Tras Los Bridgerton, La Reina Carlota se ha convertido en otro gran éxito de Netflix. La serie se centra en la historia real que en su momento se añadió a la trama de los libros de Julia Quinn. Real por la veracidad de los hechos y por su relación con la monarquía, ya que se habla de los primeros años de matrimonio entre Carlota de Mecklemburgo-Strelitz y el Rey Jorge III de Inglaterra. En la serie, esos primeros años están marcados por la incipiente enfermedad mental del monarca. Una enfermedad que también ocurrió en la realidad, aunque empezó un poco más tarde.

Jorg III comenzó a sufrir ataques continuados en 1788, 27 años después de su boda con la reina Carlota. Además de mostrar aparentes ataques de locura, solía quejarse de fuertes dolores. Incluso llegó a experimentar convulsiones, haciendo necesario que sus pajes se sentaran sobre él para evitar que se lastimara. Sin duda, sus pajes estaban muy atentos a él, como también puede verse en la serie de Netflix.

Lógicamente, dado el atraso de la medicina de la época, no se pudo saber exactamente qué le ocurría. No obstante, muchos investigadores actuales han hecho diagnósticos a posteriori. En un inicio se pensó que sufría porfiria. Sin embargo, un estudio científico publicado en 2017 pone de manifiesto otra teoría bastante más plausible.

Porfiria, la primera teoría sobre la enfermedad de Jorge III

Las porfirias son un grupo de enfermedades, caracterizadas por el déficit de algunas proteínas implicadas en la síntesis de una parte muy importante de la hemoglobina.

Suelen ir acompañadas de un abanico muy variado de síntomas, entre los que destacan algunos de los que experimentaba el monarca. Es el caso, por ejemplo, de los dolores, las alucinaciones, la confusión y las convulsiones. A lo largo de la mayoría de capítulos de La Reina Carlota pueden verse muchos ataques marcados por estos síntomas.

Existen también algunas porfirias cutáneas, que causan hipersensibilidad a la luz solar, de ahí que en el pasado estos pacientes se confundieran con vampiros. Pero, sin duda, el motivo principal por el que se pensó que la enfermedad de Jorge III era esta fue el color azul de su orina. A medida que empeoraban sus síntomas, este color se iba haciendo más intenso. Si bien en los pacientes con porfiria suele teñirse más de un tono amarronado o rojo, en ciertos casos puede contener sustancias que le confieren un color azul o violáceo.

Esto ha llevado a que durante años se considere la teoría principal. No obstante, hoy conocemos otra, que cuadra también con lo que hemos podido ver en La Reina Carlota.

La Reina Carlota

Puntos en común y diferencias con La Reina Carlota

Aunque sufrió una pequeña crisis en 1765, poco después de su boda con La Reina Carlota, los que entonces se calificaron como ataques de locura del monarca empezaron con asiduidad en 1788. Esa sería una diferencia con la serie.

Sí que cuadra con algo que vimos en Los Bridgerton, cuando JorgeIII l pregunta a la reina Carlota por su hija Amelia. Ella intenta recordarle que falleció pocos años antes, pero él no la cree y sufre otro de sus ataques. Puede parecer que se trataba de una niña, aunque en realidad Amelia, la menor de sus hijos, murió a los 27 en 1810, 3 años antes de la época en la que está ambientada la serie.

Los que sí fallecieron siendo muy pequeños fueron Octavio y Alfredo, con 4 y 2 años respectivamente. Ambos murieron después de someterse al proceso de inoculación de la viruela para prevenir la enfermedad. Cabe destacar que este procedimiento fue el que dio lugar a la vacuna, pero que era mucho menos seguro, pues no se usaban formas inactivas o leves del patógeno. Ocurrió con pocos meses de diferencia, en 1782 y 1783, pudiendo ser uno de los desencadenantes de la enfermedad de Jorge III.

Todo esto cuadra con algo que dice la reina Carlota cuando aparece mayor en la serie. Y es que, a pesar de tener 13 hijos adultos, señala que ella y su marido trajeron 15 hijos al mundo. Es cierto que en ese punto ya deberían ser 12 por la ausencia de Amelia, pero es algo que podemos perdonar.

Frases demasiado largas

Los síntomas que comenzó a padecer, y que hemos podido ver en La Reina Carlota, parecían claros de una enfermedad mental. Por eso, un equipo de científicos de la Universidad de Londres decidió analizar algunas cartas y otros documentos escritos por él, en busca de pistas de lo que podría ocurrirle.

Todo esto se sometió a un programa informático de análisis lingüístico, con el fin de localizar tendencias en los momentos en los que perdía su lucidez. Y así fue. Aquellos escritos que coincidían con ataques, con base en otros registros de la época, coincidían en contar con frases muy largas. Tanto, que llegaron a encontrarse algunas de 400 palabras y solo 8 verbos. Esto es algo común hoy en día en pacientes que experimentan la fase maníaca de trastornos psiquiátricos como el trastorno bipolar.

Por eso, estos científicos creen que es una teoría más acertada para explicar la enfermedad de Jorge III. No debemos olvidar que la porfiria es un trastorno genético y que ninguno de sus quince hijos padeció los mismos síntomas. Solo quedaría dar una explicación al color de la orina.

Fue necesario indagar en algunos informes de los médicos que le trataron para localizar la explicación. La clave estaba en uno de los medicamentos que se le prescribieron desde el inicio de sus ataques. En su composición, contenía genciana, una flor de tono azulado que se ha usado históricamente con fines medicinales y que podría teñir la orina.

Por lo tanto, si bien nunca podremos saber con seguridad cuál era la enfermedad de Jorge III, la ciencia tiene una teoría con bastante sentido.