A la quinta va la vencida. Tras cuatro intentos fallidos y varias ventanas de lanzamiento que no llegaron a contar como intentos, el programa Artemis ha logrado por fin enviar a la nave Orión hacia la Luna, gracias al impulso del cohete SLS. Ha ocurrido este miércoles, 16 de noviembre, a las 7:45. Un lanzamiento con un retraso de casi 45 minutos por un problema con el llenado de los tanques de combustible.
La ventana de lanzamiento se abrió a las 06:04 UTC (07:04, hora peninsular española y 00:04 en México). Desde ese momento, los científicos de Artemis se pusieron manos a la obra para poner en marcha el lanzamiento, sin perder de vista la tormenta tropical Nicole, que ya obligó a posponer las maniobras el lunes pasado. Si no hubiesen podido lograrlo, habrían tenido que esperar al sábado, 19 de noviembre, pero por suerte esta vez no ha sido necesario.
Ahora solo queda seguir el transcurso de esta misión, que constituye el primer paso de una serie de lanzamientos con los que se planea, por fin, volver a poner humanos sobre la Luna.
Casi sin problemas en el despegue de Artemis
En los anteriores intentos de lanzamiento, programados en agosto y septiembre, la NASA se encontró con algunos problemas técnicos, que obligaron a poner en stand by la misión. Primero fue un sensor de temperatura que hizo pensar a los ingenieros que uno de los motores no se habría refrigerado correctamente. Después fueron problemas en un tanque de combustible. Es esencial que no haya ni el más mínimo fallo, por lo que se optó por llevar la nave Orión de nuevo al centro de ensamblaje para revisarla a fondo.
Una vez lista, se consideró que tanto la nave como el cohete SLS estaban preparados para el lanzamiento. Sin embargo, ya se habían metido de lleno en la época de huracanes, por lo que las condiciones climatológicas han llevado a posponer unas cuantas veces más.
Esta vez, Florida se encontraba bajo nivel HURCON 3 de riesgo por huracán. No obstante, dado que el cohete está preparado para soportar rachas de viento de 136 km/h, no se ha considerado que hubiese riesgo, como sí lo hubo el lunes pasado.
La refrigeración de los motores ha ido sobre ruedas, sin incidencias remarcables, y las mediciones del conjunto total de sensores del motor 3 han ayudado a comprender que se estaba enfriando adecuadamente. Con todo marchando correctamente –salvo por el retraso en el llenado de los tanques de combustible, por primera vez, la primera fase de Artemis ha partido por fin a su destino.
¿Y ahora qué?
Por delante quedan 42 días en los que la nave Orión llegará a la Luna, pasará 6 días orbitando a su alrededor y volverá de nuevo a la Tierra.
Quedará así lista para una segunda misión, que tendrá lugar en 2024 y será exactamente igual a esta, con la única diferencia de que sí incluirá tripulación. En esta ocasión no había tripulantes humanos, pero sí tres maniquís que se encargarán de medir los niveles de radiación en las inmediaciones de la Luna. Además, a bordo van alrededor de 10.000 objetos muy variados, desde un guijarro del mar Muerto hasta un Snoopy astronauta. ¡Incluso llevan un fragmento del mismísimo Apolo 11!
Cuando la misión vuelva a Tierra, algunos de esos objetos se repartirán entre las personas que han hecho posible la misión. Además, hay algunas insignias que se regalarán a las ganadoras de un concurso de redacciones de las Girl Scouts.