Los mosquitos son químicos redomados. Su saliva contiene compuestos anestésicos, que evitan que nos demos cuenta mientras nos pican, y también anticoagulantes que permiten que la sangre que nos roban fluya más deprisa. Todo esto genera una respuesta alérgica, responsable del picor y la aparición de ronchas. Eso en el mejor de los casos. Si también transmiten enfermedades, puede que la picadura nos salga mucho más cara. Además, por si eso no fuese suficiente, un equipo de científicos ha descubierto que algunos mosquitos transmisores de enfermedades, como el dengue o el Zika, suman al anestésico y el anticoagulante una sustancia capaz de frenar la respuesta de nuestro sistema inmunitario. Así, la infección puede producirse mucho más fácilmente.

Esto se ha estudiado en mosquitos que transmiten el virus del dengue. No obstante, ya se había observado con anterioridad el mismo compuesto en los transmisores de otras enfermedades, como el Zika y la fiebre amarilla.

El hallazgo es una mala noticia, porque muestra de lo que son capaces estos mosquitos. Pero también una buena, ya que supone una diana más en la que atacarles. Si se bloquea el efecto de esa sustancia, el sistema inmunitario tendría el terreno libre para actuar contra los virus que transmiten. Por desgracia, aún queda tiempo para que eso sea posible, pero este hallazgo es un buen comienzo. 

El truco de los mosquitos transmisores del dengue

No existe un tratamiento para el dengue, más allá de paliar algunos síntomas. Generalmente se cura solo; pero, por desgracia, en los casos más graves pueden darse hemorragias internas que conducen a la muerte.

Por eso, es vital conocer a fondo el virus e intentar dar con dianas que permitan acabar con él. Lógicamente, la principal diana está en los mosquitos que lo transmiten, por lo que, antes que curar, vale la pena prevenir, tomando medidas para evitar las picaduras. Pero, dado que esto no es siempre posible, también es interesante conocer los mecanismos de estos insectos.

Eso es lo que llevó a los autores del estudio que se acaba de publicar a analizar su saliva. Esperaban encontrar las sustancias típicas de los mosquitos, pero también dieron con una molécula, llamada sfARN, que curiosamente se había observado ya en otros mosquitos transmisores de enfermedades, como el Zika. Decidieron centrar su estudio en esta molécula y, así, vieron que tiene la capacidad de inhibir el sistema inmunitario.

Básicamente, es capaz de bloquear la acción de las primeras moléculas que acuden al lugar de la infección como mecanismo de defensa. Eso deja la vía libre al virus para esparcirse por el organismo. 

mosquitos
Presley Roozenburg (Unsplash)

¿Y ahora qué?

Tras este hallazgo, los autores de la investigación, procedentes de la Universidad de Virginia, pretenden seguir estudiando los mecanismos de este ARN para combatir al sistema inmunitario. Sería una diana idónea para combatir desde la raíz tanto el dengue como otros flavivirus transmitidos por mosquitos.

Pero aún queda tiempo para que eso ocurra. Por eso, de momento, la clave sigue estando en evitar las picaduras. Para eso, se deben evitar los sitios con aguas estancadas, usar mosquiteras en las ventanas y vestir con ropa ligera, pero que cubra la mayor parte posible de la piel. Los repelentes para mosquitos también son una buena opción. Pero, mejor que repeler al mosquito, está claro que la clave sería repeler al virus. El insecto es un simple mensajero que no sabe el daño que hace. En un futuro, quizás eso sea posible.

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