Hay personas para las que un resfriado o una gripe es casi un paseo, sin apenas síntomas. Para otras, supone días y días de fiebre, malestar y otros muchos signos típicos. Incluso hay quien puede llegar a enfermar muy gravemente. Todo esto depende, en parte, de cómo reaccione nuestro sistema inmunitario ante las infecciones. Y puede parecer que a veces es una lotería impredecible, pero lo cierto es que en algunos casos sí se puede predecir. De hecho, según un estudio publicado recientemente, podría verse con algo tan sencillo como la resolución de juegos de ingenio y otros test de habilidades cognitivas.
El estudio en cuestión lo han llevado a cabo científicos de la Universidad de Duke, quienes reconocen que cuenta con algunas limitaciones, pero también sostienen que sus resultados son suficientemente sólidos para seguir trabajando en ellos.
Si al hacerlo se replican los resultados, creen que sería interesante plantear aplicaciones para smartphone que nos permitan analizar el estado de nuestro sistema inmunitario de una forma sencilla. Quizás no sea muy viable hacerlo durante todo el año, pero unos cuantos juegos mentales en época de gripe y resfriado no le harán daño a nadie.
Tu estado mental te ayuda a combatir el resfriado
Para la puesta en marcha de este estudio, 18 personas realizaron tres veces al día una serie de pruebas dirigidas a analizar su atención, su tiempo de reacción y su habilidad para intercambiar números y símbolos. Después, el cuarto día, se expusieron de forma deliberada al rinovirus humano, responsable del conocido como resfriado común.
Lógicamente, todos enfermaron. Sin embargo, hubo grandes diferencias entre unos y otros. Estas se midieron de dos formas, una más objetiva y otra más subjetiva. La primera consistió en realizar diariamente un lavado nasal para medir la cantidad de partículas virales liberadas con la mucosidad. En cuanto a la segunda, todos ellos tuvieron que puntuar como se sentían con respecto a ocho síntomas típicos del resfriado: escalofríos, tos, dolor de cabeza, obstrucción nasal, secreción nasal, estornudos, dolor de garganta y cansancio.
Así, se vio que quienes tenían peores síntomas y una mayor concentración viral habían mostrado puntuaciones más inconsistentes en los test llevados a cabo los días previos a la exposición. No habría valido con someterles a un solo test, pues en realidad la clave no estaba en que fuesen mejores o peores realizando pruebas cognitivas, sino en la evolución de su rendimiento.
¿Cuáles son las limitaciones?
Según los propios autores del estudio, su investigación tiene dos grandes limitaciones. Por un lado, que se realizó con muy pocas personas. Y, por otro, que sería difícil de implementar en el día a día, ya que nadie querría hacer este tipo de pruebas tres veces al día durante toda su vida.
Lo primero se soluciona repitiendo el procedimiento con más participantes, por lo que plantean hacerlo pronto. En cuanto a lo segundo, creen que podría reducirse a unas pocas pruebas en periodos concretos. Además, se podría facilitar el trabajo con el desarrollo de aplicaciones móviles encargadas de realizar los test casi como un juego. Estas podrían emplear pruebas similares a las que llevaron a cabo los participantes. No obstante, se podrían añadir otros factores como el tiempo de lectura, el de escritura o incluso la calidad del sueño. Todo parece estar relacionado.
Finalmente, queda algo importante. Este estudio se apoya en otros en los que también se concluía que hay una relación entre el rendimiento cognitivo de una persona y la capacidad de su sistema inmunitario para combatir determinadas infecciones, como el virus del resfriado. Sin embargo, el motivo sigue siendo un misterio. Para mostrar que hay causalidad más allá de la casualidad, sería interesante poder dar una explicación. Mientras tanto, si últimamente te sientes un poco más torpe con las tareas cognitivas sencillas, evita las aglomeraciones y usa mascarilla. Solo por si las moscas.