En diciembre de 2022, el último Boeing 747 salió de la fábrica, y ahora está en manos de sus dueños. Ayer se completó la tan ansiada entrega de la unidad final de la mítica aeronave, que en adelante llevará el livery de Atlas Air, una aerolínea de carga que hoy presume ser el principal operador de la Reina de los Cielos.

La entrega del último 747 se realizó en la fábrica de Boeing en Everett, Washington, ante miles de invitados. Entre tantos, dijeron presentes los miembros del equipo encargado de diseñar y fabricar el primer Jumbo, que salió de la línea de producción en 1967. Bautizados como Los Increíbles, se aprovechó la oportunidad de homenajearlos mientras se realizaba la entrega de la reluciente unidad 1.574 a sus nuevos propietarios.

John Dietrich, presidente y CEO de Atlas Air, destacó el compromiso de Boeing durante las más de cinco décadas de producción del 747, y remarcó que la aeronave todavía tiene mucho para dar pese al cese de su fabricación. "Nos sentimos honrados de continuar nuestra larga historia de volar este avión icónico para todos nuestros clientes. Atlas Air se fundó hace más de 30 años con un solo 747-200 convertido en carguero. Desde entonces, hemos viajado por el mundo operando casi todos los tipos de flota del 747", agregó.

El último Boeing 747 de la historia corresponde a la variante 747-8F; es decir, su modelo de cargas de mayor tamaño. El mismo mide 76,25 metros de largo y tiene una envergadura de 68,5 metros. Utiliza cuatro motores turbofán GEnx-2B67, de General Electric, y puede llevar más de 133 toneladas de carga. Su velocidad crucero ronda los 900 kilómetros por hora y su autonomía se encuentra por encima de los 14.000 kilómetros.

Boeing le dice adiós definitivamente al 747

Boeing 747
Credit: Kiefer

La entrega del último Boeing 747 le pone un punto final a la historia de la Reina de los Cielos como aeronave de producción. Pero las unidades activas todavía tienen mucho por ofrecer, especialmente en el sector del transporte de cargas. De hecho, se estima que las aeronaves más nuevas de la línea 747-8, como la que recibió Atlas Air ayer, podrán volar sin mayores inconvenientes hasta entrada la década de 2050.

Pese a ello, queda claro que el cierre de la fabricación del Boeing 747 marca un antes y un después de la industria aeronáutica. Es que el Jumbo no solo cambió la industria del transporte de pasajeros al introducir el concepto de una cabina con doble pasillo, sino que también demostró una notable versatilidad para ser adaptado a muchos otros proyectos. Varios de los cuales nada tenían que ver con su uso original.

Entre los casos más notorios destacan los Shuttle Carrier Aircraft, variantes modificadas para trasladar los orbitadores del Transbordador Espacial entre misiones; los VC-25 a las órdenes del Gobierno de Estados Unidos, conocidos popularmente como Air Force One, y hasta el E-4B, uno de los "aviones del juicio final", preparado para sobrevivir un holocausto nuclear.

Pero tampoco podemos olvidarnos de SOFIA, un Boeing 747 que estuvo a las órdenes de la NASA como observatorio astronómico aerotransportado, ni del loco proyecto que intentó convertir al Jumbo en un portaaviones volador durante la Guerra Fría.

Con la entrega de la última unidad fabricada en la historia a Atlas Air, el Boeing 747 inicia una nueva etapa. En los años por venir, solo le quedará seguir agigantando su mito.

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