frente a su antecesor, es el procesador. La compañía, en vez de apostar por el SoC Qualcomm que renovaría al Snapdragon 8 Gen 1 del Vivo X80 Pro —es decir, el Snapdragon 8 Gen 2—, ha decidido incluir un chip MediaTek Dimensity 9200 que está acompañado, en este caso, por 12 GB de RAM y 256 GB de memoria interna.

El cambio del modelo de procesador podría suponer un salto hacia atrás, pero, en realidad, a Qualcomm no se le echa de menos. El Dimensity 9200 de MediaTek, de hecho, hace un genial trabajo en términos de rendimiento. Tal vez no sea más potente que un smartphone con un chip Snapdragon 8 de segunda generación, pero puede abrir cualquier aplicación sin ningún problema y realizar tareas exigentes, como ejecutar juegos, realizar descargas, etc., sin que se caliente en exceso. Todo ello, además, acompañado de una batería que también deja muy buenas sensaciones.

El Vivo X90 Pro, en concreto, tiene una batería de 4.870 mAh que permite utilizar el smartphone de forma intensiva durante un día sin ningún problema. El terminal, además, cuenta con una carga rápida de 120W capaz de suministrar el 50 % de batería en poco más de 5 minutos, y es compatible con la carga inalámbrica.

Cámaras: ¿el tamaño del sensor importa?

Vivo X90 Pro cámaras

Ahora sí, centrémonos en el apartado más destacable de este Vivo X90 Pro; su cámara. Aquí, a diferencia del resto de áreas, Vivo ha dado un salto importante frente a su antecesor. El sensor primario ahora es un Sony IM989 de 1 pulgadas con una resolución de  50 y una apertura f/1.75. Le acompaña una cámara ultra gran angular de 12 megapíxeles, así como un sensor teleobjetivo de 50 megapíxeles de resolución capaz de capturar fotografías con un zoom óptico 2x. A esta potente y prometedora configuración, además, debemos añadirle algún que otro extra que Vivo ha incluido, empezando por la asociación con Zeiss.

La óptica de las cámaras del Vivo X90 Pro, de hecho, están desarrolladas por Zeiss, y la compañía alemana también ha incluido diferentes modos característicos de sus cámaras tradicionales. Pero vayamos por partes.

En primer lugar, ¿el tamaño del sensor es realmente relevante? En parte sí, pues contra mayor sea el tamaño del sensor, mejor trabaja la cámara en condiciones de baja luminosidad y, por ende, puede ofrecer mejores resultados. No obstante, y como pasa con la resolución de las cámaras —normalmente, a más resolución, mejor— de nada sirve tener un sensor de 1 pulgada si el procesado u otros parámetros de la cámara no están a la altura.

Ahora bien, ¿qué tan buena es esta y el resto cámaras del móvil de Vivo? Los resultados con la cámara principal a plena luz del día son prácticamente excelentes en todos los aspectos. La lente consigue capturar un detalle sobresaliente, con unos colores muy precisos, a excepción de algunos elementos, como el cielo o la hierba, donde el procesado satura algo más los tonos —nada importante—. Lo más llamativo de la cámara, no obstante, es el efecto bokeh tan natural que crea cuando enfocamos un objeto. A veces algo excesivo, en mi opinión, pero muy bien trabajado en la mayoría de situaciones. Es sí, no es un modo retrato como el que vemos en la mayoría, sino un desenfoque que hace la propia lente y que consigue aportar una imagen más similar a la que capturaríamos con una cámara profesional.

Estos buenos resultados que vemos en la cámara principal se repiten en el sensor ultra gran angular y en el teleobjetivo. En el caso de la primera lente, es común ver algo de pérdida de detalle en aquellas zonas más alejadas de la imagen, pero consigue mantener unos buenos colores y una muy buena exposición.

Zeiss, reitero, ha añadido algún que otro modo para hacer que la cámara del Vivo X90 Pro sea algo más versátil. En la opción de vídeo, por ejemplo, podemos activar un modo ‘Cinematic’ que no solo imita el desenfoque de las cámaras Zeiss, sino que también adapta la relación de aspecto a un formato más similar al que se utiliza en las películas. También vemos modos de Zeiss en la sección de Retrato, donde es posible aplicar diferentes estilos de desenfocado.

¿Merece la pena el Vivo X90 Pro?

Vivo X90 Pro

El Vivo X90 Pro sale a la venta en España a un precio de 1.199 euros; coste ligeramente menor que smartphones como el Samsung Galaxy S23 Ultra (1.409 euros) y el Xiaomi 13 Pro (1.399 euros). Es, además, el mismo precio de salida que el del Vivo X80 Pro; modelo que, reitero, sigue reinando en cámara y que ahora deja el trono a una nueva generación cuya cámara puede competir contra la de aquellos buques insignias de Samsung o Xiaomi. Todo ello, además, con una pantalla excelente —aunque demasiada curva— un rendimiento que no deja indiferente y una muy buena autonomía.

El Vivo X90 Pro, eso sí, tiene algunos puntos flacos respecto a su competencia que tal vez pueden justificarse por el precio. Uno de ellos, es la pérdida del sensor de huellas dactilares ultrasónico, que ofrecía un área de detección mayor y alguna que otra función de seguridad adicional. Ojo, esto no quiere decir que el lector de huellas dactilares esté mal. De hecho, es muy rápido, pero es un pequeño paso atrás respecto a la anterior generación. También lo es, en mi opinión, su aspecto, que es algo más estridente que su antecesor.

El Vivo X90 Pro, por tanto, puede resultar una opción atractiva frente a los gama premium de Samsung y Xiaomi, si lo que buscas es un móvil Android que priorice en cámara y tienes un presupuesto bastante amplio. Lo es, al menos, hasta que su competencia, concretamente el Galaxy S23 Ultra y el Xiaomi 13 Pro, bajen de precio.

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