“Mi nombre es Tom Zhu, ahora soy responsable de producción global y servicios de venta y entrega. Me uní a la compañía en 2014 y estuve a cargo del negocio en la región de Gran China y Asia Pacífico. Hoy estoy representando a todas las Gigafactories para hablar sobre cómo podemos fabricar más coches, más rápido”. Así se presentó Zhu Xiaotong al subir al escenario durante el Investor Day 2023 de Tesla.
Allí, entre otros anuncios, se oficializó que la próxima Gigafactory de la compañía liderada por Elon Musk estará en el estado de Nuevo León, México.
Pero Tom Zhu no es un ejecutivo cualquiera dentro de esa gigantesca maquinaria que ha revolucionado la movilidad eléctrica a nivel mundial llamada Tesla. En sus casi 9 años en la compañía ha logrado posicionarse como una pieza fundamental de los planes de expansión liderados por Elon Musk. Al punto tal de convertirse en el principal ladero del magnate —su mano derecha, podríamos decir también—, pero sin echar por la borda su bajo perfil dentro de la empresa, ni su condición de ignoto fuera de ella.
Si trazamos un paralelismo, Tom Zhu es a Elon Musk lo que, en su momento, Tim Cook fue a Steve Jobs en Apple. Es la forma más sencilla de resaltar la importancia de este ejecutivo chino, responsable de que la Gigafactory Shanghái de Tesla hoy sea un monstruo capaz de producir alrededor de 20.000 coches eléctricos por semana.
“Construir más fábricas es el punto de partida para fabricar más coches y, ciertamente, somos expertos en ello”, presumió Zhu durante el Investor Day 2023. Sus palabras fueron acompañadas por una imagen más que elocuente: el antes y el después de la construcción de la Gigafactory Shanghái. ¿Cuánto tiempo transcurrió entre ambas imágenes? Apenas 9 meses y medio.
Tom Zhu explicó que para construir fábricas tan rápido es necesario apostar a una estrategia lo más lineal posible. Esto requiere desafiar las ideas de la industria automotriz convencional y apostar a que todo —o casi todo— el trabajo se realice con equipos propios. También se refirió a la posibilidad de incrementar la producción de vehículos dentro de la infraestructura ya existente, mientras se construyen nuevas fábricas en todo el mundo.
Queda claro que la estrategia de Xiaotong está funcionando a la perfección. El ejecutivo anunció que Tesla alcanzó el hito de 4 millones de coches eléctricos producidos, con una evolución impactante en los tiempos de fabricación. “Nos tomó 12 años fabricar nuestro primer millón de vehículos y unos 18 meses más para alcanzar el segundo millón. El tercer millón lo conseguimos once meses más tarde, y en menos de 7 meses hemos alcanzado el cuarto millón. Así que nos estamos volviendo mejores y más rápidos”, destacó.
Tom Zhu, una pieza clave para el éxito de Tesla
Pero los inicios de Tom Zhu en Tesla estuvieron lejos de la línea de producción de coches eléctricos. Cuando el ejecutivo se sumó a la compañía, su primera tarea fue ayudar a desarrollar y ampliar la incipiente red de Superchargers. Sin embargo, su ascenso a posiciones más relevantes dentro de la compañía se dio de forma meteórica. Para el cierre de su primer año de trabajo, ya era director de operaciones en China.
Es evidente que Elon Musk reconoció en Zhu Xiaotong a un aliado en quien podía confiar las responsabilidades principales de su expansión en el gigante asiático. En enero de 2019, de hecho, fue uno de los que acompañó al magnate durante la ceremonia de inicio de los trabajos en la Gigafactory Shanghái. Para fin de año, el directivo había sido ascendido a los roles de presidente de Tesla en China y vicepresidente global.
Las responsabilidades de Tom Zhu dentro de Tesla volvieron a incrementarse en julio de 2022. Por entonces, la compañía reestructuró sus roles ejecutivos y lo designó como jefe de la región Asia Pacífico. Hasta ese momento, la supervisión de las ventas en territorios como Singapur, Tailandia y Hong Kong corría por cuenta de un ejecutivo ubicado en Estados Unidos.
Pese a su relevancia cada vez mayor en el fabricante de coches eléctrico, Tom Zhu continuó siendo prácticamente un desconocido fuera de la empresa. Sus apariciones públicas han sido escasas en los últimos años, y las pocas entrevistas que ha otorgado han sido a medios chinos. No es ilógica, entonces, su falta de exposición en Occidente.
Recién a comienzos de este año su nombre empezó a generar más ruido de este lado del mundo. En los primeros días de enero, se conoció que Tom Zhu se haría cargo de la supervisión de las plantas de ensamblaje de Tesla en Estados Unidos y que también asumiría el desafío como jefe de ventas de Norteamérica y Europa. Todo esto, mientras mantenía sus responsabilidades con la marca en los principales mercados asiáticos.
De hecho, el alboroto por su nuevo ascenso alimentó rumores de que podría convertirse en el sucesor de Elon Musk como CEO de Tesla. Una posibilidad que por entonces no parecía descabellada, considerando las “distracciones” del actual director ejecutivo con Twitter.
Su meteórico ascenso
El bajo perfil de Tom Zhu hace difícil confeccionar un recorrido preciso de su trayectoria previa a sumarse a Tesla. Bloomberg recoge que, si bien nació en China, también posee pasaporte neozelandés. Esto se debe a su periplo como estudiante, puesto que se graduó como licenciado en comercio especializado en tecnología de la información en la Universidad Tecnológica de Auckland. Aunque parte de su vida universitaria también transcurrió en Estados Unidos, donde obtuvo un MBA de la Escuela de Negocios Fuqua, perteneciente a la Universidad de Duke.
Antes de llegar a Tesla, Tom Zhu se desempeñó en Kaibo International, una firma dedicada a gestionar proyectos de construcción. En dicha empresa ocupó diversos roles —casi que una premonición de su futuro en Tesla— y ofició de consultor para proyectos en Asia, África y Oceanía.
“En lo personal, siento que soy una persona tenaz. No importa cuán difícil sea el proyecto, estoy decidido a terminarlo. […] Además de liderar un equipo, también es importante proporcionar suficiente espacio para que ese equipo se desarrolle. El espacio para desarrollar y el espacio para la promoción son diferentes. Tanto mi equipo anterior de Tesla como el actual están de acuerdo en que no nos importan tanto los títulos de posición, sino que valoramos si cada individuo puede generar un impacto o no”, manifestó en una entrevista para la Escuela de Negocios Fuqua.
Esa tenacidad lo llevó a asumir un rol crucial para Tesla en China en 2014, cuando la compañía era noticia por motivos indeseados. Por entonces, la salida de Veronica Wu como jefa de operaciones provocó gran revuelo. La ejecutiva había llegado desde Apple con bombos y platillos y renunció al cargo apenas 9 meses después de asumir.
En ese momento Tesla estaba lejos de ser lo que es hoy, y afrontaba momentos complejos. Por un lado, tenía problemas con la importación del Model S, lo cual generaba demoras en las entregas. Además, los aranceles aduaneros hacían que sus vehículos fueran bastante más caros en China que en Estados Unidos, y existían grandes disputas por la disponibilidad de puntos de carga fuera de las ciudades más importantes como Pekín y Shanghái.
Pero no solo eso: por entonces, los usuarios tenían prohibido conducir sus coches eléctricos en Pekín durante las horas pico. Tom Zhu es considerado uno de los principales responsables de que dicha restricción se eliminara en 2015, logrando también que la red de cargadores de Tesla creciera exponencialmente en poco tiempo. Para 2016, la compañía de Elon Musk había entregado más de 11.000 vehículos en el gigante asiático, generando ingresos por más 1.000 millones de dólares.
Una ética laboral implacable, como le gusta a Elon Musk
Durante su etapa como máxima cara visible de Tesla en China, Tom Zhu se ganó la fama de “adicto al trabajo” y destacó por su permanente presencia en la línea de producción en la Gigafactory Shanghái. De carácter accesible y expeditivo, sus actitudes han establecido el ejemplo en más de una oportunidad. Empleados de la compañía contaron que, en 2019, con la fábrica apenas finalizada, una fuerte tormenta con lluvia provocó que el techo se inundara debido a las falencias del sistema de desagües. Para que la estructura no colapsara, Zhu y una treintena de otros empleados subieron con baldes de plástico a tratar de drenar el agua, bajo el diluvio.
Durante la pandemia de la COVID-19, Tesla fue una de las tantas empresas que padeció el bloqueo sanitario impuesto por el gobierno de Xi Jinping. Pese a varios contratiempos, la Gigafactory Shanghái logró reactivar su producción con la implementación de un sistema de burbuja que obligó a los empleados a dormir dentro de la fábrica. Tom Zhu no fue la excepción y también se quedó a vivir dentro de las instalaciones de Tesla para seguir de cerca las labores destinadas a recuperar la producción perdida por los parones.
En una entrevista al medio chino PC Auto en 2021, Tom Zhu comentó que su día laboral comenzaba habitualmente a las 6 de la mañana, para mantenerse en contacto con los equipos en Estados Unidos pese a la diferencia horaria. Por entonces, el ejecutivo indicó que residía en un apartamento de dos dormitorios ubicado a solo 10 minutos de la fábrica, y que solía compartir el viaje en coche hacia las instalaciones con otros trabajadores que vivían en el mismo sitio.
“En nuestra compañía, la mayoría de las cosas se hacen manos a la obra. Debes ensuciarte las manos. Sobre los problemas que tengamos en los mercados a lo largo y ancho del país, trato de enterarme lo más temprano posible”, dijo por entonces. Además, arrojó un concepto bastante peculiar sobre su contacto con Elon Musk:
“Creo que él no quiere que le comunique sobre mi trabajo. En realidad, espera que nosotros seamos un canal y un puente comunicacional para que pueda entender nuestro progreso como negocio en China. Así que nos mantenemos en contacto con mucha frecuencia; aunque no solo yo puedo comunicarme con Elon. En realidad, todos nuestros empleados pueden hacerlo. Si te diriges al azar hacia cualquier trabajador de esta fábrica y le preguntas cómo contactar a Elon Musk, te lo dirá”.
¿Será Tom Zhu el próximo CEO de Tesla?
Hoy, Tom Zhu parece sacarle varios cuerpos de ventaja a otros ejecutivos de Tesla para convertirse en el hipotético sucesor de Elon Musk. Aunque nadie se anima a vaticinar cuándo puede llegar a darse semejante cambio de conducción, si es que alguna vez ocurre, claro.
Pero con sus responsabilidades como líder de producción global y de ventas a nivel Europa y Norteamérica, no es descabellado pensar que esté más cerca que nunca del sillón de CEO. Especulaciones aparte, lo que sí está claro es que Elon Musk ha encontrado en Tom Zhu a su propio Tim Cook.