Después de una larga espera, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) ha aprobado el despliegue de la segunda generación de satélites de Starlink. No obstante, la autorización es parcial, ya que solamente permitirá operar un 25% del total de dispositivos que SpaceX pretende utilizar en esta nueva constelación. Al menos por ahora.

De acuerdo con el documento oficial, la solicitud de Starlink comprendía la fabricación, el despliegue y la operación de 29.988 satélites de segunda generación. Pero la FCC solamente ha dado el visto bueno a la puesta en funcionamiento de 7.500, para atender las críticas y preocupaciones que han manifestado otras compañías dedicadas a proveer internet satelital. No solo en materia competitiva, sino también para evitar posibles interferencias y mantener un "ambiente espacial seguro". De todas formas, se ha dejado abierta la puerta a una ampliación en el futuro.

La segunda generación de satélites de Starlink podrá operar a 525, 530 y 535 kilómetros de la Tierra, en ángulos de inclinación de 53, 43 y 33 grados, respectivamente, y utilizando las bandas Ku y Ka. Pero lo verdaderamente notorio es que la autorización no implica el lanzamiento de una mayor cantidad de equipos que los que SpaceX ya tenía aprobados.

Esto, porque en 2018 en Elon Musk recibió el aval para lanzar 7.518 satélites que operarían en la banda V, pero nunca los lanzó. Dichos equipos ahora serán adaptados e incorporados a la constelación de segunda generación de Starlink. "Esto significa que nuestra acción de hoy no aumenta la cantidad total de satélites que SpaceX está autorizado a desplegar y, de hecho, la reduce ligeramente, en comparación con la cantidad total que podría haber desplegado de otra manera", explicó la FCC.

Starlink, Elon Musk, satélites de segunda generación

Las expectativas en torno a los satélites de segunda generación de Starlink son muchas. SpaceX solicitó la autorización para este sistema a mediados de 2020, y desde entonces había esperado la aprobación regulatoria. En el medio, la firma debió afrontar protestas de otras compañías, especialmente de Kuiper Systems, una subsidiaria de Amazon. Esto último llevó a varios cruces picantes entre Elon Musk y Jeff Bezos.

En cuanto a la faz técnica, recientemente el propio magnate dio a conocer detalles de las evoluciones técnicas que presentará su siguiente constelación. Según explicó, los nuevos satélites de Starlink no solo serán más eficientes que los originales, sino también mucho más grandes. Algo que, por supuesto, depara mayores desafíos a la hora de ponerlos en órbita.

Los satélites originales de Starlink miden 2,8 x 1,4 metros; mientras que los de la segunda generación son de 7 x 3 metros. En ambos casos, sin contabilizar los paneles solares desplegados, claro. En tanto que el peso de la nueva versión es cuatro veces mayor al de su antecesor. Ante esta situación, Musk ha comentado que solo es posible lanzarlos utilizando la nave Starship, y no los cohetes Falcon 9.

Otro punto interesante de la autorización de la FCC es que SpaceX tendrá que trabajar con la NASA para asegurar que el despliegue de la segunda generación de satélites Starlink no interferirá con sus misiones. Un detalle no menor, considerando que la agencia espacial estadounidense expuso este año su preocupación por los planes de expansión de SpaceX.

Específicamente, el organismo explicó que los casi 30.000 nuevos satélites de SpaceX podrían elevar el riesgo de colisiones con misiones tripuladas. Y también serían capaces de arruinar las fotos del mítico telescopio Hubble.

Los satélites de segunda generación de Starlink son, sin lugar a dudas, cruciales para los planes de Elon Musk a futuro. Recordemos que el magnate pretende expandir el alcance de su internet satelital en coches, barcos y aviones, además de ampliar su disponibilidad a un mayor número de mercados en el mundo.