La batalla legal entre Microsoft y la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) por la compra de Activision Blizzard tendrá su primer capítulo esta semana. Un juez federal estableció que este martes 3 de enero las partes se vean las caras en una audiencia preliminar al juicio que debe definir el destino de la adquisición del editor de Call of Duty, valorada en casi 69.000 millones de dólares.

Por lo pronto, no se han brindado mayores detalles sobre este encuentro inicial en el plano judicial entre los de Redmond y la FTC. Recordemos que el organismo dirigido por Lina Khan solicitó a comienzos del diciembre pasado que la justicia bloquease la transacción por considerar que le daría a Xbox una ventaja ante sus principales rivales, PlayStation y Nintendo, para el acceso a los juegos de Activision Blizzard.

Si bien Microsoft ha negado que esa sea su intención, la discusión sobre qué tan anticompetitiva puede resultar la adquisición ha sido el argumento principal de los reguladores para plantear sus dudas al respecto. La compañía dirigida por Satya Nadella espera cerrar el acuerdo antes de la finalización de junio de 2023. No obstante, la demanda de la FTC podría complicar sus planes. A esto se le debe sumar el escrutinio que también afronta la compra en Reino Unido y la Unión Europea.

Durante el último año, la Comisión Federal de Comercio se ha mostrado especialmente agresiva al lidiar con fusiones y adquisiciones protagonizadas por grandes corporaciones. El caso más notorio ha sido el de NVIDIA, que terminó reculando en su intento por comprar ARM. Pese a ello, especialistas consideran que la FTC lo tiene más difícil en el caso de Microsoft y Activision Blizzard.

La FTC no tendría todas las de ganar para bloquear la compra de Activision Blizzard

Call of Duty: Warzone | FTC | Microsoft | Activision Blizzard

Más allá de lo sucedido con NVIDIA y ARM, los últimos grandes acuerdos desafiados por la Comisión Federal de Comercio o el Departamento de Justicia de Estados Unidos han sido aprobados de todos modos. La compra de Time Warner por parte de AT&T, valorada en 85.400 millones de dólares, que se aprobó en 2018. La adquisición de Change Healthcare por UnitedHealth Group a cambio de 13.000 millones de dólares. Y la fusión entre Illumina Inc. y su antigua subsidiaria Grail Inc. por 7.100 millones de dólares.

Pero, ¿cómo se relacionan dichos acuerdos con el de Microsoft y Activision Blizzard? En todos se realizaron concesiones —procesos de desinversión, empresas que continuaron funcionando por separado, etc.— para rebatir las acusaciones de monopolio esgrimidas por los reguladores. Y los de Redmond ya se han comprometido públicamente a tomar medidas para evitar que su nuevo negocio impacte negativamente sobre la industria de los videojuegos.

En las últimas semanas, los de Phil Spencer anunciaron que pretenden lanzar Call of Duty en PlayStation en igualdad de condiciones que en Xbox durante 10 años. En tanto que ya han pergeñado un plan similar para llevar los populares títulos de disparos en primera persona a la Nintendo Switch.

Además, Microsoft ha asegurado que dejar de ofrecer dicha franquicia en PlayStation sería "desastroso e irracional". Y que su verdadera intención tras la compra de Activision Blizzard es, además de fortalecer el catálogo de Xbox Game Pass, meterse de lleno en el mundo de los juegos para móviles. Incluso con una tienda propia que compita con la App Store de Apple y la Play Store de Google.

"Actualmente, Microsoft no tiene una presencia significativa en los juegos móviles y la transacción aportará la experiencia que tanto se necesita en el desarrollo, marketing y publicidad de juegos móviles. Activision Blizzard podrá contribuir sus aprendizajes sobre el desarrollo y la publicación de juegos móviles a los estudios de juegos de Xbox".

Microsoft, sobre el futuro de Activision Blizzard y los juegos para móviles.

Un camino judicial que puede ser muy largo

Queda claro que la audiencia previa al juicio que protagonizarán esta semana Microsoft y la FTC no cambiará demasiado de cara al futuro. Más allá de cualquier análisis, hoy todo hace pensar que, si la puja judicial recrudece y se extiende en el tiempo, es poco probable que los de Redmond cierren la compra de Activision Blizzard antes de que acabe el primer semestre de 2023.

En Europa, entre tanto, los reguladores ya establecieron una fecha límite para definir si aprueban o no el acuerdo. Será el próximo 23 de marzo, una vez que termine la investigación que está en marcha sobre la compra.