El caso de Virgin Orbit es verdaderamente curioso. En apenas dos años, la compañía de Richard Branson pasó de ser un potencial rival de SpaceX, a luchar por evitar su desaparición. Y por estas horas, está aferrándose a la posibilidad de conseguir un poco de oxígeno —dinero fresco, vamos— para sobrevivir a un desastroso inicio de 2023.

Reuters reporta que Virgin Orbit recibiría una inversión de 200 millones de dólares por parte del empresario estadounidense Matthew Brown. El acuerdo estaría cerca de cerrarse y, según el citado medio, serviría como un "empuje de confianza" para la firma dedicada al envío de satélites a la órbita terrestre baja.

Si el aporte se confirma, la empresa de Richard Branson podría respirar después de largos meses de preocupación. Virgin Orbit ya acarreaba una situación compleja, con pérdidas económicas y una disminución del dinero disponible en los últimos trimestres. Sin embargo, lo que en verdad la puso de rodillas fue el fracaso de una misión crucial para lanzar 9 satélites desde el Reino Unido, en enero pasado.

Era la primera vez que la empresa intentaba completar un procedimiento de este tipo desde territorio británico. Sin embargo, una anomalía provocada por un filtro de combustible fuera de posición impidió el correcto funcionamiento de la segunda etapa del cohete LauncherOne —que se lanza desde el aire, acoplado a un Boeing 747 modificado—, lo que le impidió llegar a la órbita de la Tierra. La carga transportada terminó cayendo al Océano Atlántico.

El impacto de la misión fallida fue tal, que la semana pasada Virgin Orbit se vio obligada a licenciar a prácticamente todo su personal y pausar sus operaciones temporalmente. La medida se tomó mientras los de Richard Branson analizaban "opciones estratégicas" para mantener la compañía en pie.

Virgin Orbit asombró al mundo, pero ahora está en problemas

Virgin Orbit
Foto: Virgin Orbit.

Virgin Orbit es una de las tantas empresas que intentó ganarse un lugar dentro del muy competitivo mercado del envío de cargas satelitales a la órbita terrestre baja. Si bien SpaceX, de Elon Musk, es la referencia más importante del sector, varios jugadores han tratado de hacerse un nombre, especialmente con la implementación de métodos menos convencionales de lanzamiento o recuperación de los cohetes, bajo la promesa de reducir costes en el camino.

Los de Richard Branson asombraron al mundo con una propuesta que, en principio, no parecía más que una idea alocada. Es que, a diferencia de sus competidores, no utilizaban una plataforma de lanzamiento tradicional para su cohete, sino que lo desplegaban desde el aire utilizando un Boeing 747 especialmente preparado, bautizado como Cosmic Girl. Y la apuesta dio resultados, porque en 2021 la compañía logró lo que parecía imposible: lanzar un cohete al espacio desde un avión.

Aquel éxito inicial llevó a que, a fines de ese año, Virgin Orbit saliera a la bolsa tras fusionarse con NextGen Acquisition Corp. II, una SPAC o "compañía de adquisición de propósito especial", conocidas vulgarmente como "empresas de cheque en blanco". Así, alcanzó una valoración de 3.200 millones de dólares. Sin embargo, en apenas un año su capitalización de mercado se ha derrumbado. Ayer, su acción en Nasdaq cayó más del 14 % y cerró en 44 centavos de dólar, por lo que su capitalización de mercado ahora es de apenas 150 millones de dólares.

Este miércoles, en tanto, la acción subió a casi 98 centavos en el premarket, tras conocerse la posible inversión de $200 millones de Matthew Brown. De todos modos, la situación de Virgin Orbit sigue siendo delicada.

A la espera del dinero fresco

Imagen: Virgin Orbit

En las últimas horas, la firma aeroespacial convocó a un pequeño grupo de empleados licenciados para que trabajen en actualizaciones de su cohete. La idea es que las labores se reinicien el jueves, según recoge Bloomberg. No obstante, todavía se desconoce si las operaciones podrán retomarse con normalidad una vez que se cierre la esperada financiación. "Deseamos volver a nuestra misión y regresar a órbita", declararon desde la empresa.

La otra gran incertidumbre es cuándo presentará Virgin Orbit el informe financiero del último trimestre de 2022. Los resultados del tercer trimestre del último año, con datos hasta el 30 de septiembre pasado, indicaron pérdidas por casi 44 millones de dólares, mientras que las tenencias de dinero en efectivo cayeron a $71 millones, de los $122 millones del trimestre previo.

¿Podrá Virgin Orbit salvarse y continuar ofreciendo su servicio de lanzamiento de satélites? Hoy el panorama no es alentador, pero tampoco definitivo. Aunque sí es una señal de advertencia para otras compañías del sector, como RocketLab.

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