La Reina Carlota, de Netflix, cuenta la única historia real que la plataforma incluyó al convertir en serie la saga de novelas de Los Bridgerton, escrita por Julia Quinn. Se trata de la vida de Carlota de Mecklemburgo-Strelitz y su marido, el Rey Jorge III de Inglaterra. En Los Bridgerton ya habíamos visto que el rey padece algún tipo de enfermedad mental, pero la trama pasó por ella de puntillas. En cambio, La Reina Carlota gira precisamente en torno a los inicios de dicha afección.
Se puede ver como, aunque la acaba de conocer, el joven Jorge se casa aparentemente enamorado de Carlota. Sin embargo, poco después la lleva a vivir alejada de él, sin darle ninguna explicación. En ese tiempo, él intenta curarse, para que ella no se avergüence, pero también se vuelca en una de sus grandes pasiones: la astronomía.
Precisamente, en el primer encuentro de la pareja después de la boda, Jorge le cuenta a la reina Carlota que ha estado estudiando el inminente tránsito de Venus, que serviría para medir la distancia entre la Tierra y el Sol. ¿Pero qué hay de cierto en todo esto? ¿Forma parte del componente real de la historia o es un aliño de ficción?
Ficción y realidad astronómica en La Reina Carlota
La afición por la astronomía de Jorge III no es ficción. Era un monarca muy interesado por la ciencia y la cultura y en especial tuvo un gran interés en el estudio del cielo. De hecho, en 1788 el astrónomo francés Joseph-Jérôme de Lalande contó que el rey le llegó a reconocer que valía más la pena invertir en comprar telescopios que en matar hombres. Ponía la inversión en cultura por encima del gasto con fines bélicos, algo que le convertía en un rey muy especial.
En cuanto al tránsito de Venus, no sabemos si estuvo realmente obsesionado; pero, teniendo en cuenta las fechas, casi podría haber sido. Al menos si nos fijamos solo en el año.
En La Reina Carlota vemos que se muestra obsesionado poco después de la boda. El enlace tuvo lugar el 8 de septiembre de 1761 y es cierto que ese mismo año se documentó un tránsito de Venus, aunque fue un poco antes, el 6 de junio.
En cuanto a lo que explica de la medición de la distancia entre la Tierra y el Sol, también es verdad.
El tránsito de Venus como herramienta de medida
En 1691, 70 años antes de la boda de los protagonistas de La Reina Carlota, el astrónomo Edmund Halley propuso una forma de medir la distancia entre la Tierra y el Sol basándose en el tránsito de Venus. Además, predijo que el próximo sería precisamente el de 1761, por lo que sería la primera oportunidad para hacer los cálculos. Pero veamos primero qué es un tránsito planetario.
Se trata de un fenómeno que ocurre cuando un planeta, en este caso Venus, pasa entre el Sol y la Tierra. Sería el equivalente a un eclipse, pero con el planeta solamente como un puntito negro que cruza delante del Sol.
En realidad, la noche que Jorge escapa en busca de Venus en uno de sus ataques no observa el tránsito, sino el planeta en soledad. Para ver el tránsito tendría que haberlo hecho de día y con los ojos protegidos para no dañárselos al mirar fijamente al Sol. Ya en el siglo XII existían gafas de Sol, así que, aun sin haber tanto conocimiento sobre el daño a los ojos, no habría sido muy descabellado.
Ahora bien, volviendo al tema de las distancias, como bien calculó Halley, el tránsito de Venus es muy útil para realizar cálculos de paralaje. Es decir, de la desviación angular de la posición aparente de un objeto, dependiendo del punto de vista elegido. En este caso, sabemos que Venus pasa entre la Tierra y el Sol, por lo que la silueta de su disco se puede ver con un telescopio de filtro oscuro. El contorno circular del Sol, por lo tanto, ofrece una referencia para medir el paralaje de Venus y deducir el paralaje del Sol.
Para ello, se colocan varios astrónomos a grandes distancias. Todos observan el tránsito al mismo tiempo y registran la hora exacta de entrada y salida de Venus a través del disco solar. Después, a través de la combinación de sus mediciones del tiempo, que serán diferentes para cada observador, pueden calcular el paralaje y, con él, deducir la distancia Tierra-Sol.
Por lo tanto, el Rey Jorge habría necesitado algo de ayuda en otros lugares del mundo para hacer sus cálculos. Si no, habría sido un observador más. Lo que está claro es que La Reina Carlota tiene mucho de historia real. No solo en lo que se refiere al Rey y su enfermedad mental.