Elon Musk no quiere pagar las cuentas de Twitter y la decisión le está trayendo más problemas cada día. Imply Data, una empresa que provee servicios de software, ha demandado a la red social porque desde la llegada del magnate se ha negado a pagar millones de dólares de un contrato en vigencia.
Según reporta Bloomberg, la firma acusa a Twitter de incumplir un vínculo multianual válido hasta 2024 y valuado en 4,4 millones de dólares. La presentación judicial se realizó después que la compañía basada en San Francisco, California, no pagó la cuota trimestral que venció el 30 de noviembre.
Imply Data asegura que Elon Musk no solo incumplió con el pago en cuestión, sino que también "renunció a cualquier obligación a pagar vencimientos futuros". Así las cosas, el proveedor de software reclama daños estimados en más de 8 millones de dólares. Además, consideró que la conducta de Twitter es un claro ejemplo de su intención de no cumplir con sus compromisos contractuales sin tener una causa justa.
La empresa explicó que su relación con la red social se desarrolló en excelentes términos hasta la llegada de Elon Musk. También indicó que su vínculo original por cuatro años, valuado en más de 10 millones de dólares, venció en 2021, y que se renovó hasta 2024 gracias a la conformidad entre las partes.
Elon Musk acumula deudas y enemigos desde su arribo a Twitter
El plan de recorte de gastos instaurado por Elon Musk en Twitter ha crispado los ánimos de las compañías vinculadas la red social. En noviembre, el magnate ordenó que la compañía suspendiera los pagos a proveedores y contratistas.
La decisión provocó gran malestar en muchas de las empresas, especialmente aquellas que esperaban el pago de facturas por servicios ya prestados. Al punto tal que el empresario se negó a pagar los transportes de algunos directivos que formaban parte de la compañía antes de su arribo.
De hecho, la semana pasada una firma de aviones privados demandó a Twitter por no pagarle 200.000 dólares correspondientes a dos vuelos realizados por Leslie Berland, la exjefa de marketing de la red social. Lo llamativo del caso es que los viajes se realizaron para completar trámites de última hora por la compra de Elon Musk y contaban con la autorización de Parag Agrawal, por entonces CEO de la empresa.
Aunque el caso más notorio seguramente sea el de los alquileres de sus oficinas. Según se conoció recientemente, Twitter lleva semanas sin pagar la renta de los edificios que ocupa en distintas partes del mundo. Entre ellos, el de su sede principal en San Francisco. Esto se ha convertido en un gran dolor de cabeza para Shorenstein Properties, la inmobiliaria dueña de la construcción.
Es que la empresa no ha podido renegociar un préstamo por 400 millones de dólares que tomó para adquirir el edificio en 2011. Y como más de la mitad del mismo se encuentra ocupado por Twitter, que Elon Musk se niegue a pagar la renta significa un gran agujero en sus finanzas.
Mientras todo esto sucede, Twitter afronta varios inconvenientes y cuestionamientos dentro de su propia plataforma. La red social quedó bajo fuego por banear las cuentas de periodistas que criticaron a Elon Musk, y hasta ha bloqueado tanto el perfil como los tuits con enlaces a Mastodon, su alternativa descentralizada. Pero como si todo esto fuera poco, también ha suspendido temporalmente los Espacios, tras verse involucrado en un cruce con periodistas.